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Felipe VI visita Arabia Saudí en un viaje económico… y polémico
La estancia del monarca incluye la venta de cinco buques de guerra a un país no democrático en el que no se respetan los derechos humanos, según denuncian ONG y algunos partidos de la oposición.
Tras suspender dos veces la visita por distintos motivos, Felipe VI aterriza este sábado en Arabia Saudí en un viaje oficial, que concluye el lunes, de marcado carácter económico y que no está exento de polémica. Algunas formaciones como ERC y Unidos-Podemos se han opuesto a este viaje del monarca y denuncian que «los defensores de los derechos humanos sufren una represión continua» en el país del Golfo Pérsico. También Ciudadanos ha mostrado cierta sensibilidad por esta cuestión, y ha pedido al Gobierno que se interese por la situación del bloguero Raif Badawi, condenado a 10 años de prisión y a 1.000 latigazos por crear una página web a favor de los derechos civiles.
El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, que junto al titular de Fomento, Iñigo de la Serna, viajará también a Riad, ha asegurado esta semana que la delegación española «evocará» los derechos humanos durante sus reuniones con las autoridades saudíes. «Independientemente del juicio que nos merezca su comportamiento en un tema u otro, [Arabia Saudí] es un elemento clave en la región y tiene un papel fundamental en su estabilización», añadió Dastis.
Junto a los dos ministros, un grupo de 30 empresarios encabezados por algunos de los grandes nombres del Ibex 35 como Juan Villar-Mir (OHL), José Manuel Entrecanales (Acciona) y José Lladó (Técnicas Reunidas), entre otros, acompañarán al monarca español. La visita, que es una invitación personal del rey saudí Salman bin Abdulaziz al Saud, busca reforzar las relaciones empresariales entre ambos países. Y esas relaciones pasan por avanzar y cerrar unos contratos multimillonarios que ascienden a más de 16.000 millones de euros que incluyen la construcción de una línea de alta velocidad entre Medina y La Meca (el mayor concurso logrado en el exterior por empresas españolas y cuya ejecución acumula retrasos por problemas técnicos); la construcción del Metro de Riad; la modernización de una refinería y la venta de cinco corbetas que construirá el astillero público Navantia.
La venta de estos cinco buques, que todavía no está cerrada, podría superar los 2.000 millones de euros y la creación de miles de puestos de trabajo en los astilleros de El Ferrol (A Coruña) y San Fernando (Cádiz). El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, ha protagonizado una polémica dentrod e Podemos al defender los contratos de Navantia con Arabia Saudí.
La operación hace meses que ha sido denunciada por distintas ONG, que tildan esta exportación de «ilegal» y temen que las corbetas sean empleadas en el bloqueo naval de Yemen, vecino de Arabia Saudí que toma parte en la guerra que está asolando el país. Según la ONU, hasta finales de 2016 el conflicto de Yemen ha provocado la muerte a más de 7.000 personas, la mitad de ellas civiles, y heridas a más de 38.000. «En la última década España ha vendido armas a Arabia Saudí, que es el segundo importador mundial de armas entre 2011 y 2015, por valor de casi 1.400 millones de Euros», denuncia Mario Rodríguez, director de Greenpeace en España.
Lo cierto es que la relación de Felipe VI con las monarquías de esta región árabe es menos estrecha que la de su padre, Juan Carlos I. El rey emérito aún viaja con frecuencia a esta zona. Muchas de estas estancias son de carácter privado.