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La gran marcha de mujeres contra Donald Trump
Una enorme manifestación feminista recorrerá Washington el próximo 21 de enero para defender sus derechos frente a las amenazas del nuevo presidente de EEUU.
El colectivo de mujeres norteamericano The Pussyhat Project ha convocado una manifestación en Washington para el próximo 21 de enero, un día después de que Donald Trump tome posesión como nuevo presidente de EEUU.
El motivo de esta Marcha de las Mujeres sobre Washington fueron las ofensivas palabras contra el colectivo femenino pronunciadas por Trump en 2005 y que fueron filtradas por el diario The Washington Post durante la última campaña de las elecciones presidenciales, así como las políticas discriminatorias hacia las mujeres que el presidente republicano ha amenazado con realizar.
Las actrices Katy Perry y Cher encabezarán esta manifestación que cuenta con el apoyo de distintas organizaciones a favor de los derechos civiles como Amnistía Internacional. «Como artistas, mujeres, y lo más importante, dedicadas americanas, es vital que nos mantengamos unidas en solidaridad de la protección, la dignidad y los derechos de las comunidades. Los derechos de inmigrantes, trabajadores, parejas, homosexuales y la justicia racial y medioambiental no son intereses especializados, nos afectan a todos y deberían ser cruciales para todos los americanos», ha afirmado la actriz America Ferrera, quien también participaré en la marcha. Más de 250.000 personas ya han confirmado su asistencia a través de su página de Facebook.
De forma paralela, se celebrará también otra concentración junto a la embajada de EEUU en Londres. Además de en estas dos ciudades, otras 300 marchas similares recorrerán 55 localidades de EEUU y Puerto Rico, Japón, Australia, Francia, Colombia o Kenia.
La manifestación pretende aglutinar a todas las mujeres que se hubieran sentido ofendidas: mujeres blancas, negras, LGTB, nativas americanas o discapacitadas con la intención de reivindicar los derechos de las mujeres como parte indisoluble de los Derechos Humanos, además de visibilizar la naturaleza transversal de la opresión de la mujer ya sean de color, queer, transgénero o cisgénero.