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Baldoví: “No se pueden destruir los puentes de entendimiento entre los partidos de izquierdas”
El diputado de Compromís cree que con la irrupción de nuevas formaciones, como la suya, se han roto esquemas y se ha creado otra manera de hacer política: "La coalición es la vía para alcanzar acuerdos, lograr consensos y formar gobiernos".
El diputado de Compromís Joan Baldoví analiza en esta entrevista realizada por correo electrónico las respuestas que puede ofrecer la izquierda ante el auge del neofascismo.
¿Cuál es el motivo principal del crecimiento de opciones neofascistas como las de Trump o Le Pen?
En un contexto de crisis generalizada, en la que la gente tiene la sensación de que los partidos clásicos no tienen nada más que ofrecer y que son el resultado de los problemas que acontecen, los partidos de extrema derecha están jugando mucho con el sentimiento identitario y tratan de dar respuestas sencillas a una ciudadanía desamparada y miedosa, que se siente social y económicamente vulnerable, que teme al futuro. Los discursos simplistas de Trump o de Le Pen convencen a mucha gente que antes no habían reparado demasiado en política.
¿Cuál es la responsabilidad de los partidos progresistas en este crecimiento?
La responsabilidad recae sobre todo en el cortoplacismo y en permitir que se polarice el panorama político. No se pueden destruir los puentes de entendimiento entre los partidos de izquierdas, es una alianza más que necesaria para frenar los neofascismos.
¿Qué está haciendo la izquierda para frenar ese ascenso y qué le falta por ofrecer?
La izquierda pretende frenar este ascenso combatiendo la desafección política a través de la participación ciudadana y en saber generar acuerdos. Con la irrupción y el ascenso de nuevos partidos, como es el caso de Compromís, se han roto esquemas y se ha creado otra manera de hacer política: la coalición es la vía para alcanzar acuerdos, lograr consensos y formar gobiernos.
¿Crees que la fractura de las izquierdas ha alimentado a la extrema derecha?
Creo que la izquierda está trabajando en los últimos tiempos para tratar de construir un frente común para desplazar a las fuerzas políticas que trabajan por mantener el establishment. En Compromís sabemos muy bien lo importante que es dialogar. Es gracias a la política de pactos que hemos logrado desalojar la política rancia y corrupta que gobernaba en el País Valenciano y en ciudades tan importantes como la ciudad de Valencia, que se esforzaban a diario en representar a la extrema derecha. Yo creo que Compromís, en cierta medida, ha sabido captar muy bien esa idea, y lo más importante es que ha sabido iniciar el camino que está sirviendo de inspiración a otros proyectos políticos.
¿Crees que la izquierda ha abandonado a la clase obrera?
No, creo que los partidos progresistas estamos en política para conseguir la igualdad de derechos de la ciudadanía. Sin embargo, gran parte de las formaciones de izquierdas hemos dejado de hablar de clases por dos motivos: la sociedad se identifica mucho menos con este concepto y tiende a considerarse clase media pese a sus ingresos y, por otro lado, pretendemos poner el foco en los individuos y en sus derechos. Una de las máximas en Compromís es rescatar personas.
¿Cómo influye el nacionalismo en el crecimiento de estas nuevas opciones de ultraderecha?
La ultraderecha a veces utiliza ideas que pueden parecer nacionalistas porque la “supuesta grandeza de un territorio” es lo único que tienen en común con la gente más humilde. Por suerte el nacionalismo del siglo XXI es integrador, se centra en las personas y en la diversidad cultural y se preocupa, día a día, por el bienestar y la sostenibilidad de los territorios.
¿Por qué en España no ha surgido una opción neofascista teniendo además tan presente todavía el franquismo?
Precisamente por ello. Al tener todavía, a día de hoy, heridas por sanar creadas por el franquismo, es intolerable la opción neofascista. Somos un país democráticamente joven, y en este caso, el Partido Popular, nacido de la dictadura franquista, contiene todavía el voto de aquellos votantes que pueden definirse como ultraderechistas.
¿Crees que Trump va a hacer bueno a Rajoy?
Es muy difícil hacer bueno a Mariano Rajoy pero puede que haga olvidar lo malo que ha sido. A mí los binomios no me gustan porque obligan a elegir con resignación a un mal menor y me niego a otorgarle el título de “bueno” a quien retiró la sanidad universal, firmó la Ley Mordaza, la reforma laboral y la LOMCE, elimina el acceso gratuito a la justicia y ha hecho los recortes más antisociales de la historia de este Estado.
¿Crees que el triunfo de Trump hará reaccionar a la izquierda en la medida en que la necesitamos? ¿O reviviremos de nuevo el capítulo Bush, ocho años completos?
En el imaginario colectivo no se suele asociar a los EEUU con la izquierda y apenas nos llegan noticias de reivindicaciones y fuertes movimientos sociales liderados por ella. Sin embargo, no podemos olvidar que los resultados de las primarias en el Partido Demócra estuvieron muy ajustadas y que situó a Bernie Sanders en muy buena posición. Ahora, son impresionantes las protestas que nos llegan tras el 8-N que demuestran la disconformidad de los estadounidenses. Creo que los medios de comunicación hacen un papel en todo esto. Si a ellos les gusta el rumbo que emprende Trump, entonces probablemente tendremos Trump para rato.