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Laura León: “La historia nos debe ese tiempo, y me da que los premios lloverán”
Es la primera mujer galardonada en los Premios Andalucía de Periodismo en la modalidad de Fotografía, que van ya por su XXXI edición. Aquí reproducimos su discurso, una reivindicación de la sinceridad, la igualdad y la fortaleza necesarias para hacer bien nuestro trabajo.
La fotoperiodista Laura León (Sevilla, 1976) recibió ayer el Premio Andalucía de Periodismo por un trabajo sobre la captura del pescado de estero en la Bahía de Cádiz, publicado en el diario El País. Es la primera mujer galardonada en estos premios que concede la Junta de Andalucía en la modalidad de Fotografía, que van ya por su XXXI edición. El jurado ha valorado su capacidad de mostrar como «un mero testigo una tradición desconocida por muchos con un respeto absoluto a la realidad». León es colaboradora de La Marea desde su fundación y es autora de la primera y única fotografía que este medio ha publicado en portada. Reproducimos sus palabras de agradecimiento, una reivindicación de la sinceridad, la igualdad y la fortaleza necesarias para hacer bien nuestro trabajo, muy aplaudidas por los asistentes al acto.
«Hace ya unos días me cogió por sorpresa la pregunta de la pequeña de la casa. A sus siete años y desde su pequeña altura me pregunta: «Laura, ¿qué es el sentido de la vida?». Mira, Diana. El sentido de la vida es la razón por la que alguien está dispuesta a seguir viviendo. Ella seguía sin entender… Así que le pregunté cuál era la razón más poderosa para levantarse por la mañana: «VIVIR», me contestó. Me desmontó. Pues en esto estamos de acuerdo, le dije. Hasta ahí llegó la conversación existencialista con ella, pero no conmigo, que continuó largo rato.
Porque aquí, ni tenemos siete años ni somos monjes tibetanos, y a este asunto del sentido de vivir habría que añadirle el cómo. Para mí la fotografía ha significado el cómo, una forma de vida que me ha permitido sentir en todo momento que estaba en el lugar adecuado. Y esa sensación es muy poderosa, sobre todo, cuando el resto del tiempo lo pasas dudando.
Hoy vengo a recoger un premio por hacer lo que quiero y debo, y me siento profundamente honrada. Desde aquí, agradezco a El País su interés por publicar este trabajo hoy premiado. Como sabéis, este año es la primera vez que se le otorga a una mujer. Espero que sea la primera de una larga lista de premiadas, porque creedme, aquí la que ha venido con cámara en ristre ha venido para quedarse. Si se pone la cosa difícil, aquí una se levanta, se quita el polvo y sigue soñando, con la cabeza en las nubes y los pies en el suelo. En cualquier caso, no estaría mal que estas mentes creativas y pensantes tuvieran más facilidades para poder demostrar todo su talento. Estas mentes tienen nombres propios: Nieves, Esther, Conchitina, Chus, Rocío, entre otras.
No sé, yo no me imagino a ningún/a premio Nobel escribiendo con una mano en el teclado y con la otra meciendo un carrito, ni interrumpiendo su jornada para cumplir con la eterna tarea de las responsabilidades domésticas y familiares. Es probable que tenga un lugar de trabajo donde nadie le interrumpa o tenga un sueldo para que nadie le interrumpa o tenga una mujer cerca dispuesta a hacer lo que haga falta para que nadie le interrumpa y así, con el tiempo que necesiten por montera, concentrarse en su tarea. La historia nos debe ese tiempo, y me da que los premios lloverán.
En torno a 2005 decidí salir de España y basarme en Oriente Medio, a partir de ese momento mi vida profesional cambió, nuevos horizontes y oportunidades. Elegí devorar el mundo con mi cámara, pero a varias horas de avión de España, porque al margen del atractivo que tiene lo desconocido, ya por entonces intuía que mi tierra no me lo iba a poner fácil y no creo que sea difícil adivinar las razones.
Hablando en los términos en los que se entienden las empresas, no apreciar el talento, la experiencia y el potencial de muchos trabajos de compañeros es una pérdida de dinero. Quien quiera hacer grandes historias, quien quiera diferenciarse, quien quiera calidad tiene que contratar a las personas adecuadas para que las haga. Es una enorme paradoja, pero un coleccionista de cuadros ha llegado a apreciar más una fotografía publicada en un medio que el director de ese periódico. Yo tengo la fortuna de vender a coleccionistas y guardar el recuerdo de haber tenido dos de los mejores jefes que uno imaginaría. Pero esta suerte no la corren todos.
Cuando volví a España tuve la dicha de caer en un gran equipo profesional. Con ellos sigo aprendiendo, y tejiendo ideas, trabajando historias. Estos profesionales a los que agradezco su apoyo y confianza son Antonio Avendaño, Olivia Carballar, Raúl Bocanegra y Ángel Munárriz. Patricia, Artacho, Pablo y María, con vosotros fue más corta la experiencia pero no menos bonita.
Ni una de estas líneas, ni una de cada foto que he hecho a lo largo de mi carrera serían lo que son si no fuese por el apoyo constante de la mujer más completa e importante en mi vida, Hortensia de los Ángeles Gómez Pedrero. Ella me apoyó y alentó para que siempre fuese libre, es decir, para asegurarme estar en ese lugar del mundo donde siempre pudiese ser yo. Este premio es tan tuyo como mío, mamá.
A mi familia, y con amor único, a la persona que pone música en mi vida, Manuel Rodríguez Dastis».
Los otros premiados han sido: Surco y Marea, de la Cadena SER, espacio codirigido por María Eugenia Vílchez Villatoro y Francisco José Román Sevillano; Los sonidos del aceite de oliva, un reportaje emitido en el espacio Entre olivos, de Radio Andalucía Información (Canal Sur Radio), y realizado por José Valero López y Juan Muñiz Mendoza; el programa Solidarios, de Canal Sur TV, dirigido por Belén Torres Vela; y Eldiario.es/Andalucía, dirigido por Lucrecia Hevia.