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CIE de Aluche. Trece personas fugadas de un encierro injusto
Jesús Roiz, miembro de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, hace un repaso por los últimos acontecimientos vividos en los Centros de Internamiento de Extranjeros.
JESÚS ROIZ CORCUERA // Otra vez el Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche es noticia. En la tarde-noche del 28 de noviembre, 13 personas detenidas y retenidas se fugaron del CIE. Partiendo de que el CIE de Aluche (Madrid), como todo CIE, es un lugar de privación de libertad a personas que no han cometido ningún delito, su historia es la de un antro donde se vienen violando sistemáticamente los derechos humanos desde que fue inventado para facilitar la deportación de los migrantes.
El Gobierno, según declaraciones del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha reconocido hace unos días que en 2015 ingresaron 6.930 personas en los CIE. Todas ellas, sometidas a una condiciones denigrantes: privación de libertad injusta, estrés, miedo, oportunidades de comunicación directa o telefónica muy limitadas, hacinamiento, escasez de comida, obediencia a las órdenes de un personal instruido para la represión y sin los derechos elementales que le corresponden a cualquier persona presa ingresada en un centro penitenciario. SOS Racismo tiene dicho que «los CIE son lugares crueles, un agujero del Estado de derecho».
El trato a que son sometidas las personas migrantes en los CIE es tan insoportable que se están viendo obligadas a motines, huelgas de hambre y fugas, a pesar de la represión con que se les responde. Recientemente:
- En Aluche, el 18 de octubre hubo un motín y varias decenas de personas migrantes trataron de escapar. Al día siguiente, unas 500 personas se concentraron ante las puertas del centro denunciando la falta de respeto a los derechos humanos y exigiendo su cierre.
- El 3 de noviembre, dos internos, tras subirse al tejado y saltar la valla, se dieron a la fuga.
- En Barcelona, el 23 de octubre, en el CIE de la Zona Franca, varias decenas de internos iniciaron una huelga de hambre. Fue abandonada al día siguiente tras una negociación con el director del centro. El 1 de noviembre, unas 70 personas migrantes se amotinaron durante dos horas y media exigiendo su puesta en libertad. El Ayuntamiento está gestionando el cierre definitivo del CIE.
- En Murcia, del CIE de Sangonera, el 5 de octubre, se escaparon 67 de los 127 migrantes internados en ese momento. El 31 de octubre lograron fugarse dos personas recluidas aprovechando una pelea. El 14 de noviembre otras 12 personas se fugaron durante una revuelta.
- En Algeciras, el CIE está localizado en una cárcel que fue cerrada por no reunir las condiciones mínimas de habitabilidad. La denuncia de las condiciones en que están los internos y las peticiones de cierre por parte de organizaciones ciudadanas y partidos políticos es continua.
No me resisto a reproducir lo que la Coordinadora de Barrios de Madrid manifiesta en el comunicado lanzado en estos días: «Por desgracia, la historia de los CIE está llena de personas a las que se les niega el nombre, se les asigna un número y son tratados como mercancía deportable. No hay información, sólo opacidad. No hay asistencia sanitaria adecuada ni continuada. La asistencia letrada es deficiente, como el abrigo y la comida. Esta situación no es excepcional, es estructural en todos los campos europeos. Se nos dice que estas personas son encerradas por no ser europeas para que los europeos podamos movernos libremente. Se nos dice que estas personas invaden nuestro continente, se dice que son criminales, de otras religiones o terroristas. El hecho es que lo que campa a sus anchas por Europa y Occidente son unas élites neoliberales en crisis, que no están dispuestas a dejar de serlo, que consideran a las personas como una categoría de no-persona que es posible despojar de derechos sociales, humillar, encerrar y deportar. Esto nos acerca día a día al fascismo alimentado por un populismo xenófobo».
Ante la situación real de las personas privadas de libertad en los CIE, es de justicia la acogida solidaria de las personas fugadas de Aluche y de los demás Centros de Internamiento de Extranjeros. Asimismo es obligado extender la solidaridad a todas las personas migrantes recluidas injustamente en los llamados guantánamos» y solicitar el cierre de todos los CIE del Estado y de todos los lugares de confinamiento de extranjeros de la llamada «civilizada» Europa.
Jesús Roiz Corcuera es miembro de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).