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España exporta al mundo más armas que nunca
Un informe revela que en 2015 las exportaciones de armamento autorizadas por el Gobierno alcanzaron los 10.676 millones de euros, la cifra más alta de la historia.
Las exportaciones de armas españolas en 2015 alcanzaron los 10.676 millones de euros (hasta 3.720 millones más que el año anterior). Esta cifra es la más alta de la historia en cuanto al valor de las transferencias de armamento autorizadas por el Gobierno español. Supone un 16% más que en 2014, pero un 391% más que en 2006, según revela el informe Exportaciones españolas de armamento 2006-2015, elaborado por el Centre Delàs d’Estudis per la Pau. El documento revela que estas ventas han representado el 4,4% de las exportaciones mundiales de armamento y el 1,5% del total de la balanza comercial española.
Un 24,5% de las exportaciones de armas españolas (911 millones de euros) han tenido como destino países de Oriente Medio, en especial los países del Golfo Pérsico. En concreto, han ido a parar a Arabia Saudí (546 millones de euros) con dos aviones de reabastecimiento en vuelo, un avión de transporte, piezas, granadas y municiones; Omán (161 millones de euros), con dos aviones de transporte y repuestos de aeronaves; Egipto (106 millones de euros), con cuatro aviones de transporte, componentes de aeronaves y piezas de recambio de blindados; e Iraq (85 millones de euros), con seis vehículos blindados con brazo de robot y municiones.
Los autores de esta investigación, Tica Font y Eduardo Melero, destacan «tres casos preocupantes»: la relación especial con Arabia Saudí, el hecho de que explosivos del grupo Maxam acabaran en manos de ISIS y la presencia de armamento de fabricación española en la guerra de Yemen.
Según revela este documento, en junio de 2015 un camión cargado con más de 21 toneladas de material explosivo estuvo retenido por la aduana turca en la frontera siria. El material procedía de la planta de Maxam Anadolu, filial turca de la española Maxam. El cargamento tenía permiso policial turco y su destino era Aman. Lo sospechoso es que dicho cargamento tenía que cruzar territorio sirio para llegar a su destino con el evidente riesgo de que acabara en manos de cualquier grupo armado o incluso del ISIS. «Es en cierto modo lógico pensar que se trataba de un envío ilegal de explosivos a alguna de las milicias, con el consentimiento del Gobierno turco o de altos cargos públicos», advierte el texto.
«Estas exportaciones pueden considerarse ilegales si nos atenemos a la propia legislación española y europea sobre comercio de armas debido a la situación de inestabilidad existente en la región de Oriente Medio, y en concreto por la influencia regional de países como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos en tanto que dan apoyo a una parte del conflicto en Siria (grupos insurgentes) y en otros países como Libia, Egipto o Yemen», denuncia el informe. Y añade: «Las exportaciones a Iraq tendrían que prohibirse, en tanto que está inmerso en una guerra en su propio territorio».
Mientras la tendencia exportadora española es claramente alcista en los últimos años, en el resto del mundo este negocio presenta pequeñas oscilaciones. Y las previsiones apuntan a que en 2016, España todavía exportará más armas que en 2015. Según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), el año pasado España se situó en la séptima posición en el ranking mundial de países exportadores, detrás de EEUU, Rusia, Alemania, Francia, China y Reino Unido.
Los autores del informe abogan por «dotar de transparencia a las políticas que favorecen la exportación de material de defensa español», y sostienen que esta actividad es utilizada «como un instrumento de política exterior del Gobierno«, algo inaceptable «y aún más si ello supone provocar violencia y daños irreversibles sobre la vida de millones de personas».