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Feminismos reunidos: el trivial que arrasa antes de existir
El colectivo de radio Sangre Fucsia ha ideado un juego de mesa feminista por el que lleva recaudado más de 30.000 euros de los 4.000 que pide en un crodwfunding.
“El trivial feminista de Sangre Fucsia. 1.200 preguntas y respuestas sobre pensamiento y práctica feminista, historia de las mujeres, diversidad sexual, cultura en femenino, activismo, etc. ¡Por fin un juego propio para toda la familia… y para todas las familias!”. Así se presenta en la plataforma de crowdfundings Verkami el proyecto Feminismos reunidos. Sus promotoras piden un mínimo de 4.000 euros. Faltan 31 días para que finalice la ronda. Y ya han logrado 32.797 euros. No, no es un error. 32.797 euros.
¿Esto es normal? “La verdad es que estamos sorprendidas por la acogida del juego y sobre todo por el apoyo tan meteórico desde el primer minuto. Al ser un crowdfunding de precompra, el objetivo inicial que marcamos era para un mínimo de edición en imprenta profesional y ahora mismo el dinero que tenemos recaudado va directamente a esta cuestión, a editar los juegos que ya nos han pedido”, explican LolliDJ, Doña Pasolina, Gaelx, Dianespotting, Reino Hueco y Valentina, las componentes de Sangre Fucsia, un fanzine sonoro de Ágora Sol Radio que se emite todos los viernes de 20 a 21 horas desde la Eskalera Karakola, un centro social autogestionado cedido por el Ayuntamiento.
“Una vez finalizado el crowdfunding, editados los juegos, chapas, bolsas, postales de regalo y visto los envíos que tenemos que hacer, destinaremos el dinero, como comentábamos en el propio crowdfunding, a mejorar nuestro estudio de radio con una CPU nueva para que no nos pase como ya ha pasado, que perdamos programas recién grabados porque se atasca”, continúan. Si después de eso, todavía les sigue quedando dinero, aseguran que pagarán por adelantado varios meses de aportación a la Eskalera Karakola. Y si aún sigue habiendo remanente, donarán ejemplares del juego a asociaciones feministas, institutos y colegios, ludotecas públicas, centros sociales, etc.
Todo comenzó una noche mientras echaban una partida de ¿Quién sabe Marx? “Es un juego ideado por personas pertenecientes al Partido Comunista de Irún. La partida fue muy divertida y, al finalizarla, comentamos: ‘¡Queremos nuestro propio juego feminista!, con cuestiones que nos interesan y nos interpelen’. Queremos tener una herramienta para jugar, divertirnos y aprender sobre nuestras propias genealogías feministas. Un juego que se pueda compartir con amigas y amigos, la pandilla de toda la vida y las familias (las de sangre y las elegidas)”, rememoran.
Las preguntas de Feminismos Reunidos engloban desde los grandes referentes teóricos de ayer y de hoy, como Paul B. Preciado y Betty Friedan hasta los movimientos sociales y activismo -“también en internet”, detallan-, cuestiones más institucionales que remiten a los temas ligados a los derechos peleados y ganados, ámbitos como los cuerpos (que engloban sexualidad, salud, LGTBQ y transfeminismos) y cuestiones sobre cultura popular y herstory, una marca de identidad de los contenidos de su programa de radio.
Con tan buena acogida, ¿puede terminar acabando en las estanterías sexistas de muchas jugueterías? “Nosotras vamos a decidir dónde y cómo se vende. De momento, lo primordial es editar los juegos que nos han pedido y dejaremos unos cuantos más para vender desde nuestra web. Ya nos han contactado algunas librerías donde nos apetece mucho que esté el juego porque además hacen las cosas muy parecidas a cómo las hacemos nosotras. Nuestro objetivo no es lucrarnos, desde luego, sino autogestionar nuestra radio en la que participamos por amor al arte. No queremos perder de vista el juego y que esté en cualquier parte por el mero afán lucrativo”, concluyen las integrantes de Sangre fuscia, a quienes se les queda corto el violeta: “Con el fucsia queremos rendir homenaje a las genealogías feministas y de pensamiento crítico y activismo que nos atraviesan. El violeta no nos bastaba, entonces hemos hecho una mezcla con el negro del anarquismo, el rojo del comunismo, y el arcoiris que incluye a las identidades LGTBQI+”. Son, como ellas mismas se definen, la víscera, el puñetazo, la hemorragia.