OTRAS NOTICIAS | Política
Mariano Rajoy evita hurgar en la herida del PSOE
El candidato a ser investido presidente del Gobierno ha realizado un discurso de perfil bajo y tono conciliador: "Debemos asumir la necesidad de diálogo, no como un peaje incómodo, sino como una oportunidad de consolidar reformas amplias y duraderas".
El presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha realizado un discurso durante la sesión de investidura muy conciliador y ha evitado incidir en la enorme herida abierta en el PSOE tras la decisión de abstenerse para favorecer su nombramiento como presidente. En una intervención de perfil bajo, Rajoy ha tendido la mano al resto de formaciones para sacar adelante una legislatura con muchos y muy variados retos.
Rajoy, consciente de que el PSOE vive unos momentos convulsos, ha echado un capote al partido socialista minimizando la importancia de abstenerse en su sesión de investidura: «Esto no supone que se fuerce la voluntad de nadie, ni que nadie tenga que renunciar a sus principios. La excepcionalidad de las circunstancias exige que se dejen a un lado todas las confrontaciones ideológicas y se sumen los esfuerzos».
El líder del PP ha asegurado ser consciente de la situación de gravedad vivida durante estos meses sin gobierno y también de la nueva etapa política que se abre. «Debemos asumir la necesidad de diálogo, no como un peaje incómodo, sino como una oportunidad de consolidar reformas amplias y duraderas», ha afirmado Rajoy, quien ha establecido como prioridades para 2017 fijar los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública, así como el límite de gasto no financiero del Estado.
El presidente en funciones ha realizado una pequeña mención a la corrupción, que estos días vuelve a ser noticia por el juicio del caso Gürtel. El líder conservador ha asegurado que aprobará un conjunto de medidas con el apoyo del hemiciclo para luchar contra esta lacra, pero ha añadido una coletilla que ha provocado el único momento de murmullo y protestas de la sesión: «Realizo esta invitación desde la humildad y el reconocimiento de los casos que han protagonizado personas de mi partido, pero también desde la certeza de que en este campo nadie puede presumir de infalibilidad».
La bancada socialista ha asistido al discurso del PSOE con caras largas y con una tensión evidente. Su último secretario general, Pedro Sánchez, ha acudido al Congreso anunciando que votaría no a Rajoy en la sesión de mañana, pero sin aclarar si ése será el sentido de su voto en el decisivo día del sábado. Su negativa se uniría, en caso de producirse, a la de los siete diputados del PSC y de Susana Sumelzo, Margarita Robles y Zaida Cantera, quienes ya han anunciado que romperán la disciplina de voto a pesar de la carta de advertencia que Antonio Hernando, como portavoz del grupo socialista, ha enviado a todos los diputados negando que puedan acogerse a la cláusula de conciencia.