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Spiriman: “Han aprovechado el ego de los médicos para politizar la sanidad”
Ni el 'No a la guerra', ni la reforma laboral, ni el 15-M (juntos) reunieron a tantas personas en las calles de Granada como el domingo. Convocada por Jesús Candel, la manifestación contra la fusión hospitalaria de la Junta fue la más numerosa en la última década de la ciudad.
Hoy Jesús Candel no tiene guardia. Va camino de una tienda de sprays. En unos minutos ha quedado con El Niño de las Pinturas para graffitear el local donde Spiriman dibuja sonrisas, a diario, en la cara de los más pequeños. Jesús Candel es médico. Spiriman, un personaje idealista. Ambos son la misma persona. El primero lucha desde dentro para que la sanidad pública sea de verdad sanidad pública. El segundo, con gafas de sol, gorra y un «Yeah!» como grito de guerra, ayuda a los niños con dificultades a ser felices a través del Spiribol, un juego que le enseñó su abuelo. El pasado domingo, Jesús Candel y Spiriman juntaron sus fuerzas y sacaron a la calle a más de 40.000 personas en protesta por el plan de fusión hospitalaria desarrollado por la Junta de Andalucía en Granada, cuyo principal problema es el reparto de las especialidades por centros de la ciudad a varios kilómetros de distancia.
Ni el ‘No a la guerra’, ni la reforma laboral de Rajoy, ni el 15-M (juntos) reunieron a tantas personas en las calles de Granada como el pasado domingo. Fue la manifestación más numerosa en la última década de la ciudad andaluza. «Ocurrió lo que soñaba, lo que deseaba, me volqué en esta historia y ha sido demasiado. Por la respuesta en las redes sociales, esperaba unas 20.000 o 25.ooo personas. Pero es que más que la cantidad, lo impresionante fue el ambiente que se respiraba. Había gente llorando. Era como si empezáramos algo, un chute de energía. He hablado con el corazón y la gente piensa lo mismo. Claro que es posible, joder. Hay esperanza», dice con la misma pasión que pone en sus vídeos, con miles de reproducciones.
Primero quiso ser director de cine. Luego, profesor de educación física. Pero un día, después de sacar una magnífica nota en selectividad -«En el examen de Matemáticas me copié de una compañera», admite-, su padre lo cogió por banda y se matriculó en Medicina. Fue decepcionante el primer año de carrera porque, afirma, se encontró con todos los empollones a la vez: «Yo me mareaba viendo un dedo cortado». En el segundo, apareció la que hoy es su mujer -«ella sí es médica de vocación»- y lo encarriló hacia el Spiriman que siempre había llevado dentro: «Me dijo que yo tenía don de gentes, capacidad de empatizar y que tenía que canalizar todo eso. Durante mi residencia en Motril también me dijeron que era un buen médico de urgencias, rápido».
De ese empuje nació la Fundación Spiribol, a la que -asegura- han aportado financiación futbolistas como Iniesta, Hierro y Pujol o personalidades de la cultura como Sara Baras y el Gran Wyoming. «Yo pensaba que había que pedirle dinero a los ricos. Y como no recibo subvenciones, siempre han intentado atacarme», denuncia. «Yo sólo quiero ayudar, hostia. ¿Eso es malo? Los políticos no entienden que haya gente que pensemos en los demás porque la mayoría de ellos no piensan en los demás», prosigue. A él le han dicho de todo: desde perroflauta a Che Guevara, desde líder de Podemos a líder del PP. «Después de mi primer vídeo, llamaron a un compañero cirujano, Fidel, y le dicen ‘oye, lo queremos fichar para el partido, que nos puede ayudar a todos’. El partido es el PSOE». «Y en la vida voy a formar parte de ninguno. Aquí en Granada, en tres años se han cargado la idea de hacer dos buenos hospitales con la opinión en contra de todos los profesionales. Ha habido recortes, cosas muy mal hechas, con irregularidades… Y ya está bien».
¿Cómo es un día en urgencias? «Horroroso. Ves la falta de personal, que no dispones de enfermeras, que aumentan los pacientes, que no hay sitio, que dejas a las personas en los pasillos con patologías muy graves y las tienes que derivar a otro hospital para que sean atendidas. ¡Con los pedazos de hospitales que teníamos! Es horroroso». ¿Y por qué se ha llegado a esa situación? «Porque nos han robado, han recortado y lo han hecho muy bien. Han aprovechado el ego de los médicos para politizar la sanidad. Hay muchos compañeros que son del partido. No, hombre, no. No se puede nombrar a un jefe de servicio porque sea del partido, sino porque sea el mejor médico. Aquí se ha creado, además, una red clientelar».
La Consejería de Salud ha dicho que toma nota de la protesta y estudiará cómo hacer satisfactorio el cambio. «Que no nos tomen más el pelo», concluyeron Jesús Candel y Spiriman al cierre de la manifestación el pasado domingo. «Necesitamos a gente idealista. No nos tenemos que aguantar. El mundo no es así», reflexionan este martes a pocos metros de la tienda de sprays.