OTRAS NOTICIAS | Sociedad
Barcos tripulados por mujeres contra el bloqueo a Gaza… y el patriarcado
Las tripulantes del Zaytouna y el Amal partirán mañana del puerto de Barcelona en un viaje que durará unas tres semanas y que tendrá dos paradas
Turistas y vecinos pasean bajo el sol de la tarde por el puerto viejo de Barcelona mientras veleros y barcos de lujo se mecen suavemente en un mar en calma. Huele a gofre de chocolate y a granizado. Un escenario lúdico en el que podrían pasar desapercibidas, atracadas en uno de los muelles, dos pequeñas embarcaciones si no fuera porque atraen a grupos de curiosos, periodistas y activistas. Algunas banderas palestinas los delatan: es una nueva “flotilla”, una de esas expediciones que, año a año, intentan romper el bloqueo que Israel impone sobre Gaza tratando, simplemente, de llegar a sus costas. Sin violencia y sin armas. Sólo navegando.
Los tripulantes del Zaytouna y el Amal partirán mañana del puerto de Barcelona en un viaje que durará unas tres semanas y que tendrá dos paradas. Una será en Córcega y la otra aún no se ha hecho pública. Por seguridad, explican. Los activistas suelen turnarse para montar guardia día y noche y evitar cualquier sabotaje. Sin embargo, este año lo que más llama la atención es que, pese al tópico del marinero, en la tripulación son todo mujeres.
La capitana de una de las embarcaciones, la australiana Madeleine Habib, camina por cubierta de un lado al otro organizando detalles. “Necesito una ducha y una cerveza”, confiesa. Esta marinera experimentada ha comandado barcos mucho más grandes, en acciones de protesta para entidades como Greenpeace. Ya tiene ganas de partir hacia Gaza. La coordinación entre activistas de todo el mundo ha sido costosa. “Lo más complicado ha sido la burocracia, la organización, la financiación y toda la puesta a punto. Ahora queda sólo echarse a la mar”, afirma.
En esta edición se ha optado por un barco sólo de mujeres para visibilizar su papel en la lucha y para ayudar a sus compañeras palestinas desde un punto de vista feminista y de empoderamiento. Lo explica Ellen Huttu, portavoz de la organización en Suecia, quien estuvo a bordo de la flotilla el año pasado y que se unirá también a esta expedición. “Hemos decidido poner el foco en la situación de las mujeres porque a menudo no son reconocidas cuando son las que logran que la sociedad funcione”, reivindica. “Hacen frente directamente a la ocupación, cuidan de sus hijos, cruzan check–points para llevar a sus niños al colegio, solventan problemas como la falta de agua potable”, enumera.
Huttu cree que aparecerán sorpresas y obstáculos por el camino pero asegura que están trabajando duro para poder hacer frente con éxito a cualquier imprevisto. Sus compañeras en la tripulación son de Estados Unidos, Canadá, Australia, Suecia, Noruega, España, Palestina e incluso Israel, entre otros países. En total, 30, una quincena en cada velero. Para Huttu lo más difícil ha sido encajar el proyecto. “El año pasado la campaña se organizó de manera local, mientras que en esta ocasión hemos tenido que hacer más gestiones, reuniones por videoconferencia teniendo en cuenta diferencias horarias muy variadas”, profundiza. Sin embargo, mira el barco y sonríe: “El simple hecho de tener ya los barcos aquí es una satisfacción muy grande”.
No hay ninguna diferencia entre un barco tripulado por mujeres y otro por hombres. Así lo defienden ellas. “En términos prácticos es lo mismo, lo único que cambia es de puertas para afuera. Lo que estamos haciendo no es natural para mucha gente, por eso también es muy importante que lo hagamos”, analiza. También apunta a las dificultades para encontrar a la tripulación. “Hay muchas marineras muy experimentadas pero ha sido difícil encontrarlas. Están ahí, pero es así, ha sido más complicado”, reconoce. La lucha es, por tanto, por los derechos de las mujeres palestinas pero también por las occidentales. “No hay igualdad entre hombres y mujeres. Las mujeres tienen que luchar para abrirse paso y tener éxito en este tipo de cosas.