Política
Rajoy se presenta como la opción más viable con un discurso “continuista y soporífero”, según la oposición
El presidente del Gobierno en funciones ha desplegado un discurso plano y sin sobresaltos en el que todo parecía haberse oído antes en incontables ocasiones
No ha habido sorpresas ni golpes de efecto de última hora en una sesión de investidura que comienza fallida y terminará fallida. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha desplegado un discurso plano y sin sobresaltos en el que todo parecía haberse oído antes en incontables ocasiones. Ha comenzado presentándose como la única opción “viable” para gobernar, impulsor de un ejecutivo “moderado” frente a cualquier “aventura de radicalismo, ineficacia e incertidumbre”, en referencia a un hipotético pacto entre Podemos y PSOE.
Rajoy ha vuelto a echar mano, en este punto, del miedo a la sanción con el que Bruselas ha amenazado a España por incumplimiento del déficit, y que no se podría pagar sin un gobierno en marcha. “España necesita con urgencia un gobierno”, ha enfatizado. También ha loado los supuestos logros de su Ejecutivo y ha alertado de que sacar al PP podría implicar “evolucionar a peor”. “España está creciendo a un ritmo que es más del doble del conjunto de la zona euro”, ha defendido.
El borrado de los grises ha sido la constante en su intervención, en la que también ha asegurado que los resultados electorales han dejado patente que “los españoles han señalado con claridad la preferencia por el PP y no hay alternativa viable”. Rajoy se ha encomendado a la necesidad de aparentar “solidez” y “fiabilidad” de cara a los mercados, en no despertar “incertidumbres” ni “recelos”, para no volver a los tiempos en los que “estuvimos al borde del colapso”.
Un pacto por la unidad de España
No ha habido prácticamente pasión en su declamación hasta el tema del independentismo catalán, al que ha llegado tras una batería de compromisos de pactos en muy diferentes áreas, como la económica, la educativa o la violencia machista, donde ha remarcado como logro que su Gobierno no ha indultado a ningún maltratador. Ha apelado a la soberanía de la nación española “en su conjunto”. “El único pueblo soberano es el pueblo español. Nada puede menoscabar ese fundamento sobre el que se basa todo nuestro sistema democrático”, ha espetado.
Rajoy ha prometido el impulso de un “pacto por la unidad de España y en defensa de la Constitución”. “Los españoles llevamos formando parte de la misma nación desde hace siglos”, ha defendido, “mezclando nuestras sangres y nuestros destinos”. En total, hasta 15 referencias a la unidad de España por cinco a la corrupción en su partido.
El discurso de un “burócrata”
Tras la conclusión del discurso del presidente en funciones, representantes de los dos principales partidos de la oposición, Antonio Hernando (PSOE) e Íñigo Errejón (Podemos), han criticado el tono y el contenido del mismo. “Hemos asistido al discurso de un candidato cansado y de un proyecto político agotado, continuista, casi el de un burócrata haciendo un resumen”, ha sintetizado Hernando, quien ha asegurado que Rajoy “no ha dado ninguna razón a los socialistas para depositar la confianza en su proyecto”.
Por su parte, Errejón, ha destacado el “tono soporífero” de un discurso “que no tenía como intención convencer a nadie”, de un “proyecto continuista” que sí tenía, en cambio, el objetivo “de que España se resignara”. “Ha dedicado media hora a explicar que no hay ninguna alternativa a su gobierno”, ha afirmado, y ha denunciado que el presidente en funciones no ha apelado a la desigualdad que viven los ciudadanos. “Ha hecho referencia a la soberanía del pueblo español sólo para profundizar en el enfrentamiento entre territorios. No se acordó de ella cuando apoyó el cambio de la Constitución [para imponer un techo de gasto]”, ha lamentado.