OTRAS NOTICIAS | Sociedad
La trata de mujeres rumanas en España: una historia de engaños y abusos
Las que vienen de este país del este de Europa representan el grupo más numeroso, el 34%, del total de víctimas de las que tiene constancia el Estado, que asciende a 1.428. La Fundación SURT les da voz en un informe que denuncia el maltrato.
BARCELONA // “A veces, cuando me acuerdo, preferiría seguir comiendo de la basura o hacer adobe o buscar chatarra. Yo estaba feliz […] Me gustaría poder volver los años atrás, me daría igual la pobreza. Solamente estar con mis hermanos y con mi madre”. Éste es uno de los duros testimonios que la Fundació SURT, en colaboración con otras entidades europeas, ha recogido en un informe sobre la trata de mujeres rumanas en España. Las que vienen de este país del este de Europa representan el grupo más numeroso, el 34%, del total de víctimas de trata de las que tiene constancia el Estado, que asciende a 1.428.
La mayoría llega a España en una travesía que incluye engaños y abusos de todo tipo y que juega con las esperanzas de muchas jóvenes rumanas de salir de la pobreza o aspirar a una mayor calidad de vida. La media de edad se sitúa en los 28, aunque el grupo más numeroso lo hace en los 25. Además, alertan desde la fundación, existe una “realidad invisible”: la de las menores de edad, que no aparecen en los datos oficiales, explican, porque son explotadas durante varios años hasta que son identificadas.
En el informe, que incluye entrevistas a varias víctimas de la trata con fines de explotación sexual, aparecen testimonios que dan cuenta de la magnitud de los abusos. “Ahí [en Estambul] fui vendida cinco veces de chulo a chulo”; “Me proponen venir a España a una recogida de fruta. […] Y nos encontramos con lo contrario”; “Si no traes dinero no comes y encima te pegan una paliza”; “Me pegó, me dio con los pies en las costillas y de los pelos y yo me callaba”.
Las mujeres sometidas a este tipo de explotación sufren, por parte de sus proxenetas, retenciones de documentos de identidad, privaciones de alimentos, reclusión, privación de libertad de movimiento o vigilancia constante, entre otras formas de violencia, que pueden llegar a la violación. En este sentido, tal y como apunta la Fundació SURT, estas víctimas lo son también de la “violencia machista estructural”. “Los roles de género tradicionales que encontramos en las premisas del amor romántico están directamente relacionados con la vulnerabilidad de las jóvenes a la trata”, explican en el documento.
La organización acaba el informe con una serie de recomendaciones, como la de mejorar la sensibilización social con este fenómeno o una mayor coordinación entre ONG y Policía para detectar el tráfico pero también con entidades en los países de origen, en este caso Rumanía. La campaña #DeRomaniaALaTrampa, de la Fundació Surt, pretende desterrar «el estereotipo de víctima pasiva y sumisa» ya que, como se explicita en la investigación, «son agentes activas, movidas por la voluntad de lograr objetivos, pero que, engañadas, encuentran, una vez fuera de Rumanía, sus expectativas del todo frustradas y sufren múltiples violaciones de derechos humanos».
Conozco a una que ejerció por propia voluntad cuando se vino conmigo lo dejo físicamente pero
La mentalidad de estoy con un hombre que me compra casa no se le fue nunca descubrí una persona súper interesada ambiciosa a costa de alguien me desplomó y se fue en busca de otro tonto.narcisismo a rabiar .es mi experiencia de ocho años
En España hay mucha prostituta rumana trabajando en clubs o en la carretera, pero muchas sabian a lo que venian mientras unas pocas han venido engañadas.
Cuantos rumanos gitanos hay en españa