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Airbus, Finmeccanica y Thales, los fabricantes de armas que más se enriquecen con la crisis de refugiados
Un informe elaborado por el Centre Delàs, TNI y Stop Wapenhandel denuncia que la industria armamentística saca rédito de las migraciones generadas por las guerras. Las tres grandes empresas del sector ingresaron 95.000 millones de euros en 2015.
GEMMA GARCÍA // Helicópteros, sistemas de comunicación o radares son algunos de los productos que comercializan Airbus, Finmeccanica y Thales, las empresas que se embolsaban más beneficios a través de la seguridad de fronteras. Durante el año 2015, ingresaron un total de 95.000 millones de euros. El informe Guerras de Frontera, elaborado por el Centre Delàs, TNI y Stop Wapenhandel, no sólo apunta a que las corporaciones se enriquecen con la política de control de las fronteras, sino que subraya que, al mismo tiempo, son las que, con la venta de armas, contribuyen a alimentar los conflictos que causan los flujos migratorios. Crear crisis y beneficiarse de las mimas. Les siguen Indra y Safran, que también son receptoras principales de financiación de la UE para tecnología de la información de fronteras.
Robert Havas, vicepresidente de Desarrollo de Negocios de Seguridad de Airbus (la multinacional aeronáutica con sede en Francia), escribió en 2008: “Con el crecimiento de la Unión Europea mediante la adhesión de nuevos Estados miembros, la seguridad de fronteras es un área enorme para el desarrollo I+D y un mercado muy prometedor”. Tenía razón porque, tal como recoge el informe, este mercado está en pleno auge: su volumen de negocio se estima en unos 15.000 millones de euros en 2015 y se prevé que aumente hasta superar los 29.000 anuales en 2022.
Al mismo tiempo, crece el negocio de las armas, especialmente las ventas en Oriente Medio y el norte de África, de donde provienen la mayoría de las personas refugiadas. Las exportaciones globales en Oriente Medio ha aumentado un 61% entre 2006-2010 y 2011-2015; entre 2005 y 2014, los Estados miembros de la UE otorgaron licencias de exportación de armas en dos áreas por un valor de más de 82.000 millones de euros.
Se calcula que la inversión de la UE en medidas de seguridad a las fronteras será de 4.500 millones de euros entre 2004 y 2020 y Airbus se lleva buena parte de los contratos de financiación para investigación en seguridad. Ingresa alrededor de 200 millones de euros anualmente. Además de abundantes contratos con Rumanía y Francia, la Guardia Civil española también figura entre su cartera de clientes, concretamente, para contribuir al control de las migraciones en las Islas Canarias, las Islas Baleares y Gibraltar. Varias policías fronterizas usan sus helicópteros y, junto con Israel Aerospace Industries, ha desarrollado y comercializa el UAV Harfang, “probado” por Israel en Gaza, especifica el informe.
El grupo francés Thales, que introdujo un dron para la vigilancia de las fronteras en 2012, ejerce fuertes presiones en Bruselas que obtienen resultados: es la empresa que se ha llevado más proyectos de investigación y desarrollo financiados por la UE, un total de 18 en solitario y 8 más en alianza con la italiana Finmeccanica. En 2015, también ganó un contrato con la Guardia Civil española para suministrar dos unidades térmicas móviles. Ha desplegado un sistema de sensores y comunicación para la seguridad fronteriza en Letonia y corrió el rumor -sin que se haya confirmado- de que es la encargada de construir el muro entre Túnez y Libia.
Finameccanica, que desde abril de 2016 ha pasado a llamarse Leonardo, está salpicada por la corrupción: comisiones ilegales y dinero negro. Panamá fue parte en un juicio por un posible soborno a las autoridades del país, pero, finalmente, el pasado febrero, retiró su demanda y ha retomado las relaciones comerciales. Actualmente, la policía tributaria italiana está examinando el contrato con Argelia por la compra de 15 helicópteros A-109.
Las tres grandes del negocio fronterizo tienen una gran influencia en las instituciones europeas y se agrupan, como muchas otras, en el grupo de presión Organización Europea para la Seguridad (EOS, por sus siglas en inglés), que preside Santiago Roura, director general de Estrategia de Indra hasta el pasado septiembre, cuando fue cesado e incluido en el sumario de la trama Púnica. A modo de ejemplo, el informe explica que, en 2003, los directores ejecutivos de Thales, BAE Systems y EADS escribieron una carta abierta para proponer la creación de una agencia de defensa europea que, finalmente, se creó en julio de 2004, después de consultar expertos que precisamente trabajaban para las mismas empresas. Durante los últimos cinco años, Airbus ha gastado como mínimo 7,5 millones de euroos en actividades de lobby; Finmeccanica y Thales, más de un millón; Indra, casi 1,5, y la francesa Safran, más de dos millones de euros.
El privilegio de Israel
“Las compañías israelíes son las únicas no europeas que reciben fondos de investigación”, especifica el informe. Gracias a un acuerdo entre Israel y la UE de 1996, tienen un campo amplio por recorrer y han participado en el refuerzo de las fronteras de Bulgaria y Hungría, además del muro entre Cisjordania y la frontera de Gaza con Egipto.
La israelí Rbtec Electronic Security Systems fue seleccionada por el Frontex para participar, en 2014, en el taller sobre Sensores y plataformas de vigilancia de fronteras. Elta, filial de Israel Aerospace Industries, está en contacto con varios gobiernos europeos por el sistema de Patrulla fronteriza virtual y, en 105, Suiza compró seis vehículos no tripulados Hermes 900 a la empresa Elbit, el mismo modelo que usa Israel para atacar a la población palestina.
Las organizaciones autoras del informe tildan de “cínica” la combinación del negocio armamentístico con el fronterizo y piden a la UE que establezca embargos de armas en Oriente medio y el norte de África y que ponga fin a la participación militar en la región para invertir en prevención y resolución de conflictos.
Artículo publicado originalmente en La Directa.