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Silvia Barquero (PACMA): “Unidos Podemos nos hubiera invisibilizado”
Con casi 285.000 votos en el Congreso y 1,2 millones en el Senado, PACMA es la primera fuerza extraparlamentaria. Su presidenta, Silvia Barquero, habla sobre los resultados electorales, la negativa de su partido a confluir con Podemos y el futuro del movimiento animalista.
Silvia Barquero se confiesa «agotada». Ha sido una campaña maratoniana y, sin embargo, los kilómetros recorridos y las centenares de entrevistas concedidas no consiguen minar su pasión y entusiasmo a la hora de hablar de los logros conseguidos por el Partido Animalista (PACMA). Sus 283.845 votos en el Congreso y 1.200.00 en el Senado lo han convertido en la fuerza extraparlamentaria con mayor número de votos, por encima de formaciones como Bildu o Coalición Canaria y rozando a otras como el PNV. Pese a ello, la ley electoral vuelve a dejarlos fuera del hemiciclo.
Silvia atiende a La Marea en la sede de PACMA, una pequeña oficina ubicada en la céntrica calle Preciados de Madrid en la que nos reciben tres cariñosos perros. El sonido de las pezuñas sobre el parqué es tan habitual aquí como el de las teclas del ordenador.
La actualidad manda: hablemos de la reciente decisión de la Junta de Castilla y León de denegar la autorización del Toro de la Vega. ¿Es el fin definitivo de esta fiesta?
Sí. Se acabó el Toro de la Vega, completamente. Desde el mes de septiembre, cuando hicimos la manifestación en una Puerta del Sol llena, que significó un hito para el movimiento de los animales, iniciamos una ronda de contactos con todos los partidos en Castilla y León. Les transmitimos que había que dar pasos, que existe unanimidad en la sociedad en el rechazo al Toro de la Vega. Y todos han parecido entenderlo. Incluso el PP dio signos de estar dispuesto a adaptar la norma a la actualidad, por lo que decidimos tirar de ese hilo y presentamos la propuesta de prohibición. Estábamos esperando a que la Junta tomara esta decisión, que ha terminado de ser la evidencia de que no lo van a autorizar.
No habrá Toro de la Vega tal y como lo hemos conocido hasta ahora. ¿Pero existe la posibilidad de que hagan otro festejo similar?
Ni lo van a alancear ni lo van a matar en público, porque ya no pueden hacerlo. Lo que sí podrían hacer es un encierro en el campo, como los cientos que se realizan en Castilla-La Mancha y Castilla y León. En cualquier caso, lo consideramos el primer paso de una larga lucha. La realidad es que a todos los toros en todos los encierros se les da muerte, o bien en una plaza de toros o bien en el matadero. Por eso estamos en contra de todos los festejos populares taurinos.
Da la sensación de que éste ha sido un éxito de PACMA, pero detrás hay mucha gente…
En buena parte sí es un éxito de PACMA, pero es cierto que ha habido otros actores. Y, sobre todo, hemos contado con el apoyo de la mayoría de la sociedad. Lo considero un éxito de PACMA en el sentido de que durante 11 años hemos estado haciendo campaña contra el Toro de la Vega, documentando lo que allí sucedía y presionando a nivel social y político. Pero sabemos que hay muchísima gente implicada: es un éxito que todos tenemos que celebrar.
En los días previos a las elecciones se escuchaban frases como: «Estoy harto de los políticos, voy a votar a PACMA». ¿Cree que su partido despierta una simpatía especial entre gente cansada de la clase política, pero no necesariamente animalista?
Es posible que hayamos capitalizado una pequeña parte de ese voto de protesta. Pero creo que una amplísima mayoría de la gente que nos ha votado lo ha hecho porque tiene una sensibilidad especial hacia los animales. Por muy harto que esté de la clase política, un taurino nunca va a votar al PACMA.
Echemos un vistazo a los resultados electorales. Han obtenido muchos votos, y a pesar de ello no se entra en el Parlamento. ¿Hay satisfacción en las filas de PACMA?
Muchísima. Es un hecho histórico: que consigamos los mismos votos que un partido como el PNV da idea de la relevancia que podemos llegar a tener. Si bien no hemos obtenido representación, consideramos que nuestros votos son útiles para conseguir cambios legales como la prohibición del Toro de la Vega o que no se lanzara la pava en Cazadilla (Jaén) por primera vez en 400 años. Ésa es nuestra razón de ser. Tenemos un doble objetivo: incluir en la agenda política la acción sobre los derechos de los animales, algo que ya hemos conseguido, y lograr cambios legislativos que mejoren la situación de los animales en este país. La representación llegará: por el momento, con estos resultados ya nos hemos asegurado un eurodiputado en las próximas europeas. Y estamos cada vez más cerca de obtener representación en elecciones autonómicas. Tenemos un voto fiel importantísimo, y seguimos creciendo en una tendencia de duplicar resultados en cada convocatoria electoral.
En otros países, como Portugal, el Partido Animalista logró en mucho menos tiempo un escaño en el Parlamento…
Gracias a una ley electoral distinta, lógicamente. Es una ley muchísimo más justa que sí permite esa representatividad y esa traducción de votos en escaños, algo que desgraciadamente no ocurre en España.
¿Dónde está el techo de PACMA? ¿Un escaño? ¿Dos?
Creo que el techo es el millón doscientos mil votos que hemos conseguido en el Senado. Para nosotros, ese número tan importante nos dice por dónde van los apoyos. Ahora nuestro objetivo es traducir esos apoyos del Senado en apoyos en el Parlamento. Por ahora nos proponemos conseguir un diputado, pero por supuesto vamos a conseguir más. Una vez se supere la barrera del 3%, que nos parece terriblemente injusta, creo que podríamos conseguir más diputados.
Mucha gente que no se considera animalista se pregunta qué podría hacer PACMA en materia de política general, más allá de los derechos de los animales.
Si bien es cierto que el PACMA tiene como objetivo incluir los derechos de los animales en la agenda política, hay una línea continua en las propuestas que llevamos en el programa electoral, que están divididas en tres grandes bloques: defensa de los animales, del medio ambiente y de la justicia social. Y hay una línea continua en el sentido de que buscamos un mundo más justo. Hemos hecho propuestas en materia de cambio climático, que es la principal amenaza planetaria, respecto a la necesidad de un cambio de modelo productivo hacia las energías renovables… En nuestro país no se están valorando propuestas que son de sentido común.
Esa lucha por la justicia social y en defensa del medio ambiente se identifica tradicionalmente por la izquierda. Sin embargo, el PACMA ha insistido siempre en la transversalidad y en no posicionarse claramente en el arco ideológico…
Yo dejo a los electores que decidan qué somos. Defender la justicia social es un concepto bastante universal en el que tienen cabida personas de todo tipo. Nuestras propuestas, como la educación y la sanidad universal y gratuita, son fácilmente asumibles.
Pero seamos claros: no todos los partidos las defienden por igual…
Sé a lo que te refieres. Pero te llevas muchas sorpresas: en el tiempo que llevo trabajando en PACMA he aprendido muchas cosas. Un ejemplo: la iniciativa para acabar con el Toro de la Vega la ha llevado el PP, cuando hemos estado años y años presionando al PSOE.
Quizás porque, siendo el alcalde de Tordesillas del PSOE, era una manera de presionar. No se caracteriza el PP por ser precisamente animalista ni antitaurino…
Claro, pero ellos sabrán. El PSOE ha perdido una oportunidad grandísima de ganar reputación y votos a nivel estatal, aunque hubieran perdido la alcaldía.
Hablando de oportunidades perdidas, mucha gente cree que fue un error no confluir con Unidos Podemos, dado que eso hubiera garantizado una presencia en el Parlamento que, a la postre, habría sido mucho más útil para defender a los animales.
Sé que ha habido una gran polémica con este tema, sobre todo en el entorno animalista. Lo he vivido en las redes sociales. Pero creo que con los resultados que hemos obtenido hemos demostrado que merece la pena continuar en solitario y recabar el apoyo de muchísima gente que, de otro modo, a lo mejor no nos hubiera apoyado. Lo que se está diciendo ahora de que dos y dos no siempre suman cuatro nos la podríamos aplicar a nosotros. Hubiera sido un gran riesgo ir en coalición con un partido que no ha dicho ni una sola palabra sobre derechos de los animales en toda la campaña. Nos han dejado a nosotros el testigo de incluirlos en la agenda política.
¿El punto de fricción fundamental fue la abolición de la tauromaquia, frente a la retirada de las subvenciones, como defiende Podemos?
Es que es un punto de partida mínimo, ni siquiera el objetivo último. Demuestra una gran falta de valentía política no pedir la abolición de la tauromaquia cuando es algo que está demandando la sociedad. El grito de los defensores de los animales cuando se habla de esta cuestión es «Tauromaquia abolición», no el fin de las subvenciones. Me sorprende que algunos defensores de los animales hayan adoptado ese discurso, porque nos estamos vendiendo por cuatro perras. Ese es el argumento de la gente que no tiene ninguna intención de acabar con la tauromaquia. Nosotros apostamos por abolirla. Dicho esto, ¿qué sentido tiene que nosotros vayamos dentro de una coalición que ni siquiera va a dar cabida a ese tema? Creo que Unidos Podemos nos hubiera invisibilizado, lo que hubiera hecho un flaco favor a la causa que defendemos. Considero al PACMA un proyecto maduro y serio, listo para llegar a obtener representación en las instituciones sin tener que ir de la mano de ningún otro partido político. No somos el hermano pequeño de nadie.
Dentro de Podemos, hay quien asegura que se ha conseguido más en un año en las llamadas ciudades del cambio que durante los 13 años de vida del PACMA.
No es cierto. Hay decenas de municipios del cambio que han apoyado económicamente la tauromaquia y otros tipos de explotación animal, pero no ha interesado publicitarlo. A la izquierda le ha interesado dar publicidad a aquellas ciudades que se han declarado «amigas de los animales». Pero eso, ¿realmente en qué consiste? ¿Qué clase de compromiso es? Es papel mojado. Todo lo que no vaya en una legislación no va a significar un cambio sustantivo para los animales. Nosotros estamos aquí para empujar a los partidos políticos a que tomen medidas valientes. La defensa de los derechos de los animales no debería estar asociada a ninguna ideología concreta. Porque estás impidiendo que personas que a lo mejor no se han planteado determinadas cosas lleguen a hacerlo. Todos hemos seguido un proceso para llegar hasta aquí. Yo me considero una persona de izquierdas, pero no entiendo que PACMA tenga que tener una bandera política.