DESTACADOS 2LVL | Política
Preguntas y respuestas sobre el sistema electoral español
¿Ha llegado la hora de reformarlo? El debate está sobre la mesa y los partidos lo llevan en sus programas de una u otra manera, lo que hace prever que se abordará antes o después durante la próxima legislatura.
El sistema electoral español lleva años siendo puesto en entredicho por muchos ciudadanos. También por algunos de los partidos que integran las Cortes, que entienden que su diseño siempre obedeció a una intencionalidad clara: favorecer al bipartidismo y, por extensión, perjudicar a la pluralidad. Sus defensores argumentan que es útil para lograr una mejor representatividad y favorecer la estabilidad política. Sin embargo, y dada la imposibilidad de formar gobierno tras el pasado 20 de diciembre, este último punto parece haberse desmoronado.
¿Ha llegado la hora de reformar el sistema electoral? El debate está sobre la mesa y los partidos políticos lo llevan en sus programas de una u otra manera, lo que hace prever que se abordará antes o después durante la próxima legislatura. Hoy recordamos en La Marea las características esenciales del sistema:
¿Cómo se reparten los escaños?
Para determinar los 350 diputados que integran el Congreso se establece una división territorial en 52 circunscripciones: las 50 provincias españolas más Ceuta y Melilla. Cada circunscripción tiene asignado un determinado número de diputados distinto, desde el diputado de circunscripciones como Ceuta y Melilla o los dos de Soria a los 36 de Madrid o los 31 de Barcelona. Todo ello supone un total de 102 escaños. Los 248 restantes se reparten de manera proporcional a la población.
¿Qué es la Ley d’Hont y cómo funciona?
Creado en el s. XIX por el jurista belga Victor d’Hont, se trata de un sistema de cálculo proporcional que divide el número de votos para cada partido entre el número de cargos electos de cada circunscripción. En España, la aplicación del sistema d’Hont excluye a las candidaturas que no hayan obtenido, al menos, el 3% de los votos. Con el resto, se ordenan de mayor a menor, en una columna, los votos obtenidos. Se divide el número de votos obtenidos por cada candidatura por 1, 2, 3, etc., hasta un número igual al de escaños correspondientes a la circunscripción. Los escaños se atribuyen a las candidaturas que obtengan los cocientes mayores, atendiendo a un orden decreciente. Además de en España, la Ley d’Hont se utiliza en países como Francia, Bélgica, Finlandia, Austria, Irlanda, Argentina o Japón.
¿Valen lo mismo todos los votos?
No. En las circunscripciones que eligen un mayor número de diputados, como Madrid o Barcelona, son necesarios muchos más votos para lograr un representante. Un ejemplo: en Madrid, cada partido necesita 100.595 votos para lograr un diputado, mientras que en Soria sólo son necesarios 26.105 sufragios. Las cinco provincias con mayor censo, Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y Sevilla, eligen al 30% de los diputados.
¿Cómo hubiera quedado el Parlamento con un sistema de circunscripción única?
Fue uno de los asuntos más analizados tras las pasadas elecciones del 20-D. Tomando como referencia los resultados de aquella convocatoria, si para conseguir un escaño hiciera falta el mismo número de votos (69.874) para todos los partidos, manteniendo el método actual para el reparto de escaños, el resultado hubiera sido sustancialmente distinto. PACMA y UPyD hubieran obtenido representación parlamentaria, con tres y dos diputados respectivamente. PP y PSOE verían reducido su número de escaños: 19 menos en el caso del primero, 11 en el del segundo. Y Podemos e Izquierda Unida serían los grandes beneficiados. Los de Pablo Iglesias tendrían 4 diputados más, mientras que IU subiría de 4 a 13.
¿Cuándo se diseñó el sistema electoral y por qué?
La base de nuestro actual sistema electoral se encuentra en el gobierno de Carlos Arias Navarro, antes incluso de la Transición. Después se fijó en la Constitución. De hecho, una de las principales contradicciones del sistema electoral se encuentra en la propia Carta Magna, que establece que el sistema debe ser proporcional y, al mismo tiempo, que los representantes se eligen mediante la circunscripción provincial anteriormente citada, base de muchos de los desequilibrios. Según explica Rafael Escudero, profesor titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid, «lo que buscaban no era garantizar la representatividad, sino la estabilidad. ¿Cómo? A partir de un sistema que primara dos partidos «de centro». Por un lado, UCD (luego PP) y, por otro, el PSOE. Pero a corto plazo lo que buscaban era que el PCE no fuera la fuerza mayoritaria de izquierdas en el parlamento».