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El enésimo juicio contra María Salmerón: “Esto no termina nunca”

Condenada varias veces, indultada y premiada por el Gobierno, esta víctima de violencia machista se ha vuelto a sentar en el banquillo acusada por su expareja, condenado por maltratarla. La Marea asiste al juicio.

-«María, ¿se declara usted culpable o inocente?».

-«Inocente», pronuncia la acusada, de pie, mirando a la jueza.

Es el enésimo juicio al que se enfrenta María Salmerón, víctima de violencia machista que fue condenada en varias ocasiones por un delito de desobediencia al incumplir el régimen de visitas establecido para que su exmarido, condenado previamente a 21 meses por maltratarla durante el matrimonio, pudiera ver a la hija de ambos. La Justicia no entendió que la condena por violencia de género supusiera un obstáculo para que el padre pudiera ejercer sus funciones con la niña. Y una jueza incluso llegó a otorgarle la custodia, posteriormente recuperada por María tras una larga batalla judicial que terminó después de que la menor fuera escuchada en los tribunales. No quería estar con su padre, fue la conclusión. Ahora, María se sienta en el banquillo acusada por su expareja de no haberle pagado los 360 euros mensuales de manutención mientras la niña estuvo con él, un año y cinco meses, de diciembre de 2009 a abril de 2011. Es decir, 6.120 euros.

“Yo le pagué dos meses con el dinero que me prestó mi hermano y luego me lo fueron quitando de la nómina. Yo estaba derrumbada [ante la pérdida de la custodia de mi hija]. Al mes siguiente murió mi padre, que también fue un mazazo. Me era imposible pagar porque tenía que hacer frente a la hipoteca y mantener, además, a la niña, porque aquello era una custodia compartida encubierta. Yo también la tenía que alimentar. Además, tenía embargada la nómina con las multas por el delito de desobediencia y después me fueron embargando por la pensión alimenticia. Yo cobraba 1.200 euros como auxiliar de enfermería”, explica a la fiscal.

María ha sido indultada en dos ocasiones, premiada por el Gobierno y por el PSOE como ejemplo de lucha contra la violencia machista y está pendiente de dos juicios más por desobediencia y otro por denuncia falsa. Este lunes fue arropada por su hermana, dos víctimas de violencia y una representante del Partido Feminista, que se tuvo que ir antes de empezar porque el juicio comenzó con casi tres horas de retraso. «Esto no termina nunca. Lo que me queda a mí todavía de aguantar. Lo que quiere es verme en la cárcel», comentaba María minutos antes, durante la larga espera.  

-«Su marido era maquinista del AVE. ¿Cuánto ganaba?», le pregunta su abogado.

-«Más de 3.000 euros», afirma María, que decide no responder a la acusación.

-«Puede pasar Antonio Domingo Ruiz Daza en calidad de testigo», avisa la jueza. Con un maletín en la mano derecha, entra hasta situarse, de pie, ante el micrófono, junto a su exmujer, ya sentada.

-«Ésta usted obligado a decir la verdad. El falso testimonio es delito», le recuerda la jueza.

-«¿Sabe usted lo que cobraba María?».

-«No», responde Antonio, sin soltar el maletín, a la defensa.

-«¿Cuánto cobraba usted?».

-«No me acuerdo».

-«¿3.000 euros?».

-“Yo cobraba alrededor de 2.000 euros, porque tengo muchas retenciones. [Ella] Pagó dos meses y ya no me pagó más», continúa.

La defensa destaca la rapidez con la que Antonio Domingo Ruiz Daza, que pide un año de cárcel para María Salmerón, denunció y pidió la ejecución del embargo: «No es de recibo que además pida 6.000 euros de indemnización cuando está prácticamente pagado». Según detalló la acusación, con decimales incluidos, queda por ejecutar 1.110,24 euros. 

«Una justicia fuera de tiempo deja de ser justicia. Una situación que en un momento puede ser conflictiva pierde su razón de ser cinco años después. Los hechos enjuiciados a día de hoy dejan de tener la importancia de cuando se produjeron, en una situación transitoria», reconoció la fiscal, que pidió a la jueza atenerse a la mayor objetividad posible.

La defensa de María Salmerón solicita su libre absolución remitiéndose a una interpretación del artículo 227 del Código Penal según la cual la Audiencia Provincial de Sevilla, en una sentencia del 26 de septiembre de 1991, concluyó que no se puede recurrir a lo penal cuando el que tiene que recibir la pensión carece de necesidad. «Con 2.000 euros podía darle de comer perfectamente a su hija sin necesidad de esa solidaridad», sostuvo el abogado de Salmerón. Además, hizo referencia a varias sentencias del Constitucional y del Supremo sobre la dilación de la justicia indebida como atenuante del delito.

-«Queda visto para sentencia», finaliza la jueza.

María sale de la sala antes que su exmarido. Ahora espera la resolución de otros dos indultos y algo con lo que sí sonríe: «La graduación de mi hija, que empieza ya el Bachillerato».

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