‘Mañana’: un documental para cambiar la manera de ver el mundo

Cyril Dion y Mélanie Laurent no eran, en principio, dos personas especialmente preocupadas por el futuro de la humanidad. Al menos, no más que cualquier otro ciudadano con un mínimo de conciencia ecológica. Pero cuando en 2012 tuvieron la oportunidad de leer un informe de la revista Nature que alertaba sobre la posibilidad de que desapareciéramos de la faz de la tierra de aquí a 2100, a fuerza de destruir sistemáticamente nuestro entorno, comenzaron a hacerse preguntas.

Ese es el punto de partida de Demain (Mañana), un sobrecogedor documental que llega este viernes a los cines españoles tras triunfar en su país, Francia. A modo de singular road movie, sus directores recorren los cinco continentes buscando personas y comunidades que han decidido apostar por una manera diferente de hacer las cosas para tratar de conseguir que el futuro sea un lugar en el que podamos vivir y convivir.

La cinta, de una factura excelsa y preciosista, pone encima de la mesa la dudosa sostenibilidad del sistema que los habitantes del planeta hemos creado, especialmente a lo largo del siglo XX. Arrancando con las consecuencias, ya evidentes, del cambio climático y las maneras de combatirlo con prácticas como la ecoagricultura o las energías renovables, y siguiendo con la desigualdad que provoca la globalización y un sistema económico que tiene el crecimiento ilimitado como destructivo horizonte, Mañana pone el foco en iniciativas como las monedas locales o la importancia del consumo de proximidad como clave para obtener un crecimiento económico basado en paradigmas justos y sostenibles.

La película subraya, asimismo, la importancia de la educación y la participación democrática. Respecto a la primera, toma como ejemplo Finlandia, referente mundial en materia educativa. Un país en el que los gobiernos de distinto signo político no discrepan sobre el modelo educativo, y en el que conceptos como la autoridad o la disciplina han sido sustituidos por la cercanía con el profesorado y el desarrollo de capacidades en los niños que van más allá del conocimiento puramente teórico. En cuanto a la necesaria democratización de las sociedades, Mañana pone el foco en el caso de Islandia o pequeñas comunidades de la India en las que la participación de los ciudadanos ha contribuido a crear comunidades más horizontales y justas.

Un fenómeno social

Mañana llega a las salas españolas avalada por un éxito sin precedentes en Francia para un documental de estas características. A pesar de que a su estreno en París, el pasado mes de diciembre, apenas acudieron una decena de personas, el boca a boca lo ha convertido en un auténtico fenómeno de masas: cinco meses después de aquel modesto estreno, un millón de personas han visto la película, que ya se ha distribuido a más de 30 países. Hoy llega a los cines españoles con el firme propósito de convertirse en el mismo fenómeno social que al norte de los Pirineos.