Opinión | OTRAS NOTICIAS

Unidad Editorial: El ERE que no es noticia

"Al leer la noticia del nuevo ERE de Unidad Editorial (propietaria, entre otros, del periódico 'El Mundo') he revivido ese seísmo cerebral infantil de incomprensión absoluta", escribe la autora.

Unidad Editorial agrupa a varios medios de comunicación. FOTO: Unidad Editorial

MADRID// Seis años de mi infancia los crecí en Galicia. De allí me llevé la morriña, la perseverancia y la esforzada resignación ante la vida. Resignación fruto de un clima de tozudez húmeda y hostil. Sólo en ese entorno podía darse una mujer tan fascinante. No recuerdo su nombre ni el de su restaurante pero nunca se me olvidará lo singular de sus maneras. Era una gallega de gesto adusto y malos modos que servía diariamente comidas a los valientes que se atrevían a sentarse a su mesa. No había carta ni menú y por supuesto no se podía reservar.

El ritual consistía en sentarte y esperar a que la dueña se acercara. Ella decidía lo que comerías, sin preguntas, te miraba con rigor médico como calculando la presas necesarias para alimentar a los reptiles del terrario y te informaba de su decisión «Media de pulpo, unos percebes, empanada de xoubas, Ribeiro de la casa y agua para la niña. Chimpún. Manteles de papel y bancos corridos. Te servía con desprecio y te hacía ver que le incomodaba cualquier petición extra. No era lugar para alérgicos ni tiquismiquis. Su única baza, la calidad y el sabor exquisito de lo que fuera que tocara ese día. Siempre terminabas ahíto y con cierto síndrome de Estocolmo. Te maltrataba, te despreciaba y además lo pagabas. Y volvías. Recuerdo que para mi mente infantil era incomprensible tal delectación en un entorno tan desagradable. El sabroso menú aleatorio no me parecía que compensara el trato.

Al leer la noticia del nuevo ERE de Unidad Editorial (propietaria, entre otros, del periódico El Mundo) he revivido ese seísmo cerebral infantil de incomprensión absoluta.

El artículo donde se desarrolla la información no he sabido encontrarlo en el propio periódico afectado. Periodistas que cubren información con libertad e independencia se han olvidado de publicar una que les afecta directamente, de la que tienen todos los datos y con evidente interés informativo, como así ha sido para otros medios. Ni una columna de opinión que, por serlo, no se tiene que plegar a intereses políticos ni mercantiles. Nada. No se ha vislumbrado ni un atisbo de indignación.

Mi estupefacción aumenta cuando, profundizando en el expediente presentado por Unidad Editorial, se justifican los despidos por la necesidad de un ahorro de 15 millones de euros. Hace tan sólo dos años de la destitución, con discurso desde púlpito incluido, del atirantado Pedro Jota. El montante de su indemnización ascendió a 13,5 millones de euros cuando el periódico ya acumulaba pérdidas con las que justificó el despido del fundador. Sólo 1,5 millones menos con respecto al ahorro que ahora resulta imprescindible.

Es difícil creer en la independencia de cualquier profesional con este trato laboral. Es difícil creer que el deber de informar es lo que prevalece cuando no informan de su propia injusticia. Hay tantos sectores que nunca tienen voz que resulta más insultante que no utilicen su capacidad de difusión para que todos sepamos una vez más de la perversidad de la reforma laboral, de su protección al empresario y su abandono del trabajador.

Ojalá que además de plantar a Pablo Iglesias por un ataque a un compañero de ese periódico planten a sus jefes y escriban la verdad, escriban la noticia y la columna de opinión. Ojalá planten al próximo presidente con tendencia plasmática. Ojalá pudiéramos siempre elegir el menú sin sometimientos ni maltratos. Ojalá.

faldon_noticias

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.