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Tomás Fábrellas, el concejal más votado de la Segunda República
"Hoy, cuando se cumple un aniversario más, más allá de las diferencias, me gustaría recordar a una persona de especial importancia en el Cádiz republicano y que todavía está a la espera de que alguien se acuerde de él", escribe el autor.
El 14 de abril fue proclamada en España la Segunda República. Un cambio de régimen que expresaba los deseos de una gran parte de la población española por vivir en una sociedad diferente -más justa, libre y laica- de la que hasta entonces vivía. El régimen republicano fue obra, sobre todo, de la burguesía ilustrada y liberal española. Un grupo social que, al igual que el mundo obrero, también sufriría la persecución de los golpistas de 1936. En algunos casos hasta la desaparición de sus organizaciones políticas.
Cuando en 1976 comenzó la transición de la dictadura a la actual monarquía parlamentaria, la opción republicana se convirtió en un tabú y a quienes la defendían se les marginó y ninguneó. Sus símbolos desaparecieron de organizaciones políticas tradicionalmente identificadas con ella, como el PSOE y el PCE, y la reaparición de los partidos republicanos se produjo entre grandes dificultades y terminaron, hasta la actualidad, siendo marginales. Quizás por ello, organizaciones y militantes republicanos de los años treinta siguen siendo hoy olvidados cuando no ignorados. ¿Cuántos gaditanos conocen que el partido mayoritario en la ciudad fue el republicanismo de izquierda encarnado por el Partido Republicano Radical Socialista primero y la Izquierda Republicana después?
Hoy, cuando se cumple un aniversario más de su nacimiento, más allá de las diferencias, me gustaría recordar a una persona de especial importancia en el Cádiz republicano y que todavía hoy está a la espera, como sus organizaciones, de que alguien se acuerde de él. Me refiero al militante de Izquierda Republicana Tomás Fábrellas Peña, el concejal más votado en mayo de 1931. Condenado primero a muerte y después a una fuerte condena a prisión, Fábrellas, como lo recuerda la placa que se inaugura en el edificio del ayuntamiento, murió en prisión el 18 de junio de 1941.
Tomás Fábrellas Peña tenía 45 años en enero de 1937 cuando fue detenido. Había nacido en San Sebastián y era de oficio procurador de tribunales. Estaba casado con Milagros Igaravides, hija del médico Guillermo Igaravides, dirigente histórico del republicanismo local. Perteneció al Partido Radical Socialista, a la Unión Republicana y, finalmente, a Izquierda Republicana. Ejerció habitualmente como procurador de la defensa en procesos sociales. Entre ellos el de la acusación particular contra el capitán Rojas por los asesinatos de Casas Viejas en enero de 1933. Fue el concejal que más votos obtuvo en las elecciones municipales de 1931 y ocupó, en diferentes ocasiones, la primera tenencia de alcaldía y la propia alcaldía accidental.
En julio de 1936 había dejado de asistir al ayuntamiento por diferencias con el resto de sus compañeros y no participó en la resistencia a los golpistas. Aun así los golpistas consideraron que era un izquierdista peligroso que había tenido la ambición de ocupar la presidencia de la Diputación Provincial. Además era masón. Con el nombre simbólico de Dante había sido miembro de la logia Hijos de Hiram y, como tal, le acusaron de defender las medidas secularizadoras y laicas puestas en marcha.
Fue juzgado una primera vez el 14 de mayo de 1937 y condenado a muerte. Sentencia que, por diversas circunstancias no se cumplió. Incluido en las órdenes verbales que las altas instancias golpistas dictaron en 1937 sobre la paralización de los procedimientos a los masones hasta la aprobación de una ley específica, volvió a ser juzgado el 1 de mayo de 1940. Fue condenado a 20 años de prisión que no terminó de cumplir. Apenas un año después, el 18 de junio de 1941 falleció en el hospital de Mora, a donde había sido trasladado unos días antes de la Prisión Provincial de Cádiz.