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Las ONG, en pie de guerra contra la UE por la expulsión de los refugiados
El acuerdo entre la UE y Turquía en materia de refugiados ha colmado el vaso de unas relaciones cada vez más tensas.
«España ha permitido que se firme un acuerdo que vulnera los derechos de los refugiados. Este acuerdo nos avergüenza». Con estas palabras, hechas públicas a través de un comunicado, Oxfam se ha sumado a la lista de ONG que, a modo de protesta frente a la política de la UE en materia de refugiados, han decidido abandonar buena parte de sus actividades en la isla griega de Lesbos.
Oxfam había presentado 115.000 firmas en el Congreso de los Diputados para tratar de evitar el polémico acuerdo entre la UE y Turquía, por el cual se devolverán a este último país a todos aquellos migrantes que crucen a las islas griegas. Y aunque no se consiguió paralizar el texto, la ONG explicó que se consiguió evitar «un acuerdo muchísimo más perjudicial para las personas refugiadas, como el que se había negociado inicialmente».
Paula San Pedro, responsable de incidencia en acción humanitaria de Oxfam, explica la postura de la organización. «El acuerdo ataca a los principios humanitarios básicos. No hay ninguna claridad: no sabemos cómo se va a garantizar el proceso de asilo, cómo se van a gestionar los casos individuales que establece el acuerdo. Hay serios interrogantes acerca de cómo se van a hacer esas deportaciones y bajo qué criterio. Estamos muy vigilantes, y seguiremos estándolo».
Por el momento, Oxfam ha anunciado que se va del campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, donde llevaba a cabo tareas de saneamiento. «Es un criterio que utilizamos en cualquier crisis: nuestra fuerza es irnos a modo de protesta para demostrar que hay cuestiones que tienen que cambiar urgentemente». Oxfam seguirá trabajando en el campo de Kara Tepe, también en Lesbos.
Médicos sin Fronteras hizo lo propio en el mismo campo de Moria. “Hemos tomado esta difícil decisión porque no hacerlo nos haría cómplices de un sistema que consideramos injusto e inhumano”, explicó la coordinadora general de MSF en Grecia, Marie Elisabeth Ingres, en un comunicado. Al igual que Oxfam, la organización se mantiene activa en otros frentes. En concreto, en el centro en Mantamados, donde los refugiados reciben la primera asistencia, y en tareas de rescate marítimo al norte de la isla.
La Agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, ya había mostrado su oposición a participar en las citadas expulsiones de personas a Turquía. En una entrevista concedida a eldiario.es, Giovanni Lepri, portavoz de la representante de la Agencia de la ONU en Grecia, apuntaba que se está produciendo una retirada progresiva de su presencia en Lesbos, y que su organización se limitaría a «dar información sobre el proceso de asilo» y a las labores de «identificación de las personas vulnerables». Hasta el momento, ACNUR había colaborado en el traslado de los refugiados a los centros.
«Centros de detención»
Desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), cuyos representantes se encontraban en Grecia durante la firma del acuerdo, se muestran contundentes. «Los centros de registro se han convertido en centros de detención», denuncia Nuria Díaz, portavoz de CEAR. «Hablamos de gente que no ha cometido ningún delito, y que tiene todo el derecho a contar con un abogado, a tramitar una solicitud de asilo y a ser acogidos en cualquier país de la UE».
La portavoz de CEAR alerta de la gravedad de la situación. «Desde que se firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1948, no se había visto nada igual en Europa. Tampoco se había producido una denuncia tan unánime por parte de la ciudadanía, los sindicatos, las plataformas sociales y las organizaciones no gubernamentales. Los políticos que se supone que nos representan no están escuchando a la sociedad civil. Este un acuerdo completamente ilegal desde el punto de vista jurídico».