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El ‘poder’ de las mujeres en el cine: maquillaje, peluquería y vestuario
Las mujeres sólo representan el 26% de los puestos de mayor responsabilidad frente al 74% que ocupan los hombres, según el informe de 2015 elaborado por la Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales (CIMA). Los datos apenas han variado en los últimos diez años.
Algunos datos sobre películas de ficción: 12 mujeres directoras frente a 65 hombres; 14 mujeres guionistas frente a 104 hombres; cuatro directoras de fotografía frente a 73 hombres. Y algunos otros sobre documentales: 17 mujeres directoras frente a 50 hombres; 9 mujeres guionistas frente a 55 hombres; 8 directoras de fotografía frente a 45 hombres. Las mujeres representan el 26% de los puestos de mayor responsabilidad frente al 74% que representan los hombres en la industria cinematográfica. Los únicos apartados donde las mujeres tienen mayor representación que los hombres son maquillaje y peluquería (75%) y diseño de vestuario (92%). Los datos apenas han variado desde 2006. Son las principales conclusiones del informe sobre la presencia de las mujeres en el sector cinematográfico en 2015 presentado por la Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales en la tercera edición de CIMA Mentoring, un programa de asesoría personalizada de proyectos para cine y televisión que tiene como objetivo mejorarlos y orientar su financiación.
“En los últimos 15-20 años el porcentaje de directoras apenas ha variado. Se ha movido en torno al 10-12%. En el cine ocurre que los datos de desigualdad no son tan evidentes como en otros sectores. Vemos en los Goya, por ejemplo, a muchas mujeres, incluso de candidatas a la mejor dirección y mejor película, y podemos pensar que las cifras no son tan desiguales. Pero esa es la realidad”, explica Juana Macías, presidenta de CIMA Mentoring. Como ejemplo, cuenta que cuando ella misma da clases y pregunta quién quiere dirigir una película son siempre los chicos los que levantan la mano de manera decidida. “Las chicas suelen usar expresiones como me encantaría, si pudiera…”, añade. Nada cambiará, insiste, sin una educación igualitaria.
El estudio indica que los cargos con menor representatividad son dirección de fotografía, con un 5%, responsables de sonido, con un 6%, y composición musical, con un 7%. Los porcentajes van subiendo en efectos especiales (11%), guión (12%) y dirección, que el pasado año alcanzó el 15%. Junto con maquillaje y vestuario, las mujeres también tienen más representatividad que en el resto de puestos de trabajo en el cargo de dirección de producción.
“Este cargo encaja con las características de los puestos feminizados ya que aparece el rol de atender a la organización y distribución de recursos. El resto de los puestos de responsabilidad caracterizados por el liderazgo y el desarrollo artístico son protagonizados por los hombres”, sostiene la autora del informe, Sara Cuenca, que destaca la importancia del sector como agente activo de transmisión cultural: “Si la estructura en la que se sustenta el mundo del cine es ampliamente masculinizada, podría pasar que se perpetúen valores que no ayudan a terminar con el sexismo y la visión androcéntrica. Por una parte, no se recogen ni atienden necesidades y el discurso de más de la mitad de la población; por otro, no favorece el cambio de valores ni pautas culturales”, concluye la investigadora social.
La conciliación es el otro campo de batalla. La propia Juana Macías recuerda cómo en el estreno de su primera película tuvo que ir a los actos y entrevistas de la promoción con su segunda debajo del brazo: “Lo más normal es dirigir una primera película en torno a los 30 años, y es a esa edad cuando se suelen tener los hijos. Yo no digo que muchos hombres no lo tengan difícil, pero desde luego la montaña que tenemos que subir nosotras es mucho más alta”. Y mucho más complicada en profesiones vocacionales. Ella, no obstante, asegura que nunca ha sufrido discriminación directa por ser mujer.
Los premios también los ganan ellos
Macías ganó un Goya al mejor cortometraje de ficción por Siete cafés por semana y fue nominada en la categoría de mejor dirección novel con Planes para mañana. Sin embargo, la mayoría de los premios también recaen sobre los hombres. La amplia mayoría de los principales galardones españoles dirigidos a quienes han contribuido de manera sobresaliente en el ámbito cinematográfico (Premio Nacional de Cinematografía, Goya de honor y Medalla de Oro de la Academia de Cine) fueron obtenidos en el 75% de los casos por los hombres. Sólo una mujer fue premiada en 2015 -con la medalla de oro de la academia-, y fue compartido con un hombre: Aitana Sánchez-Gijón y Juan Diego. En los festivales nacionales, sólo el 31% de los premios recayeron sobre largometrajes en los que una mujer o mujeres han ocupado los cargos de directoras o guionistas. En los internacionales, el 11% de los profesionales reconocidos fueron mujeres.
La presidenta de CIMA Mentoring considera que las medidas de acción positiva que se lleven a cabo no tienen que ser percibidas como una agresión hacia los hombres. Es más partidaria, no obstante, de los incentivos que de las cuotas: “Como hay pocas mujeres que consiguen hacer una película y estrenarla, veo más razonable que ante dos proyectos puntuados igual, el de la mujer sume un punto más, porque ante todo está la calidad”. Cree, además, imprescindible la labor de las instituciones y romper con el tópico del cine de mujeres: “Las mujeres hacen cantidad de géneros, como los hombres; sería impensable meter el cine hecho por hombres en el saco de cine de hombres. Pues igual tiene que suceder con las mujeres. Tenemos que sacarlas de ese saco de cine de mujeres”.
La futura ley del cine andaluza, cuyo anteproyecto ha contado con la participación y el consenso de todo el sector, incide en la necesidad de incrementar la presencia activa de mujeres en la industria, prevé la inclusión de una calificación específica para las obras que promuevan la igualdad y, en el otro extremo, la retirada del apoyo a aquellas cuyos contenidos promuevan estereotipos o valores sexistas, o que supongan una vulneración de la normativa vigente. La igualdad también será un criterio común para evaluar actuaciones o proyectos y un criterio objetivo de ponderación de las ayudas al desarrollo y producción de obras.
«El cine hecho por mujeres no es un género», aseguró en la misma línea, en una reciente entrevista en La Marea, la directora de WofestHuelva, María Luisa Oliveira, la primera muestra de cine realizado por mujeres celebrada en la capital onubense. Según la organización, más de 5.000 personas asistieron al evento.