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Puigdemont y Sánchez anuncian una etapa de “deshielo” pero no mueven sus posiciones
El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, asegura que, posiblemente, ambos dirigentes estén negociando “cosas inconfesables”
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado el comienzo de una “etapa del deshielo” tras su reunión en el Palau de la Generalitat con el presidente del órgano ejecutivo catalán, Carles Puigdemont. “Apostando por el diálogo podremos encontrar soluciones. No van a ser fáciles ni inmediatas”, ha destacado Sánchez en una rueda de prensa posterior. Eso sí, ha querido dejar claro al mandatario catalán que el PSOE no comparte “la hoja de ruta independentista, ilegal, unilateral y porque hay una mayoría de catalanes que no la abrazan”.
No ha habido, por tanto, un acercamiento de posiciones, pero sí un avance en las relaciones entre la Generalitat y el líder de una fuerza estatal. Un “marco de diálogo”, tal y como han destacado desde filas socialistas que, de momento, no ha servido para lograr una promesa de abstención en una hipotética sesión de investidura por parte de los diputados de Democràcia i Llibertat (DiL), la antigua Convergència. Sánchez ha admitido que Puigdemont en ningún caso ha mostrado una rebaja de las demandas de Junts pel Sí, la coalición en la que DiL comparte gobierno junto a otras formaciones y colectivos.
El encuentro ha durado una hora y, tras él, Sánchez ha defendido que cree que “hay una mayoría de catalanes que no quiere el actual statu quo” pero que tampoco “abrazan el independentismo”, por lo que ofrece una reforma de la Constitución. “Puigdemont quiere votar para romper. Nosotros lo contrario, acordar y luego votar”, ha asegurado, a lo que ha añadido que el PSOE pretende que “la sociedad catalana vote primero la Constitución, luego la relación de Cataluña con el Estado español”.
Con esta reunión, tanto Sánchez como Puigdemont pretenden alejarse del estilo que han mantenido su antecesor en la Generalitat, Artur Mas, y el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. “Hay que normalizar las relaciones entre el Estado y Cataluña, y para eso hay que normalizar el diálogo. Hay que cerrar una etapa de cuatro años de ausencia de diálogo, de bloqueo institucional, de enfrentamiento”, ha defendido el líder del PSOE.
Negocian “cosas inconfesables”
Por su parte, el PP ha cargado duramente contra este encuentro. Lo ha hecho por boca del portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, quien ha asegurado que, posiblemente, Puigdemont y Sánchez estén negociando “cosas inconfesables”. “Si su objetivo es el interés por España, debería ocuparse del primer problema de España, que es que no hay un gobierno”, ha denunciado. También ha sembrado la discordia con el socio del PSOE, ya que ha asegurado que la estrategia de Sánchez es «volver a restablecer sus relaciones con Podemos, dejar de lado a Ciudadanos e intentar incorporar a Democracia y Libertad y ERC con una abstención técnica».