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COP21, ¿y ahora, qué?
Ecologistas, instituciones, periodistas y sindicatos debaten sobre las medidas que se deberían tomar tras el acuerdo de la Cumbre del Clima de París (COP21).
«La COP21 de París fue a la vez un milagro, un desastre y un posible punto de inflexión». Florent Marcellesi, portavoz de EQUO en el Parlamento Europeo, fue el encargado de inaugurar este jueves el debate ¿Qué hay después de COP21?, que contó con la presencia de varias personalidades de distintos ámbitos.
«Fue un milagro porque se consiguió llegar a un punto en común a pesar de los intereses encontrados; un desastre en comparación con lo que debería haber sido, ya que a nivel científico estamos lejísimos de lo que necesitamos; y un posible punto de inflexión porque hemos ganado legitimidad planetaria en torno al cambio climático. Las palabras no son suficientes, pero sin ellas no podemos pasar a los hechos».
Para Javier Gregori, periodista de la Cadena Ser especializado en medio ambiente, lo ocurrido en París ejemplifica a la perfección la ineficacia de los gobernantes. «Es duro ver que los 180 hombres y mujeres más poderosos del planeta son capaces de llevarnos al desastre», apuntó Gregori. Y lanzó un dato inquietante: «el pasado 3 de marzo, meteorólogos estadounidenses alertaron de que el compromiso de los 2 grados que se fijaron en la COP21 como la línea roja que no se puede rebasar ya han sido superados en el hemisferio norte».
Entre las posibles medidas que toca poner encima de la mesa, se habló del importante papel de las ciudades en el cambio climático, en cuya necesidad de un «cambio de modelo» hizo hincapié Inés Sabanés, concejala de Medio Ambiente y Movilidad en el Ayuntamiento de Madrid. Luis Morales Carballo, de Greenbiz, argumentó que «no es posible un nuevo modelo energético sin un nuevo modelo social». Por su parte, Carlos Martínez Camarero, de CCOO, incidió en la necesidad de «un compromiso político para combatir el cambio climático que tenga un impulso legislativo. Una transición energética hacia las renovables al ejemplo de Dinamarca que se haga contando con los trabajadores».
«Cuando hablamos de que queremos desarmonizar la sociedad para 2050 no hay que olvidar que hay millones de personas que no tienen acceso a la energía», recordó Sagrario Monedero, de Inspiraction. «Por eso hay que desarrollar el concepto de justicia climática: esta crisis la está padeciendo la gente que menos ha contribuido a crearla». Monedero también recordó que es necesario otorgar un «enfoque de género» en la lucha contra el cambio climático. Y recordó uno de los lemas de las activistas de la COP21: «Nada sobre nosotras sin nosotras».
Explotación continua de los recursos
«La reflexión es previa a la acción», intervino Mariano González Tejada, de Greenpeace. «Y hemos de reflexionar sobre qué es el cambio climático: un proceso continuo y complejo que responde a un sistema económico basado en la explotación continua de los recursos, vivos y no vivos, y que ha traspasado las posibilidades del planeta». González Tejada recordó que antes de la guerra de Siria se produjo en el país la peor sequía desde que se tienen registros, lo que motivó un éxodo masivo a las ciudades que, a la postre, aumentó las tensiones sociales. «No fue el detonante de la guerra, pero sin duda jugó un papel importante. Y nos lleva a preguntarnos: ¿Qué pasará en el futuro si se producen las grandes migraciones que predicen los expertos por culpa del cambio climático?».
Respecto a qué hacer, los ponentes pusieron énfasis en la urgencia de un cambio de hábitos. Andrea Deodato, impulsora de Hacia Otro Consumo, llamó a que «en nuestra faceta de consumidores, colaboremos a que esas emisiones disminuyan». «Una economía más local es una economía más humana». Por su parte, González Tejada llamó a «replantearse el consumo de carne», una de las industrias responsables de la mayor cantidad de emisiones.