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La “cal viva” en el Congreso, un término habitual
El PP, que salió en apoyo del PSOE por la mención a la cal viva, ha utilizado el mismo término en el Congreso en multitud de ocasiones.
La mención de Pablo Iglesias al pasado manchado de «cal viva» de Felipe González en el Congreso ha suscitado encendidas reacciones desde todos los sectores por considerarla inapropiada. Algunos de los apoyos al PSOE en esta cuestión resulta, cuando menos, sorprendentes. El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, afeó a Iglesias que “utilice la memoria de forma sectaria” para echar tierra encima del pasado del partido socialista. Celia Villalobos, por otra parte, consideraba inaceptables las declaraciones de Iglesias: “Yo le hubiera dado al de cerrar el micrófono o le hubiera pedido que se disculpara porque eso no venía a cuento”.
Lo cierto es que las menciones al pasado del PSOE en relación con los GAL no han sido llevadas a la cámara baja por primera vez por Pablo Iglesias. Varios miembros del PP han usado la «cal viva» contra el Partido Socialista Obrero Español. En algunos casos empleando también el nombre de Felipe González Márquez.
El primero en hacerlo, fuera de las investigaciones específicas de los GAL, fue el entonces vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez-Cascos. Sus refencias a González provocaron que éste afirmara desde México que Álvarez-Cascos estaba urdiendo una trama contra él y que eso supondría una losa para este destacado miembro del Partido Popular con José María Aznar. La respuesta de Álvarez-Cascos en el Congreso no se hizo esperar:
«Ruego que le digan al ex presidente, señor González Márquez, que lo único que me preocupa de esa losa es que no sea de cal viva»
Ana Torme, portavoz adjunta del PP en el Congreso, agradeció al PSOE en la Diputación permanente del Congreso en el año 2006 que no utilizara la «cal viva» con los dos militantes del PP detenidos tras el intento de agresión a José Bono, que participaba en una manifestación de la AVT, en enero de 2005:
“Por respeto a nuestro Estado de derecho, y por respeto y profunda admiración a la labor esencial que hacen en defensa de los derechos y libertades de todos los ciudadanos las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, hay que esclarecer las responsabilidades políticas: quién presionó a esos funcionarios para que actuaran ilegalmente. De todos esos hechos probados que ustedes quieren negar, lo que tenemos que hacer es concluir dándoles las gracias porque en este caso no utilizaran ustedes cal viva”.
En un sesión de control en el Senado, en 2007, en una pregunta a la ministra de Cultura Carmen Calvo sobre la situación del cine español, el senador del PP Juan Van Halen Acedo aprovechó para echar en cara al PSOE dos hechos luctuosos:
“Quiero dedicar un recuerdo a los 18 españoles muertos en la guerra de Afganistán votada por don José Luis Rodríguez Zapatero. Y esto es tan claro como la cal viva, señor presidente”.
La diputada del PP, María del Carmen Guerra, cuestionaba al ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba sobre la actuación de la Policía Nacional, intolerable en su opinión, en una investigación contra el PP de Canarias:
“Eso no es normal, señor ministro. A usted esto le puede parecer normal porque usted formó parte de un Gobierno donde ha quedado demostrado que algunos, si tenían que robar, robaban; si tenían que secuestrar, secuestraban, y si tenían que matar, mataban. [La señora Elena Valenciano Martínez-Orozco interviene: ¿Si tenían que matar, mataban?] Señor ministro, es más, hasta enterraban en cal viva, algunos de los miembros de ese Gobierno del Partido Socialista, del que usted formó parte. [Rumores.] Por eso le exijo, señor ministro, que tenga el valor en esta Cámara de contestar a algo tan grave que sobre todo dejaría claro -si los policías nada tienen que ver en este tema- el Estado de derecho y quién está detrás para acabar con el Partido Popular de Canarias”.