Rivera: “Sr. Rajoy, usted no es creíble para encabezar esta nueva etapa política”

El debut de Albert Rivera en el Congreso de los Diputados ha sido, como era de esperar, la intervención más amena para el aspirante socialista Pedro Sánchez. El líder de Ciudadanos (C’s) comenzó evocando el espíritu de la Transición para pedir pactos. En un tono bastante más conciliador que los oradores que le precedieron, Rivera ha intentado recabar el apoyo de la bancada del Partido Popular y, en menor medida, de Podemos.

«Tenemos que rehacer el proyecto español y para ello hacen falta los 350 diputados de esta cámara», ha dicho el presidente de C’s y ha recordado: «Los españoles nos pagan el salario para que arreglemos los problemas». Sobre su partido, ha afirmado que «podíamos habernos quedado en la tribuna viendo cómo rojos y azules se pelean y comiendo palomitas. Pero hemos bajado a la arena».

Rivera ha defendido las medidas y reformas que incluye el pacto con el PSOE, con especial hincapié en temas económicos, con el objetivo de «recuperar las clases medias trabajadoras». En este sentido, ha alegado que la reforma propuesta en materia laboral pretende «reequilibrar la relación entre empresa y trabajador», y ha reivindicado medidas concretas como la llamada «mochila austríaca», en la que el empleado acumula un seguro de paro que puede llevarse de una empresa a otra. También ha hecho una defensa de los autónomos y ha prometido reformas ya que, ha denunciado, «se llevan lo peor de ser trabajador y lo peor de ser empresario».

Rivera ha prometido «no machacar más a los españoles con más impuestos». Ante los ataques del líder de Podemos, Pablo Iglesias –quien había destacado que Luis Garicano, el asesor económico de Ciudadanos, hubiera trabajado para FAES, la fundación del PP-, Rivera ha contestado que prefería a «un economista de la London School of Economics que al señor Monedero para llevar la economía».

«Visca Catalunya libre de corrupción»

También ha defendido un pacto nacional por la educación y una «sanidad nacional» en la que haya «una tarjeta sanitaria y no 17». Al hablar de la unidad del país, el político de Barcelona cambió al catalán para invitar a los catalanes a «reformar juntos el modelo de España» y terminó con un «visca Catalunya, libre de corrupción». El líder de la formación naranja fue duro con el presidente en funciones, Mariano Rajoy, aunque le ha reconocido que «algunas cosas ha hecho bien, y otras no tan bien».

Sin embargo, ha reprochado al dirigente popular no haber aprovechado la mayoría absoluta de la última legislatura para acomometer reformas profundas ni haber luchado contra la corrupción. «Usted, señor Rajoy, no es creíble para encabezar esta nueva etapa política», le ha espetado al presidente del Gobierno, una frase que hace más difícil que Ciudadanos se sume a una hipotética gran coalición con PP y PSOE.

A Iglesias le ha afeado su apoyo a Arnaldo Otegi, el dirigente abertzale que salió de la cárcel el martes, y ha ironizado que Podemos podría hacerle ministro del Interior. Y terminó advirtiendo que «muchos votantes no entenderían una pinza entre PP y Podemos».