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En defensa de la sanidad y la enfermería
Carta de un colectivo de empleados sanitarios y de enfermería en defensa de los servicios públicos y la sanidad
BARCELONA// Somos un grupo de profesionales que, implicadas en su entorno de trabajo, nos hemos querido unir a una protesta común sobre el Real Decreto (RD) 954/2015. Le escribimos porque estamos indignado/as.
El sistema sanitario está herido, tocado y hundido. Tras los numerosas recortes, la última estocada la han recibido las enfermeras. El pasado 24 de diciembre el Gobierno español aprobó el Real Decreto citado, que supone un ataque directo a las competencias y derechos de los y las enfermeras.
La ley española 29/2006, 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios fue modificada para que las profesiones de podología y odontología pudieran prescribir tratamientos. Esta ley no incluyó otras profesiones sanitarias como enfermería o comadronas, profesiones que han tenido que esperar cinco años y 90 borradores para poder pactar una ampliación de la ley. Todo estaba de cara pero ahora la ley deja a enfermería en una situación de ilegalidad. El cambio es conceptual, ético y también práctico, ya que debería haber servido para regular una prescripción amplia dentro de la competencia profesional.
Adquirir habilidades, conocimientos y autonomía a la profesión enfermera no está aceptado según el RD y aquellos estamentos que lo apoyan.
La enfermería del siglo XXI quiere mantener su capacidad resolutiva, agilizar el desarrollo de su profesión de forma integral, asumiendo en su integridad el marco competencial de los cuidados enfermeros, mejorando la eficiencia del trabajo enfermero y ofreciendo una mayor seguridad al paciente en todo lo que está dentro de sus competencias y de forma legal.
Las enfermeras tienen una amplia formación más allá de la carrera universitaria para obtener el título y una contrastada experiencia laboral. En muchos casos encontramos cursos, posgrados / master, incluso especialidad, participación en grupos de expertos, creación de Guías de práctica clínica, protocolos basados? en evidencia científica, publicaciones. Todo ello orientado a una mejora de la calidad asistencial.
El colectivo enfermero está suficientemente preparado para asumir los cambios en adquirir nuevas competencias y no se les deja. Si miramos el mundo, son diferentes y numerosos países (EEUU, Canadá, Australia, Suecia, Irlanda …) en diferentes modalidades, donde las enfermeras pueden prescribir medicamentos, asumen mayores competencias y trabajan de forma autónoma dando una atención al usuario dentro de un marco LEGAL. Justamente en España, es donde la ratio médico/habitante es superior a la media europea y la enfermera/habitante es casi la mitad. Esto contrasta con numerosos estudios que concluyen que con la atención recibida por enfermería los usuarios obtienen igual o mejor satisfacción y calidad.
Cada vez se exigen más responsabilidades al colectivo enfermero, sin tener el mismo apoyo legal. Trabajaban en un marco alegal, dado que se sobreentendía que estaban preparadas para asumirlo, pero la gota que colma el vaso es cuando un gobierno en funciones aprueba una ley donde afirma que gran parte de las actividades que está realizando enfermería son ilegales.
El seguimiento enfermero del paciente con patología crónica incluye el seguimiento de la adherencia terapéutica, detección de efectos adversos, ajustes de pauta … saben qué tienen que hacer, siguen unas guías de práctica clínica y ante cualquier duda que puedan tener siempre consultan a los compañeros médicos pero, aún así, lo que siempre han hecho hasta ahora es ilegal.
Hablamos de trabajo en equipo, de reducir ingresos innecesarios, reducir listas de espera para ser atendidos por el médico, dar más accesibilidad a la población, mejorando el acceso racional a material de curas y productos sanitarios (evitando la automedicación), prescripción individualizada paran el uso de pañales, vacunación sistemática, ajuste de dosis de medicación crónica.
Es difícil plantarse, dejar de hacer todo lo que hacemos para reivindicar la autonomía enfermera. Representaría muchas complicaciones para los compañeros sanitarios (médicos, odontólogos, trabajadores sociales, administrativos, auxiliares de enfermería …) y posiblemente sería difícil de entender por nuestros usuarios de salud. Pero el futuro que espera la profesión enfermera si esto sigue adelante es mucho más duro de lo que podemos llegar a imaginar.
A modo de ejemplo, si el decreto sale adelante, las enfermeras deberían cumplir la ley y cientos de personas que se tengan que hacer curas deberían pasar por el médico, quien debería hacer un diagnóstico y proponer un tratamiento. Pudiendo llegar a colapsar el sistema y malgastar recursos. Esta situación desprecia una profesión, una actividad laboral que se está realizando de manera diligente y profesional.
¿Es lo que queremos? ¿Nos lo podemos permitir?
Es decepcionante, pero es real. Muchas enfermeras seguirán trabajando de acuerdo con los principios éticos, a pesar de infringir la ley, pero será porque aunque pensamos que es posible un trabajo en equipo respetuoso para poder ofrecer la mejor calidad asistencial a nuestros usuarios.
Seguimos con la esperanza (cada día más pequeña) que nuestros representantes profesionales y políticos nos ayuden a defender lo que por lógica, derecho, formación, dignidad y respeto es nuestro.
Los profesionales del equipo de Atención Primaria Bordeta-Magòria de Barcelona dicen BASTA !!!