Revista mensual | Sociedad
La lucha por una jubilación digna
Hay alternativas a los recortes de las pensiones y la apuesta por planes privados para salvar el sistema.
Llueve a cántaros en la Gran Vía de Madrid un día a mediados de febrero y las ráfagas de viento añaden una desagradable dimensión horizontal a las precipitaciones. Dentro de la sucursal de una gran entidad financiera el temporal no amaina. “Está cayendo China, está cayendo Estados Unidos, hay problemas en Europa, está el mundo muy jodido”, cuenta María, una de las gestoras que atiende a la clientela. Vaya, parece ser mal momento para abrir un plan de pensiones. “Al contrario”, asegura, “es buen momento porque si las bolsas están abajo sólo pueden subir, y un plan de pensiones hay que verlo a largo plazo”. Recomienda un producto de riesgo “moderado” con una aportación mensual a partir de 50 euros que se pueden desgravar del IRPF gracias a los beneficios fiscales que da el Estado a estos vehículos de ahorro para la vejez. “Es nuestro producto estrella, casi todos los clientes aquí lo tienen”, afirma María y zanja contundente: “El que no tenga plan de pensiones, muy mal”.
Hace tiempo que los bancos y aseguradoras hacen campaña para convencer a la ciudadanía de que ahorre para su jubilación a través de estos instrumentos de inversión privados. A la vez, presionan a los gobernantes para otorgar más ventajas a estos productos. El sector financiero juega con los graves problemas que experimenta el sistema público de pensiones, uno de los principales pilares del llamado Estado de bienestar. El futuro de las pensiones está en el limbo si no se hace nada. Con las últimas dos reformas del sistema, la del gobierno del PSOE en 2011 y la del PP en 2013, la retribución de los futuros jubilados no hará más que descender con el declarado fin de lograr estabilizar la caja de la Seguridad Social. Entre otras medidas, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero retrasó la edad de jubilación a los 67 años, en línea con lo que hicieron otros países como Alemania, Francia o Italia. Mariano Rajoy introdujo el llamado factor de sostenibilidad, según el cual la cantidad a percibir en el futuro se calculará teniendo en cuenta la esperanza de vida del jubilado y la situación socioeconómica en general.
Con este panorama, varios estudios, algunos patrocinados por las aseguradoras, prevén que las prestaciones bajarán un 30% o 35% de aquí a 2050, con la pensión mínima cayendo de 634 euros mensuales hasta unos 450 euros a precios de hoy. Los jubilados actuales se han manifestado en muchas ocasiones contra los recortes recientes de los Ejecutivos de Rodríguez Zapatero y Rajoy. Sin embargo, mucho peor lo tendrán los jóvenes de hoy, la generación del 15-M y de los movimientos de protesta contra el desmantelamiento y la privatización del Estado de bienestar. Entre la gente de menos de 50 años está cundiendo cada vez más la sensación de que apenas van a cobrar una pensión pública al final de su vida laboral. También muchos de quienes empezaron a ahorrar para su jubilación han sufrido un revés por culpa de la crisis. Desde 2009 las cotas de desempleo récord han obligado a medio millón de personas a retirar dinero de su fondo de pensión privado, algo que la ley permite sin penalización fiscal en situaciones graves como el paro de larga duración […].
Éste es un fragmento del dossier del nº 36 de la edición en papel de La Marea. Si quieres leer el texto completo, puedes comprar La Marea aquí