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Lobos grises en Siria
Los lobos grises son una organización de tinte fascista ubicada en Turquía partidaria de la restitución del gran Imperio Otomano
MADRID// Hace unos meses las fuerzas aéreas turcas derribaron un caza ruso escudándose en que este había violado repetidas veces el espacio aéreo turco. Los dos pilotos lograron eyectarse del avión. Uno de ellos fue rescatado y evacuado con vida, el otro murió asesinado mientras caía en paracaídas como consecuencia de los disparos efectuados desde tierra por un grupo de milicianos, descrito en los medios, con el escueto adjetivo de turcomanos. El cadáver fue repatriado a Rusia y el incidente no hizo más que confirmar la enorme tensión que afecta a la frontera turco Siria.
La milicia turcomana que opera en la región noroeste de Siria y responsable del asesinato del piloto ruso ha sido identificada como la rama Siria de la organización ultra nacionalista turca los Lobos Grises, Bozkurt.
Los Lobos Grises, cuyo miembro más conocido es sin duda Mehmet Ali Agca, autor del intento de asesinato de Juan Pablo II, no es una organización de nueva creación. La organización fue fundada a finales de los años sesenta. Su creación respondía a la lógica y al contexto de otros grupos de similares características creados durante tan convulsos tiempos, con la salvedad de que los Lobos Grises permanecen activos, muy activos.
A pesar del reciente descubrimiento del potencial movilizador e identitario del islamismo, los Lobos Grises, de corte ultra nacionalista, promueven el panturanismo con el ánimo de crear un gran imperio turco que reúna bajo su estandarte a todos los pueblos turcomanos. Este grupo tiene en el Partido del Movimiento Nacional, el MHP, su brazo político, y ha sido acusado de cientos de asesinatos de militantes de la izquierda turca y del independentismo kurdo durante las décadas de los setenta y ochenta valiéndose para ello de distintas denominaciones con las que operar. Además, han enviado combatientes a lugares en conflicto tan dispares como Chipre, Chechenia, Siria, Azerbaiyán o China.
A estos hechos debe de sumársele las sospechas entorno a la posible implicación de los Lobos Grises en atentados contra militantes kurdos en suelo europeo. Es el caso del asesinato de las tres militantes kurdas del Centro Kurdo de Información en Paris, donde algunas voces acusaron directamente al Bozkurt como responsable de las ejecuciones. Los Lobos Grises poseen ramificaciones en Alemania, Bélgica, Austria o Holanda, financiando presuntamente sus actividades con actividades relacionadas con servicios de “seguridad y protección” en comercios de inmigrantes turcos y el juego ilegal.
Según se desprende de las declaraciones de Alparslan Çelik, uno de los líderes de la rama Siria de los Lobos Grises, estos podrían estar operando con la connivencia de ciertos elementos del Derin Devlet, término turco que hace referencia a lo que puede denominarse como las “cloacas del Estado”. Esta connivencia tendría su reflejo en el apoyo solapado a las actividades de los Lobos Grises, toda vez que el panturanismo predicado por estos converge con los intereses del actual gobierno turco en lo que respecta al problema kurdo, así como a sus supuestas áreas de influencia en materia de política exterior, como sería en el caso de Crimea.
La mera sospecha de que los Lobos Grises, responsables de cientos de asesinatos, podrían estar apoyados por algunos miembros de responsabilidad de los aparatos de seguridad turco constituye una auténtica decepción para todos aquellos que veían en Turquía un posible candidato para su entrada en la Unión Europea. El problema de esta decepción tardía quizás esté en la pérdida del impulso inicial de la lista de la Unión Europea de personas, grupos y entidades implicados en actos terroristas y sujetos a medidas restrictivas que carece a todas luces de una debida falta de renovación.