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Tras los bastidores del documental sobre el rey Juan Carlos
Laurence Debray, autora del documental sobre el rey emérito que TVE no emitió el lunes, explica cómo fue el rodaje. Juancarlista confesa, la historiadora afirma que la entrevista con Felipe VI fue distinta, porque "él se controla y está controlado"
Laurence Debray, historiadora especializada en la familia real española e hija de destacados intelectuales no esconde su fascinación por la familia real española, en particular por Juan Carlos, sobre quien escribió una biografía antes de entrevistarlo dos veces en su despacho de Zarzuela. «Pensé que sería alguien soberbio, pero en realidad es un tipo curioso (…), se interesa por todo el mundo y creo que lo hace con sinceridad», opina Debray. La escritora dice que consiguió «pasar al bando de los juancarlistas» a su padre, Régis Debray, escritor antaño marxista que luchó junto al Che Guevara y autor de un libro de conversaciones con Santiago Carrillo durante su exilio en París.
La biógrafa asegura que tuvo «carta blanca» para interrogar al monarca y que no hubo control posterior, una rutina habitual en las entrevistas con altos mandos políticos empoderados por las urnas e incluso con Felipe VI, a quien también entrevistó en Zarzuela. «Con Felipe hay control, él se controla y está controlado». La historiadora se trae a Francia la impresión de que el actual monarca está muy condicionado por los consejos de su entorno y destaca que el jefe de la Casa Real, Jaime Alfonsín, es alguien «sin carisma, muy serio, callado como una tumba», un perfil opuesto al del «carismático» Rafael Spottorno, su homólogo durante los tres últimos años del reinado de Juan Carlos y ahora imputado en el caso por las tarjetas black de Caja Madrid.
Tras observar la actitud de padre e hijo, Debray compara la forma de reinar de los dos borbones. Felipe le concedió casi una hora de entrevista, sin salidas del guion y con las preguntas programadas. «Algunas [preguntas] no las quería, otras había pensado demasiado lo que tenía que decir», explica la historiadora, mientras que Juan Carlos, protagonista del documental, a quien entrevistó más de cinco horas, «tomaba todas las decisiones solo».
«Felipe es más organizado, menos espontáneo, más reflexivo (…). Tiene el temperamento de Sofía». La madre del actual monarca sólo aparece en imágenes de archivo, al igual que la reina Letizia. «Me interesa el papel político de la monarquía», un rol en el que las dos últimas reinas de España no han destacado, a juicio de la historiadora.
La entrevista con Felipe tuvo lugar una semana antes de que su padre abdicara en favor de su hijo en junio de 2014, pero Debray dice que no intuyó nada. Sin embargo, la escritora confiesa que en febrero, cuando Juan Carlos ya había decidido traspasar la corona a su hijo y esperaba el mejor momento para mover ficha, le sorprendió que durante la entrevista el rey repitiese varias veces su desapego por el poder, «como si la abdicación hubiera sido una liberación y un alivio».
«Cada vez se tolera menos la vida de una realeza que parece desencajar con las dificultades de los españoles», dice Debray al final de la cinta. El documental pasa de puntillas sobre el escándalo judicial de la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, y hace una breve mención al torrente de críticas que sacudió los cimientos de la Casa Real española tras el accidente de Juan Carlos durante su cacería de elefantes en 2012. Debray admite que no interpeló directamente al rey sobre estos temas y se escuda en que esperaba que el escándalo del safari de Botsuana aflorara cuando le preguntó sobre el momento más difícil de su reinado. El rey contestó: «las 800 víctimas del terrorismo». Debray se muestra satisfecha con la respuesta.
El paso de Debray y su equipo por Zarzuela debe de ser parecido a un cuento de hadas a la española: tapas de jamón ibérico y queso manchego regadas con vino, cortesía de Juan Carlos para poner fin al rodaje, y una confesión por parte de la historiadora al rey: «la Zarzuela no parece un palacio real, no está plagada de objetos dorados, la decoración es un poco ordinaria y se lo dije», explica Debray. «Hollande tiene un palacio más bonito que el mío», respondió el rey emérito.