OTRAS NOTICIAS | Tus artículos

La Gordi es solidaria

Cientos de personas en la redes sociales se unen para pedir el reconocimiento a la trayectoria artística de Nicolás Martínez Cerezo. Se ha organizado una exposición y un concierto homenaje el próximo 12 de febrero en la librería Molar de Madrid.

La Gorda de las galaxias es una historieta publicada en la revista Zipi y Zape entre 1983 y 1988. Un personaje entrañable, una heroína cósmica que vaga por el espacio ayudando a los desfavorecidos y promulgando el pacifismo, aunque no descarta dar un buen porrazo cuando es necesario. Es también el personaje que hizo popular a su creador, Nicolás Martínez Cerezo, que ahora se encuentra en una situación complicada, y por eso su amigo Javier Parra decidió hace unas semanas dar la voz de alarma a través de Facebook. Nos dice que Nicolás está encantado de recibir llamadas y visitas, así que decidimos ir a su casa para conocerle, y comprobar de qué manera podemos ayudar. Llegamos, esperando encontrar a una persona desvalida en un hogar oscuro y triste, pero nos topamos de bruces con algo que nos deja sin palabras.

Nicolás Martínez Cerezo, en su casa.

Nicolás Martínez Cerezo, en su casa.

En la casa-museo de Nicolás Martínez Cerezo las paredes forman un enorme collage. Portadas de revistas, escritos, fotos de Los Beatles, de Patti Smith y, por supuesto, cientos de dibujos alucinantes. También hay por todas partes libros y casettes customizados, fanzines y juguetes. Todo ordenado meticulosamente. Transitar las habitaciones es como leer el libro de la vida de Nicolás. Él nos guía por los pasillos y nos va contando con una voz bella, como de otro tiempo, una radiografía de su historia con perfecta nitidez. Hay recortes de prensa con ideas anotadas como mensajes en botellas para sus maestros. Abre un armario lleno de cartas que le han enviado desde todas partes del país esos niños raros que adoraban a La Gordi.

Nicolás Martínez Cerezo nació en Madrid en 1958. Desde muy niño sintió atracción por la cultura y el arte, y, en concreto, por el dibujo y el cómic. Comenzó a trabajar a muy temprana edad en la histórica revista humorística de La Codorniz, en 1975, con chistes gráficos, donde mezcla la reflexión adulta con el trazo infantil, una constante de su obra. Colaboró en Semana con la serie Pepa, Pepe y Pepita. Pero será en la editorial Bruguera donde alumbre al personaje que lo ha hecho más popular: La Gorda de las galaxias. En palabras del propio Nicolás, la Gordi es «el espíritu de mi madre y de mujeres fuertes, pero también de personajes masculinos que se rebelan contra los roles establecidos». Su naturaleza libre y ácrata, alejada de estereotipos, conecta con los niños y las niñas que entraron en un universo que bebía de la música de David Bowie, los Beatles y Syd Barrett, del glam y la psicodelia -«lo mío es una psicodelia sin drogas»-.

Sentados en la salita de estar, bajo una enorme y vieja lámpara de brazos floreados y rodeados de ese maremágnum visual desplegado sobre el papel pintado, Nicolás responde a todas nuestras preguntas con extremada lucidez, enlazando un tema con otro. Apenas tenemos un segundo para abrir la boca. Él se adelanta a todo. Lo mismo nos habla de Bruguera, como de esa parte tan artificial de la movida madrileña o de aquella vez que conoció a Buster Keaton. Artista culto, amigo de Fernando Márquez El Zurdo y Luis Alberto de Cuenca, amante del cine clásico, del teatro y la literatura, Nicolás está dotado de una sensibilidad lírica única, y no ha dejado de trabajar en sus escritos, ilustraciones y collages. Los ojos se nos desvían otra vez a las paredes, es imposible mantener la mirada en un detalle. Hay demasiada información en esa casa. Hay demasiada información en Nicolás. Nos vamos a quedar sin espacio en la grabadora y en el cerebro.

Los mundos de Nicolás destacan por su extraordinario colorido de rotuladores, la particular caligrafía del autor, siempre reconocible, y unos textos desenfadados y frescos. La Gorda de las galaxias fue un soplo de aire fresco que rompía las barreras de la normalidad en una revista en la que destacaba por su extravagancia. Nos cuenta Nicolás que La Gordi no era precisamente el personaje más popular de la revista. Siempre quedaba el último en las encuestas (las malditas encuestas) y que gracias a las mujeres de Bruguera se mantuvo durante varios años. Él estaba seguro de que solamente determinados niños entendían a la Gordi. Cuando esos niños crecieron y se convirtieron en ilustradores y dibujantes de cómic, empezaron a enviarle cartas, a pedirle que colaborase en sus fanzines, a invitarle a festivales. En 2002 fue reconocido con el Premio Ivá al Mejor Historietista Profesional. Muchos de estos autores consideran a Nicolás una de sus mayores influencias y se han empezado a movilizar para que su trabajo no caiga en el olvido. cartel nicolas

Pero además de su obra como historietista hay más. Tras ser definitivamente cancelada su serie más emblemática, Nicolás se dedicó a la escritura. Firma varias novelas —Kubelik, entre ellas—, todas inéditas hasta la fecha. En 1996 escribe sus memorias, también inéditas: El dulzor de los alacranes. Le preguntamos sobre los manuscritos “estarán en alguna parte”. Nos miramos, alucinando, pensamos, “alguien tiene que publicar esto”. En el prólogo de la recopilación de La Gorda de las Galaxias que publicó Bang en 2012, Luis Alberto de Cuenca cuenta que fue el propio Jacobo Stuart, dueño por aquel entonces de Siruela, quien le llamó para pedirle que hiciera el favor de leer un manuscrito que leyó con miedo de que se acabase para después convertirse en amigo de Nicolás. Ahora nosotros también queremos que Kubelik vea la luz para poder leerla. Queremos que se continúe reeditando La Gorda de las Galaxias, queremos que se rescate la poderosa obra de Nicolás, sus notas biográficas, su filosofía. Queremos justicia y reconocimiento.

El día 12 de febrero se celebra en Madrid un concierto homenaje a Nicolás con el objetivo de recaudar fondos. Se expondrán también algunos de sus tesoros. El precio de la entrada será libre e irá destinado íntegramente al autor. También se podrán comprar ejemplares de la reedición de La Gorda de Las Galaxias que Bang ha cedido a precio de coste para que el beneficio total obtenido vaya íntegramente a parar en manos de Nicolás. Se están cocinando más homenajes en otras ciudades como Barcelona y Valencia y ya se está empezando a trabajar para que la obra de Nicolás obtenga el reconocimiento y la compañía que se merece. Para que todo el mundo tenga la oportunidad de devolver a La Gorda de las galaxias y a su creador la compañía que nos hicieron cuando fuimos aquellos niños raros.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.