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Las candidaturas de mujeres marcan la diferencia en la 30º edición de los Goya
“Es una situación histórica pero lamentablemente es excepcional, esta dinámica se tiene que instaurar para que podamos considerar que la presencia femenina en la industria ha evolucionado”, apuntan desde la asociación de mujeres cineastas. El 8% de las películas que se producen en nuestro país han sido dirigidas por mujeres.
Los Premios Goya cumplen 30 años este sábado. Y durante toda su historia sólo en tres ocasiones una mujer se ha alzado con el galardón a la mejor dirección. Iciar Bollaín, Pilar Miró e Isabel Coixet son las únicas que han conseguido llevarse el busto del pintor en esta categoría.
Coixet repite en esta edición como nominada por Nadie quiere la noche. En la misma categoría se halla Paula Ortiz, que ha sido seleccionada por La Novia. Se enfrentarán a Cesc Gay por Truman y a Fernando León por Un día perfecto.
“Hay presencia femenina significativa en categorías donde han liderado históricamente las mujeres: peluquería y maquillaje. Pero en las especialidades en las que se toman decisiones sobre contenidos, ahí es donde está el déficit: guión, producción y dirección. Ahí los porcentajes son minoritarios”, explica Virginia Yagüe, presidenta de la asociación de mujeres cineastas CIMA.
Además de Coixet y Ortiz, Leticia Dolera es candidata a la mejor dirección novel por Requisitos para ser una persona normal, Gracia Querejeta opta al Mejor Cortometraje de Ficción por Cordelias y Mabel Lozano está nominada por su documental Chicas Nuevas 24 Horas. También hay presencia femenina en las categorías de mejor película iberoamericana, europea, cortometraje de animación y documental.
En esta ocasión, 11 féminas se sentarán al comienzo de la gala con opciones de llevarse un Goya en estas categorías. “Es una situación histórica pero lamentablemente es excepcional, esta dinámica se tiene que instaurar para que podamos considerar que la presencia femenina en la industria ha evolucionado”, explica Virgina Yagüe, presidenta de la asociación.
“Es una pena que lo llamativo sea que este año estamos tantas mujeres nominadas, ¿por qué no se ha centrado el foco en las ediciones en las que no ha habido presencia femenina?”, reivindica Mabel Lozano. Según CIMA, solo el 8% de las películas que se producen en nuestro país ha sido dirigido por mujeres. El porcentaje aumenta hasta el 20% en el caso de largometrajes españoles con guionistas y productoras.
Dificultades para producir
Los datos recopilados por Trinidad Núñez Domínguez en el artículo Mujeres directoras de cine: un reto, una esperanza reducen el porcentaje. “No deja de ser inquietante que de 1999 a 2008 se hayan exhibido 1.256 películas y que de ellas sólo 83 hayan sido dirigidas por mujeres (6,6%)”, apunta la autora. En su estudio llega a una conclusión: “La mayoría sólo consigue financiar una película y, en un porcentaje nada desdeñable, la producción es propia o de bajo presupuesto”.
Aunque el estudio se publicó hace seis años, Lozano asiente al escuchar esta argumentación. Su documental, centrado en denunciar la trata de mujeres en varios países del mundo ha sido producido por ella. “El porcentaje mayoritario de Chicas nuevas 24 horas es de mi productora. He tardado cuatro años y medio para conseguir el apoyo de productoras locales en cada uno de los países en los que he grabado”, señala.
“Las directoras españolas manejan presupuestos que son un tercio o que no alcanzan ni la mitad de los que se ponen en manos de sus compañeros varones. Así, no solo son muchas menos las mujeres que consiguen dirigir un largometraje, sino que cuenta con bastante menos posibilidades económicas para hacerlo”, apuntan desde CIMA.
Por ejemplo, en 2013, según fuentes del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), “el presupuesto medio en manos de un director varón fue de 2.057.568,81 euros y el que quedó en manos de sus compañeras mujeres fue sólo de 834.357,54 euros”. “Así el tipo de película que se puede abordar es muy concreta, no tienen capacidad financiera para apostar por la difusión”, añade Yagüe.
«La desigualdad de género en el cine no es sólo un problema de mujeres: es un problema de todos», apuntan desde la plataforma de vídeos Vimeo, que recientemente ha anunciado la iniciativa Compartiendo la pantalla, por la que van a invertir en productos audiovisuales elaborados por mujeres y se comprometen a financiar como mínimo cinco proyectos este año.
Desde CIMA solicitan a la administración que apruebe “medidas activas” para equilibrar la presencia femenina en el cine. Por eso se unieron, para reinvidicar la solidaridad frente a la soledad que vivieron sus antecesoras. Y por eso celebrarán este sábado cada nombre de mujer que se pronuncie en el escenario y que consiga que la diferencia entre el número de ganadores y ganadoras de los Goya se reduzca.