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Los estudiantes denuncian los planes privatizadores de la Complutense
Reunidos en asamblea, alumnos y profesores alertan de la entrada en la Universidad Complutense de los intereses privados.
Se avecinan tiempos convulsos para la universidad pública. Reunidos en asamblea, estudiantes de plataformas como La Uni en la Calle, La Caverna o Puño y Letra denunciaron este miércoles que la Universidad Complutense de Madrid (UCM) se enfrenta a los «nada disimulados» planes de progresiva privatización con la connivencia del actual rector, Carlos Andradas, y acordaron trabajar para poner en marcha diversas movilizaciones.
En virtud del texto aprobado por el Consejo de Gobierno de la UCM y publicado en el Boletín Oficial de la universidad el pasado 12 de enero, la institución permite la entrada de «patrocinadores estratégicos» que podrán colocar profesores, investigadores o gestores en cualquier institución universitaria. Según denuncia La Uni en la Calle, las empresas privadas podrán de esa manera incidir de manera directa sobre los Planes de Estudio, crear titulaciones, dirigir y plantear proyectos de investigación, contratar profesores, obtener cátedras u organizar congresos. Incluso, quedarse con las patentes conseguidas en el ámbito universitario. Y todo ello, sirviéndose de las estructuras públicas de la universidad.
«Esta normativa no es nueva, sino que existe desde 1991», explicó Fernando Ángel Moreno, profesor e investigador de la UCM y miembro de La Uni en la Calle. «Lo que ocurre es que estaba poco activada, y ahora se ha decidido ponerla en marcha, algo que consideramos realmente preocupante. Con todos los problemas que tenemos en la Complutense -becas, convenios, recortes…- se ha convocado un Consejo de Gobierno para poner esta normativa en marcha, lo cual es sintomático de por dónde pasan los planes de la universidad».
«¿Puede esto suponer un problema a corto plazo?», se pregunta Moreno. «Evidentemente, que dos o tres empresas hagan cosas esporádicas con la universidad no lo es, pero el peligro es que se crea un gran agujero de cara al futuro, pues en la práctica se permite hacer casi cualquier cosa con la universidad pública. Podemos tener más o menos simpatía por este rector, pero la realidad es que esta normativa abre la posibilidad de que cualquier otro, en un futuro próximo y sin rendir cuentas ante nadie, pueda convertir la UCM en Repsol UCM o L’Oreal UCM sin ningún tipo de pudor, recibiendo comisiones bajo manga y decidiendo qué contratos se hacen y cuáles no», enfatiza Moreno. «No se trata de algo puntual, sino de una manera de entender la universidad en la que coinciden PSOE, Ciudadanos y por supuesto el PP», subrayó.
La universidad-franquicia
«El reglamento tiene fundamentos jurídicos: los estatutos de la universidad recogen la necesaria relación fructífera que debe haber entre la universidad y las empresas, especialmente en el ámbito de la investigación», explicó la también docente e investigadora Isabelle Marc. «El problema de este reglamento, que se ha aprobado sin convocar al claustro y de la manera más discreta posible, es que se confiere entidad a estas corporaciones para hacer lo que quieran y convertir a la Universidad Complutense en una franquicia. Tenemos que ser conscientes de que no es un problema menor, sino una cosa verdaderamente grave».
Los estudiantes hicieron hincapié en la necesidad de que se produzcan protestas estudiantiles en los próximos meses, al tiempo que lamentaron la escasa movilización por parte de estudiantes, profesores y sindicatos, a los que llamaron a alzar su voz para proteger a la universidad pública de los intereses económicos de las empresas privadas.