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La silla de tres patas
La solución que permitiría a PP, PSOE y C’s no tener que abrir la urna de nuevo sería un pacto de nueva transición consistente en dejar gobernar in extremis a un PP sin Rajoy
Dicen que los secretos mejor guardados son los que quedan a la vista de todo el mundo y el miércoles la legislatura de la incertidumbre, la legislatura de habrá nuevas elecciones en dos meses porque el PSOE impedirá un gobierno del PP, echaba a andar en el Congreso bajo una presidencia en manos de los socialistas.
Los escaños conseguidos en las elecciones se traducen en sillas de la mesa del Congreso. Una mesa formada por nueve miembros que podría permitir con cinco votos que las diferentes Mareas y candidaturas territoriales afines a Podemos pudieran formar grupo propio como requisito primero para que Podemos se siente a hablar con un Pedro Sánchez que asegura estar dispuesto a intentarlo. Los mejores secretos se guardan a la vista de todos y el primer movimiento de ficha del PSOE en la nueva legislatura ha sido renunciar a su mitad de la silla (la otra mitad la cedió el PP) para que Ciudadanos tuviera en esa mesa dos asientos en lugar del único que en proporción a escaños le correspondía, dejando 5-4 la toma de decisiones sobre las mareas a favor de PP-C’s. A cambio Ciudadanos apoya a Patxi López para presidir un Congreso “con presidencia de distinto color a la del Gobierno”, iba dando pistas libre de carga Albert Rivera por los pasillos, mientras Pedro Sánchez, ante la pregunta de los grupos parlamentarios de Podemos, ponía cara de ya me gustaría, pero la ecuación que he propiciado no me lo permite.
Para resolver una investigación la primera pregunta que se hace la policía es quién se ha beneficiado de la muerte de la abuelita, quién tenía prisa por cobrar la herencia y la primera pregunta que se haría la policía en este caso sería a qué partidos les interesan nuevas elecciones cuáles tienen prisa por cobrar lo conseguido en las urnas. Unas nuevas elecciones le interesan a Podemos, que tras el pinchazo el 20D del zeppelin de C’s podría desactivar la Operación Podemos de Derechas y presentarse como la única fuerza de eso que se llama la nueva política. Unas nuevas elecciones no le interesan al PP, que repetiría resultado pero encontrándose de frente con un Podemos previsiblemente más fuerte que ahora y sobre todo no les interesa a los dos partidos que tienen en su mano la llave para abrir o cerrar la puerta a nuevas elecciones. No le interesa a Ciudadanos, que tras el pinchazo inauguró la nueva política haciendo de Celestina para el pacto entre los dos viejos partidos y al PSOE, que cada vez que una urna se abre se hace más pequeño.
Mientras las cuentas para formar Gobierno no salen por más vueltas que le dé Ferreras al pactómetro, en el Congreso, y a la vista de todos, las cuentas están tomando una estructura sólida y bien articulada para que la nueva transición sea una silla de tres patas, que según todos los ingenieros cojea menos que la de cuatro. ¿Y si estamos buscando Gobierno con lupa por los alrededores de Moncloa cuando hay que mirar al Congreso? ¿Y si la solución que permitiera a PP, PSOE y C’s no tener que abrir la urna de nuevo fuera un pacto de nueva transición consistente en, pasadas las negociaciones sin éxito, dejar gobernar in extremis a un PP sin Rajoy, lo que se conoce en ajedrez como la jugada Puigdemont, y que sea el Congreso el que le marque al Gobierno el ritmo de una legislatura del tipo RAE: que fije (posiciones), limpie (la superficie de lo ensuciado) y dé esplendor a una supuesta renovación política basada en una foto de tres que mantenga las estructuras de poder intactas?