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“No he buscado el flamenco en este disco”
En 'Voces del extremo' abundan las referencias a la realidad social española –la corrupción, la herida de la guerra civil, la lotería de Fabra y el show de las Pantojas–, pero se enmarca dentro un escenario global
En Voces del extremo, el cantaor Francisco Contreras (Elche, Alicante, 1985), conocido como Niño de Elche, sigue evitando los lugares comunes y de nuevo acude en búsqueda de la poesía para hablar de los problemas de nuestra realidad. Si en su anterior disco, Sí, a Miguel Hernández (2013), hacía una lectura actualizada y muy personal del de Orihuela a través de “milongas funerales, soleares o peteneras pasadas por el filtro del arte sonoro, el doom metal o los ritmos latinos”, su nuevo trabajo surge después de entrar en contacto con el movimiento Voces del Extremo y con los poetas contemporáneos vinculados a la llamada Poesía de la Conciencia, marcada por un discurso político y social. Después de conocer en primera persona los encuentros anuales organizados desde 1999 en Moguer (Huelva), se ha decidido a cantar y poner música a textos de Antonio Orihuela, Begoña Abad, Jorge Riechman e Inma Luna, entre otras voces extremas.
La sensibilidad común entre un cantaor que cuestiona la tradición –rechaza la tauromaquia y abraza la experimentación sonora, por poner dos ejemplos– y un grupo de poetas caracterizados por elaborar un discurso crítico comienza en una libertad que va más allá de corsés formales. Según cuenta Niño de Elche a La Marea, “muchas de las personas que se acercan al encuentro Voces del Extremo no conocen o reconocen la lírica en todo su esplendor técnico, y por ello sus muletas para entablar un discurso poético pueden ser más cercanas al ritmo interno de la canción o el romancero popular. Eso me facilita poder musicalizar sus poemas y trasladar su discurso a las formas artísticas que necesite”. Cantaor y poetas comparten también “la necesidad de contar el presente desde la cotidianidad, de escuchar las cosas que conforman nuestro día a día, por poco trascendentales que sean de cara al exterior, y de ejercer el pensamiento crítico con todo lo que te rodea, pero sobre todo con uno mismo”.
El cantaor ha estado “acompañado y direccionado” en la producción por Daniel Alonso, del grupo Pony Bravo, con el que ha llevado su cante a terrenos tan aparentemente lejanos como el ambient, la new wave o el krautrock. Asegura que detrás de estas elecciones no hay ningún concepto predeterminado, que “las músicas son herramientas” que le sirven “para entablar un discurso” y “consecuencia de la experimentación y de nuestras mochilas”. Un trabajo que recuerda inevitablemente al Omega de Enrique Morente. “Morente fue un referente en mis inicios como cantaor de flamenco y como musicalizador de poemas clásicos, pero en Voces del extremo trabajamos con otro tipo de figuras, como Pere Ubu, Diamanda Galas, Qasimov, Blixa, Yma Súmac, Jonathan Richman, Alan Vega o Laurie Anderson, entre otros y otras”.
Y para el que se acerque al disco para oír flamenco, avisa: “No he buscado en ningún momento que esté presente de una forma consciente en Voces del extremo. Si hay algo de flamenco, que creo que no, es en algún giro de mi voz, pero poco más”.
La corbata de Lula
En Voces del extremo abundan las referencias a la realidad social española –la corrupción, la herida de la guerra civil, la lotería de Fabra y el show de las Pantojas–, pero se enmarca dentro un escenario global, con citas a la izquierda sudamericana (“Ya no se habla del subcomandante Marcos/ Chávez busca las cuerdas / Lula se pone la corbata / Fidel es ya nonagenario”), a los mercados y a conflictos internacionales. “El internacionalismo nos enseña que hay cuestiones que no sólo son de un territorio o un Estado. Todas las problemáticas socio-políticas a nivel mundial están conectadas en mayor o menor medida”. Ante esto, asegura, caben dos posiciones. “Una es sentirse con la potestad para intervenir en las políticas estatales de otros territorios, lo que se traduce en una pérdida de soberanía (invasiones, presiones, bloqueos por parte de los grandes Estados u organizaciones a nivel mundial). Otro es entenderlo desde la solidaridad de los pueblos, que es lo que nos enseñaron las propuestas internacionalistas del siglo XX. Sin duda, estoy más cercano a ésta última”.
La inquietud acompaña a Niño de Elche desde el estudio al escenario: como recordaba el periodista Nando Cruz en Twitter este octubre, en los últimos meses se le ha podido ver en Barcelona con cuatro propuestas distintas en directo. Algo que le ha servido para “tener una versatilidad no solamente en lo técnico, sino en la actitud con la que afrontar las experiencias artísticas. El compartir con diferentes públicos te obliga a cuestionarte siempre y a entablar una conexión desde prismas muy diversos, pero intentando siempre ser fiel a lo que quieres y al cómo lo quieres contar. Es un ejercicio que recomiendo encarecidamente”.
Voces del extremo ha sido editado bajo licencia Creative Commons y está disponible como descarga legal y gratuita. Algo posible porque estamos ante un proyecto “donde todas las personas que han colaborado no pertenecen al copyright”. Su deseo en este sentido es que su trabajo “se pueda escuchar en la Red, que la gente pueda tener acceso a él, se pueda o no descargar libremente. Por desgracia, de las seis ediciones discográficas que he realizado, sólo lo he podido conseguir en dos. Sigue siendo difícil encontrar acuerdos en este sentido, ya sean con las multinacionales o con sellos independientes”.