OTRAS NOTICIAS | Política
PSOE: Del luto al champán en tres horas
El PSOE logra apaciguar un poco su caída y el ascenso de Podemos y acaba disfrutando la noche electoral siendo la segunda fuerza más votada y en número de escaños.
“Hemos hecho historia”. Las palabras con las que Pedro Sánchez cerró la jornada electoral resumen el resultado contradictorio de estas elecciones para el Partido Socialista Obrero Español: obtiene el 22,02% de los sufragios, solo 1,3 puntos por delante de Podemos, el peor resultado de la historia del PSOE.
Los de Ferraz nunca vivieron una noche electoral tan surrealista como la de este domingo. Lo que comenzó como una tragedia anunciada para los acabó con sabor a victoria a medias gracias al colchón que les otorga ser la segunda fuerza, un alivio después de que la cuenta atrás de las elecciones estuviera marcada por el auge de Podemos.
“Ambiente de luto”, decían algunos de los más de trescientos periodistas acreditados en Ferraz a las siete de la tarde, apenas una hora antes de que aparecieran los primeros sondeos a pie de urna. La ausencia de militantes frente a la sede socialista en Madrid y la rigidez de los rostros del equipo de comunicación de Pedro Sánchez presagiaban una noche larga hasta que la televisión pública empezó a divulgar los resultados. No hubo manos en Ferraz para aplaudir la noticia de que el PSOE finalmente había obtenido el segundo puesto en su jornada electoral más catastrófica desde que España volvió a la democracia.
Con cara de alivio y seguridad bipartidista, el secretario de organización del PSOE, César Luena, fue el primero en valorar los resultados provisionales en nombre del partido. “Ya lo dijimos: al final esto está entre el PP y el PSOE”, aseguró Luena ante la prensa después de que su equipo prohibiera tomar imágenes y grabar sonido durante su “conversación informal”.
“Queda claro que la alternativa al PP es el PSOE (…) marcamos distancias con los demás”. El breve análisis de Luena acabó con una pincelada de humildad obrera: “Hasta el 100% [del escrutinio] no bajo el champán”.
Con los ánimos en ascenso a ritmo de escrutinio, el equipo socialista abandonó la táctica defensiva del silencio y empezó a compartir interpretaciones en clave electoral con la horda de periodistas sedientos de acción. “Pronto se verá que Podemos son en realidad cuatro grupos”, declaró un miembro del equipo de comunicación con espíritu de coach mientras los primeros canapés llegaban a los pasillos de la sede socialista.
Poco antes de la media noche los socialistas anunciaron que su líder no hablaría en la sala de prensa, tal y como habían adelantado, sino en el sótano de Ferraz, donde aguardaban en silencio más de 300 militantes socialistas que en menos de diez minutos se aseguraron de llenar la sala con banderas de plástico de las de toda la vida.
Entrada a pie entre gritos de “presidente, presidente”, foto rápida con las perlas de su equipo de campaña, sonrisas y aplausos de cara a un auditorio repleto de gente elegante y periodistas con olor a sudor. Pedro Sánchez, el penúltimo líder en aparecer ante el público, sólo por delante de Albert Ribera, cerró la noche con una aparición fugaz de apenas tres minutos cargada de ambigüedad. Tras dejar claro que “han intentado hacer desaparecer al PSOE” y felicitar públicamente al Partido Popular por su victoria en las urnas, el líder socialista opinó que “corresponde a la primera fuerza política intentar formar gobierno” pero también admitió que “el PSOE está abierto a dialogar”.
Este lunes los socialistas tienen convocado al Comité Ejecutivo con 19 escaños menos que tras los resultados de 2011. Nadie en Ferraz confirma si el equipo del PSOE finalmente brindó con champán. Lo que más parecía preocupar a los de Sánchez en los últimos minutos de la noche es el bar al que se irián de copas.