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Varoufakis llama a crear un movimiento paneuropeo para articular luchas
El ex ministro de Economía griego ha animado a la audiencia de Barcelona a crear un movimiento paneuropeo que una a los pueblos de Europa en las luchas comunes que se dan en diferentes países
Yanis Varoufakis no ha decepcionado en Barcelona. En su conferencia celebrada este jueves en El Born Centre Cultural, el ex ministro de Economía griego se ha mostrado desde un primer momento muy guerrero y con ganas de reforzar su imagen de hombre provocativo. “El Eurogrupo es un espacio libre de humo y de democracia”, ha asegurado el célebre político griego, que forjó su fama la pasada primavera tras mantener una disputa pública con los poderes económicos europeos e internacionales, como el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional, la Troika y el Eurogrupo. La organización del evento se ha visto desbordada por la gran asistencia de público y, de hecho, casi mil personas se han quedado sin poder acceder a la sala principal y han tenido que seguir la conferencia desde unas pantallas instaladas para la ocasión en otras zonas del recinto.
“En Bruselas los procesos democráticos son cosmética”, ha proseguido Varoufakis. “El Parlamento Europeo es un edificio muy interesante, pero realmente no es un parlamento. El Congreso en Estados Unidos es un Parlamento, la Cámara de los Comunes en el Reino Unido es un Parlamento, el Congreso de los Diputados en España solía ser un parlamento antes del euro, pero el Parlamento Europeo no es un parlamento”. Para justificarlo, el ex ministro de finanzas griego ha puesto un ejemplo. “Pongámonos en el supuesto caso de que un miembro del Parlamento Europeo tuviera una buena idea… Los eurodiputados no tienen la autoridad legal de decir ‘he tenido una idea, quiero escribir una ley, discutirla y votarla’. Los miembros del Parlamento Europeo sólo pueden decir sí o no a determinados temas, y si dicen no se alarga el partido hasta que dicen sí”, ha denunciado.
Según Varoufakis, Grecia ha sido un simple laboratorio en el que “probar medidas económicas que después serán trasplantadas a otros países”. “La gente viene a mis charlas alrededor de Europa no porque le preocupe Grecia sino porque le preocupa lo que pueda suceder en su país”, ha añadido. En la única entrevista que ha concedido en su visita a Barcelona, a Catalunya Ràdio, Varoufakis se ha disculpado ante Podemos por el hecho de que Syriza se diera por vencida tras el referendum del pasado 5 de julio y, por la tarde en la conferencia, ha insistido en esta cuestión. “Cometimos un gran error y hemos hecho mucho daño al resto de los partidos progresistas de toda Europa”.
“En Grecia hemos sufrido la peor depresión económica de la historia durante cinco años. A nosotros [Syriza] nos votaron porque el país estaba roto. Cuando llegamos a Bruselas les dijimos a los burócratas: disculpen, el programa que están implementando en Grecia no está funcionando bajo ningún criterio, ¿podemos sentarnos y redibujarlo juntos? Y ellos nos respondían: el programa es el programa y es el programa. Seguimos las normas porque las normas son las normas”, ha explicado Varoufakis tras su experiencia en el Parlamento Europeo. Además, ha añadido que a puerta cerrada los ministros de otros países, como en el caso de Luis de Guindos, se mostraban muy comprensivos con él pero que ante las cámaras y a la hora de tomar decisiones seguían las directrices de los burócratas.
Crear un movimiento paneuropeo
Varoufakis ha expuesto su teoría según la cual hoy en día en Europa hay cuatro tipos de crisis. Una crisis bancaria, una crisis de inversión, una crisis de la deuda pública y una crisis de la pobreza. El economista griego ha propuesto soluciones para cada una de ellas, como impulsar un cheque de 300 euros para que las familias pobres de la Unión Europea puedan comprar alimentos, echar a los directivos de los bancos ipso facto después de la quiebra de sus entidades o forzar al Banco Europeo de Inversiones para que apueste por las energías renovables y una industria que asegure salarios dignos para los trabajadores, entre otras. “Creo que el modelo a seguir debería ser algo así como el New Deal de Estados Unidos en los años 30”, ha apuntado.
De su paso por Bruselas dice Varoufakis que ha sacado una buena lección: “Los partidos tradicionales, las formaciones nacionales, están acabados puesto que no pueden cambiar la situación”. En consecuencia, ha animado a la audiencia de Barcelona a crear un movimiento paneuropeo que una a los pueblos de Europa en las luchas comunes que se dan en diferentes países. “Los europeos tenemos intereses comunes pero nos sentimos solos. Debemos impulsar una red europea abierta a todos los sectores ideológicos, incluso a los conservadores, porque ni ellos creo que estén contentos con Bruselas”. “Necesitamos impulsar este movimiento panaeuropeo para democratizar Bruselas con ideas radicales”, ha concluido.
Al acabar la charla, dirigida por la periodista catalana Mónica Terribas (única profesional de la información a la que Varoufakis ha querido atender en su visita a la capital catalana), la organización no ha permitido preguntas por parte de la audiencia y el ex ministro griego ha huido literalmente de los cientos de seguidores que buscaban hacerse un selfie con él, como si de un actor de Hollywood se tratara, o conseguir una firma para algunos de los libros de Varoufakis que han sido traducidos al castellano, como El minotauro global o Economía sin corbata. Después de los últimos flashes antes de que la estrella de la noche abandonara el recinto, en la calle los asistentes comentaban algunas de sus reflexiones y procuraban entender el significado de su última frase, un refrán anglosajón que dice así: it is better to light a small candle than to curse the darkness (es mejor encender una pequeña vela que maldecir la oscuridad).