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La ONU se ampara en los estados miembros para no pagar a sus becarios

La polémica surgió el pasado verano tras la denuncia de uno de los ‘internos’ de Organización de las Naciones Unidas

NUEVA YORK // La Organización de Naciones Unidas, símbolo de la defensa de los Derechos Humanos y las libertades de todos los ciudadanos y seres humanos no paga a sus becarios y se ampara en que no le corresponde a ella como institución el determinar o no el pago a sus becarios, sino que “corresponde a cada Estado Miembro” el establecer “las condiciones del servicio”.

Tras la broma del neozelandés David Hyde, becario de la organización de la sede de Ginebra y que aseguró que vivía en una tienda de campaña porque no podía permitirse el pagar una habitación en la ciudad, se prendió la mecha. Un grupo de becarios, coordinados desde diferentes sedes como Viena, Nueva York o Ginebra, decidió recoger el guante de su colega neozelandés y lanzó una iniciativa para motivar a sus colegas y poder reclamar el derecho a cobrar por realizar esas prácticas que ellos mismos consideran como “elitistas”.

Quality and fairly remunerated internships intiative‘ es el nombre de este movimiento que va sumando cada vez más adeptos en las redes sociales y que poco a poco va despertando el interés de los medios de comunicación. Teniendo en cuenta que el salario medio de un funcionario de las Naciones Unidas es de más de 6.000 dólares al mes (según glassdoor.com), es “normal” que los becarios se quejen, afirma Maria, catalana de 26 años y que lleva más de dos meses realizando las prácticas en Nueva York “con todo el esfuerzo que eso supone”.

“No todo el mundo puede realizar el esfuerzo de estar seis meses realizando unas prácticas no remuneradas y más fuera de tu país”, señala Maria al tiempo que asegura que conoció a un chófer de la
organización que cobraba cerca de 8.000 dólares mensuales, por lo que no cree que “la falta de recursos económicos” sea el problema.

Carta a Ban Ki-Moon

Una de las acciones que han llevado a cabo los becarios fue la de escribir una carta al propio Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, solicitando que se considere el hecho de pagar a los becarios ya que creen “firmemente que la naturaleza no remunerada de las prácticas supone una restricción indirecta de los jóvenes cualificados que no pueden permitirse el lujo de trabajar sin ningún
tipo de mecanismo de apoyo financiero”.

La respuesta llegó días después, firmada por la subsecretaria general que les animó a reunirse con la Asistente de la Secretaría General de Recursos Humanos y que les espetó que “como organización internacional, son los Estados miembros de las Naciones Unidas los que determinan las condiciones del servicio”.

“La Asamblea General de las Naciones Unidas considera que los becarios son personal no remunerado por las Naciones Unidas. Cualquier cambio en la política actual requeriría la aprobación de los Estados miembros de la Asamblea General. Las pasantías son voluntarias, y los potenciales becarios son conscientes de los programas a través de nuestras páginas web y saben que la apertura de prácticas en las Naciones Unidas no ofrecen remuneración. Se espera que los internos sean patrocinado por una institución o universidad o que se patrocinen ellos mismos”, describe la carta.

Al respecto, los becarios volvieron a insistir en otra carta en la “necesidad de discutir los puntos y de trabajar hacia propuestas concretas basadas en examinar de forma más cercana el status quo del programa de becarios de la ONU” y su intención de poder “discutir soluciones potenciales” sobre el tema.

En este sentido, Alessandro, un italo-chileno de 21 años y que lleva desde el mes de mayo en Nueva York, explica que esperan que la Secretaría de la ONU ponga el tema sobre la mesa en la próxima Asamblea General (que se celebra esta semana) para recibir el apoyo que necesitan. “El jefe del Consejo de Personal de Nueva York nos ha asegurado en varias ocasiones que los Recursos Humanos de las Naciones Unidas tenían la suficiente libertad para implementar esos cambios en los Estados Miembro”, añade.

Manifestaciones frente a las sedes

Por su parte, son varias ya las manifestaciones que se están llevando a cabo en las diferentes ciudades con sede. “Seguimos en contacto con los becarios de las otras ciudades”, indica Dimitri, uno de los promotores del movimiento que insta a sus compañeros a manifestarse cada semana.

“Actualmente estamos haciendo lobby en los estados miembros, en los sindicatos del personal de las Naciones Unidas y lo más importante de todo, en la secretaría de la ONU para que se tomen medidas concretas para poner fin a este sistema discriminatorio”, señala.

Sin posibilidad de quedarse

Pero no solo está el tema del impago. Para estos jóvenes, otro de los puntos que más les duele es el hecho de que casi no tienen ninguna posibilidad de ser contratados una vez finalicen su período de prácticas. Según se establece en el programa de Interns de la ONU, para que un becario pueda ser contratado en la misma agencia donde ha ejercido las prácticas, tienen que pasar al menos seis meses desde el fin de éstas.

“Es un sistema super elitista”, indica Alessandro que cree que la “discriminación socioeconómica” es el resultado de este sistema. “El sistema actual de prácticas de la ONU funciona como una subasta y contribuye a la creación de una cultura de privilegio geográfico y social que no tiene justificación alguna”, añade.

Cabe señalar que la organización de las Naciones Unidas reconoce en el artículo 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que «toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual”, lo que supondría “ir en contra de sus propios principios”, según otro de los becarios.

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