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Al Tribunal de Cuentas le sobran cada año entre 3 y 6 millones de su presupuesto para personal
Al Tribunal de Cuentas le sobran cada año entre 3 y 6 millones de euros de su presupuesto pese a que asegura no llegar más allá en sus tareas por la falta de personal
El Tribunal de Cuentas (TCU), el órgano del Estado que fiscaliza las cuentas del sector público y de los partidos políticos, alega que no llega más allá en sus tareas por la falta de personal y la dificultad para realizar una oferta pública de empleo en un momento en el que hay que contener el gasto.
Tras revisar los gastos de la institución, cada año tiene un remanente de varios millones en el capítulo de personal y, además, el TCU tiene autonomía para convocar nuevos puestos de trabajo al no está sujeto a las limitaciones que tiene el resto de organismos del Estado. No se entiende, por tanto, la parálisis en la que ha estado la institución los últimos años.
En una comparecencia para informar sobre el control de la contabilidad de las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 celebrada en abril de este año (diario de sesiones), el diputado de Izquierda Plural, Ricardo Sixto, criticó que el Tribunal de Cuentas no tiene, en su opinión, “ninguna voluntad, posibilidad, capacidad, interés o deseo” de hacer un control de las cuentas más allá del formal.
El presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda, contestó que “con los medios de que dispone en la actualidad”, la institución solo tiene capacidad de revisar la información de las cuentas y verificar que se corresponde con justificantes suficientes.
Álvarez de Miranda también afirmó que podría haber “formas de control adicional” como fiscalizar la actividad de los partidos políticos de manera directa, es decir, que en el mismo momento que hicieran el gasto, comprobar que esa actividad está reflejada en las cuentas.
¿Qué necesitaría el Tribunal de Cuentas para ello? Según consideró su presidente: tener el doble o el triple de personal. Eso no es posible porque desde hace cinco años, aseguró Álvarez de Miranda, tienen “dificultades para hacer oferta pública de empleo dentro de un marco general de contención del gasto público que, por otra parte, es el adecuado y el correcto”.
Presupuesto, gasto y personal del Tribunal de Cuentas
Para conocer el presupuesto con el que cuenta el Tribunal de Cuentas hemos mirado el Libro amarillo de los Presupuestos Generales del Estado desde 2006, de los que se desprende que se han ido aumentando las partidas destinadas a la institución.
Hemos comprobado que desde 2005 el presupuesto ha aumentado un 25%, pasando de 48,12 millones a los 64,88 millones previstos para 2016. Entra en el juicio de cada cuál si este presupuesto es suficiente para llevar a cabo la supervisión de las cuentas públicas.
Para saber cuántas personas trabajan en la institución que, aparte de supervisar las cuentas de los partidos políticos también revisan los datos de ayuntamientos y gobiernos autonómicos entre otros, hemos mirado las memorias de 2011 y 2014, donde figuran los componentes del Pleno, funcionarios, personal laboral y eventual.
Se puede ver que desde 2011 el Tribunal de Cuentas ha perdido un 6,1% de su personal, pasando de las 816 personas de hace cuatro años a las 766 de 2014.
En las memorias también aparece otro dato muy interesante, y es el gasto específico que realiza el Tribunal de Cuentas en los diferentes apartados. Personal es uno de ellos, y dadas las cantidades destinadas, el salario de los trabajadores ocupa el grueso del gasto de la institución.
En la web del TCU se pueden ver los gastos de personal en detalle (primer trimestre de 2015) y también los salarios más elevados. Los presidentes del tribunal y de la sección del TCU y el consejero del TCU ganan 112.578 euros anuales (14 mensualidades). A pesar de todos los gastos en personal, vemos que cada año quedan remanentes de entre 3 y 6 millones de euros.
En su comparecencia, Ramón Álvarez de Miranda, se quejaba de la falta de recursos para fiscalizar, pero no es preguntado por estos remanentes ni él mismo hace alusión a ellos. Tampoco se indica su destino en las memorias de la institución, por lo que desconocemos qué ocurre con esos millones que no se gastan.
Autonomía para hacer una convocatoria de empleo público
En una pregunta escrita que hizo al Gobierno la diputada de UPyD Rosa Díez después de la comparecencia del presidente del TCU, pide que valore las limitaciones del
Tribunal de Cuentas para supervisar las cuentas de los partidos políticos.
El Gobierno, en su respuesta, viene a decir que el Tribunal de Cuentas no tiene más personal porque no ha tomado medidas por sí mismo. Es decir, revela que “corresponde al Pleno del Tribunal de Cuentas” aprobar la oferta anual de empleo de personal a su servicio” y que no está sometido a las limitaciones de los presupuestos estatales para el sector público.
Esto sucede así, afirma el Gobierno, porque el Tribunal de Cuentas es un órgano constitucional del Estado, se rige por una normativa específica y no se le aplican las limitaciones de los PGE.
[Artículo publicado en la web Qué hacen los Diputados]