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El hombre como víctima de la violencia machista
Presentar al hombre como víctima de la violencia machista al justificar sus actuaciones o evadir su responsabilidad fomenta la pervivencia de los estereotipos que provocan estos crímenes
MADRID// Lamentablemente es habitual leer noticias sobre asesinatos de mujeres en los medios de comunicación. Unos crímenes machistas que, con la misma frecuencia, son tratados con nula sensibilidad y sin respetar la mínima ética profesional. Además, en lo que respecta a la violencia machista es aún más peligroso porque el incorrecto tratamiento consolida las estructuras que conforman una sociedad que tolera y promueve este tipo de actitudes que convierten a la mujer en víctima del odio del hombre.
Los medios de comunicación son una parte vital de una estructura social que provoca que se vean de forma aceptable comportamientos machistas completamente intolerables. Sobre ellos se construye un relato de dominación que tiene como última consecuencia el asesinato, pero que antes tiene fases como el insulto, el acoso o la discriminación por género. El modo como los medios de comunicación tratan las informaciones sobre todo tipo de violencia contra las mujeres puede incrementar el problema que hace que éstas mueran a manos de sus parejas. Es responsabilidad de los periodistas tratar con exquisito cuidado la violencia contra las mujeres para, si no incrementar la sanción social de este tipo de actuaciones, al menos, no ser parte del gravísimo problema de la violencia machista perpetuando los estereotipos que fomentan estos crímenes. Presentar al hombre como víctima o justificar sus actuaciones criminales por la personalidad de la mujer es uno de los más graves problemas que se identifican en el tratamiento de estas informaciones.
El Correo Gallego el pasado 16 de agosto llevó en portada una noticia que hablaba sobre un intento de asesinato machista. El titular en la primera decía: “Muere un vecino de Brión que se prendió fuego con su mujer dentro”. La noticia habla del intento por parte de un hombre de asesinar a su mujer al rociarla con combustible en el interior de un coche y prenderle fuego. La mujer pudo salir del vehículo y el hombre falleció en el intento de asesinato. El Correo Gallego ignoró en su titular que el motivo del acto del hombre no era suicidarse y que por cuestiones del azar la mujer se encontraba dentro del vehículo. Era un intento de asesinato que por suerte no pudo llevarse a cabo.
Este tipo de noticias que convierte al criminal en protagonista del suceso, prácticamente como víctima de una desgracia, justifican estas actuaciones en una población escasamente concienciada con el problema. Esconder un intento de asesinato machista en un suceso, u ocultarlo como un suicidio con daños colaterales, fomenta la imagen del hombre como víctima, cuando en estos casos siempre es verdugo. En la violencia machista el hombre siempre es el agresor.
Justificar los crímenes machistas victimizando al agresor y culpando a la víctima por su condición de mujer es muy habitual en el tratamiento de la violencia machista, que todavía algunos llaman pasional. Matar por amor es un oxímoron que habría que desterrar de los medios de comunicación, del mismo modo que se evita buscar justificación a los asesinatos terroristas. Cuando ocurre un crimen de violencia machista los medios tienen que ser extremadamente cuidadosos a la hora de dar voz a todos aquellos que justifican el crimen con la actitud de la víctima. El diario ABC en su noticia (23/10/2012) sobre el asesinato de una niña de 13 años por parte de su pareja en El Salobral, (Albacete) incluía unas declaraciones de la madre del asesino: “No sé qué ha pasado entre ellos (…) Esta mujer le volvía loco, no comía, no dormía”. En el mismo artículo se incluye un vídeo en el que un vecino afirma que el asesino “No es un criminal”. Este tipo de informaciones promueve la idea de que el asesino actúa impulsado por la víctima. Que aparece como una manipuladora de emociones que ha convertido a un hombre normal en un asesino. El mismo modo de proceder tuvo el ABC cuando informó (16/05/2015) del asesinato de una mujer en Villaviciosa de Odón al incluir un entrecomillado que incidía sobre las bondades del asesino: “Estoy impactado. Sergio es una bellísima persona”.
Barbara Tardón en Eldiario.es pedía mas contundencia a la hora de enfocar este tipo de informaciones: «Muchas veces se sigue justificando al agresor o culpando a las mujeres. Hace falta también contundencia contra la violencia simbólica, contra los gestos del día a día que sostienen la violencia directa”
El hombre sólo es protagonista de este tipo de informaciones para incidir en su carácter criminal y en el móvil machista de su actuación. Nunca es víctima en lo que respecta a la violencia machista, ni siquiera cuando muere al intentar cometer el crimen. Jamás está justificada su manera de actuar por la actitud vital de la mujer. El hombre que mata a una mujer sí es un criminal y jamás es una bellísima persona.