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El PP prioriza una nueva rebaja fiscal sobre otras medidas presupuestarias
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, promete que bajaría aún más el IRPF en 2016 si la marcha de la economía se lo permite. Los presupuestos prevén un ahorro de 5.000 millones en prestaciones de paro.
En 2011, el Partido Popular hizo campaña electoral con la promesa de bajar los impuestos, a pesar de la pésima situación económica en la que se encontraba el país. Ahora, los conservadores vuelven a apostar por que los ciudadanos voten pensando en el bolsillo, por lo menos los que son contribuyentes. “El Gobierno apuesta por seguir bajando impuestos como ya ha hecho”, anunció el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, esta mañana en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016 en el Congreso de los Diputados.
Es cierto que el Ejecutivo ha bajado los impuestos directos, pero antes los había subido, comiéndose la promesa electoral del 2011. Mientras se ha vuelto a reducir la fiscalidad sobre las rentas de trabajo, de capital y las empresas, el fuerte aumento del IVA sobre muchos productos sigue allí y esto perjudica especialmente a las rentas más bajas. Los millones de parados y pensionistas no se benefician de la rebaja fiscal de Montoro.
Pero el PP ha aprendido de sus errores y ahora condiciona la oferta de volver a reducir los tipos del IRPF a la marcha de la economía y de la recaudación tributaria el año que viene. Hay varios factores que justifican esta cautela. Primero, la previsión de un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 3% en 2016 está en el lado optimista de los cálculos de los expertos –el Banco de España prevé un aumento del 2,7%-.
Los PGE se basan en buena parte en un importante ahoro en el pago de intereses sobre la deuda pública –uno de cada diez euros que se gasta el Estado-. Pero la actual volatilidad en el mundo (Grecia, China, guerras y conflictos varios) podría afectar a los tipos históricamente bajos que España paga en los mercados para colocar los bonos.
Los Presupuestos de Montoro prevén que la recaudación fiscal aumentará en 2016, a pesar de las rebajas de tipos que han entrado en vigor este año. Además del menor coste de financiación de la deuda, Hacienda espera ahorrarse unos 5.000 millones de euros en prestaciones de desempleo gracias a la “favorable evolución del mercado de trabajo”. Es un 22% menos respecto a lo presupuestado para el ejercicio actual, aunque los PGE sólo prevén una modesta caida de la tasa de desempleo del 22,4% en el segundo trimestre al 19,8% en 2016.
“Estos ahorro se invierten en el mantenimiento del Estado de bienestar”, aseguró Montoro. Tras los fuertes recortes de los últimos años, el gasto social crece un 3,8% en 2016. La mejor parte se lleva Educación con una subida del 9%. El presupuesto para Sanidad sube un 3,6% y también habrá más dinero para dependencia.
Montoro, al igual que lo hizo el presidente Mariano Rajoy el viernes tras la aprobación del presupuesto por el Consejo de Ministros, subrayaba que el gasto social supone el 53% del total. La mayor parte corresponde a las pensiones que suben un 0,25%, lo cual podría quedar por debajo del incremento de los precios.
Mientras el PP ha querido mostrar un compromiso con el gasto social, los recursos dedicados a aspectos que pueden mejorar la competitividad de la economía son más discretos. La inversión pública sube apenas un 1%. El gasto en Investigación y Desarrollo (I&D civil), muy castigado por la crisis, aumenta un 2,2% y las becas se llevan un raquítico 0,2%.
España tiene un problema de ingresos públicos que corresponden al 38% del PIB frente a una media del 45% en la Unión Europea, según recogen los datos del propio documento de los Presupuestos. Aún así, la prioridad absoluta del PP, en caso de que haya margen para hacerlo, parece ser bajar los tipos nominales de los impuestos antes de incrementar el gasto social o invertir en un cambio del modelo económico, tal y como reclaman muchos economistas.
En el caso de que las cosas se tuercen y el Estado tendrá que volver a apretarse el cinturón, es poco probable que el PP volviera a romper sus promesas de menos impuestos como hizo en 2011. El ajuste tendría que venir por la parte de los gastos.