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Acampados sin mordazas: la tienda se queda
La autora repasa las noticias relacionadas con los movimientos sociales más destacadas de julio
En torno a 20 personas retaron este mes a la Ley Mordaza acampando en la emblemática Puerta del Sol de Madrid, desafiando así la norma de no poder realizar una protesta “sin permiso previo”. Tras 18 días resistiendo fueron desalojados y unas horas después mudaron su protesta a las mismas puertas del Ayuntamiento de Madrid. A pesar de la dura Ley de Seguridad Ciudadana y la ola de calor golpeando con toda su fuerza, el grupo decidió mantener el campamento hasta que se derogue la Ley. Desde su misma cuenta de Twitter explican que lo correcto era desobedecer leyes injustas y llaman a la ciudadanía a rebelarse y a actuar contra la Ley Mordaza. De momento, según dicen, seguirán acampados donde tenga que ser hasta que consigan su propósito. En su comunicado exigen también la libertad de presos políticos, como los de la Operación Pirata y Pandora, y de Alfonso Fernández, Alfon. De momento “la tienda se queda”, como puede leerse en una de sus pancartas.
La acampada ha tenido que enfrentarse al desalojo de la UIP, pero también al ataque de un grupo de nazis que les lanzaron objetos mientras gritaban “Arriba España”. Según fuentes que se encontraban en el lugar, la Policía hizo oídos sordos y no actuó para evitar los altercados.
En materia de vivienda, en julio se suspendió el desalojo del Bloc La Bordeta. El llamamiento a la ciudadanía bajo el lema “El bloc La Bordeta no se toca” surtió efecto y se consiguió parar el desalojo de al menos tres vecinas del edificio. Las familias alojadas podrán seguir allí mientras el Ayuntamiento busca una solución estable a su situación.
Y suma y sigue. En Cataluña, se aprobó la Iniciativa Legislativa Popular con medidas en materia de vivienda y pobreza energética. A pesar de que estos hechos ocurrieron en el Parlament, mucho se ha luchado desde las calles para poder llegar a este happy end. En concreto, La PAH, uno de los colectivos que más ha trabajado para llegar a este triunfo, celebró esta “victoria histórica” que en palabras de Ada Colau, presente en el festejo posterior, se trata de una legislación “en favor de la mayoría”. Por su parte, la cuenta de Twitter de la PAH en Catalunya decía así: «Aprobar la ILP es una victoria colectiva, de la cooperación, soporte mutuo o solidaridad de miles de personas». Mientras se debatía y votaba la nueva ley, unas mil personas siguieron en el Parlament las diversas intervenciones para más tarde celebrar la aprobación con una fiesta en el Parc de la Ciutadella.
El toque agrio final se lo lleva el centro social okupado y autogestionado Andanza de Sevilla, que fue desalojado sin aviso previo. El espacio llevaba okupado año y medio y se realizaban en él actividades culturales, sociales y políticas, como lo fueron en su momento los intentos de confluencia de cara a las elecciones municipales. Además, se trataba de un punto de encuentro que albergaba diversos talleres de apoyo a la lucha feminista y acogía como si de una obra de arte se tratara -no es para menos- el “Sagrado Coño Insumiso”, símbolo que procesionaba por las calles sevillanas contra la Explotación y la Precariedad y especialmente por un aborto libre. Según aseguran desde el colectivo, parece que las paredes que dieron a luz cultura y arte se podrían convertir ahora en un parking privado y viviendas de lujo, como parte de un plan de gentifricación del conocido barrio Pumarejo o Calle San Luis, lugar donde se desarrollan la mayor parte de actividades autogestionadas y relacionadas con el activismo. Las personas que okuparon Andanza aseguran que seguirán liberando espacios y continúan celebrando asambleas para organizarse.