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Qué no es Ahora en Común
Un miembro de la plataforma Ahora en común lo define como "el anhelo de cambio de la ciudadanía expresado en las urnas"
José Luis Cazador*. Desde que se presentara el manifiesto de Ahora en Común, muchos son los artículos que han aflorado en diversos medios sobre la confluencia. Pese a este importante caudal de información, parece que hay algunos sectores que aún no se aclaran sobre qué es eso de AeC y vierten comentarios desafortunados hacia la plataforma. Desde aquí va a intentarse llevar a cabo el ejercicio contrario: ver qué no es Ahora en Común para ver si de ese modo consiguen disiparse las dudas de forma definitiva.
Ahora en Común no es un partido político. Es un espacio que busca generar la confluencia que posibilite una gran alianza ciudadana de cara a las generales, donde todos los actores políticos y sociales se sientan cómodos y puedan trabajar juntos. Éste debe ser democrático y por abajo, o lo que es lo mismo, recuperar los valores democráticos del 15M para que no se pierdan en el ciclo electoral. A lo que aspira, por tanto, es a transformar de verdad fomentando la construcción desde la base, la participación y la cooperación; algo que se estima imposible de conseguir mediante la burocracia y jerarquía propias de un partido político al uso.
Ahora en Común no es una candidatura. No pretende presentarse como tal a las elecciones. La intención es expresar el clamor por la confluencia que late en las calles. Hay una sensación de que esta oportunidad es única, y que desaprovecharla sería un profundo error. Lo que busca Ahora en Común con su lógica de desborde es tanto la movilización social -con un amplio volumen de activistas que dinamicen la campaña electoral en barrios y pueblos- como el método -programa participado y no limitado a expertos, ya que la política no puede ser monopolio de profesionales y tecnócratas-.
Ahora en Común no es Izquierda Unida. Es cierto que hay gente de dicha formación participando en asambleas y primarias, pero lo hacen a título propio. De hecho, en una estadística de primera hora publicada por EP, la mayoría de los apoyos procedían de integrantes de candidaturas populares, ciudadanos independientes, bases de Podemos, miembros de Equo y, en último lugar, de militantes de IU. AeC, mediante su flamante elección de portavoces, pretende alejar esta idea y comenzar a imponer su propia visión en los medios, ya que hasta ahora no ha tenido oportunidad de hacerlo -siendo gente de fuera quien ha copado el espacio comunicativo-.
Ahora en común no es una herramienta de desunión. Ese es el enmarcado que trata de imponer una derecha asustada por el empoderamiento ciudadano, consciente de que la unión de la izquierda le perjudica gravemente. Es necesario anteponer las similitudes a las diferencias para, de este modo, llegar a un acuerdo en torno a una serie de puntos programáticos que defiendan los derechos humanos y la dignidad. Ya en las municipales se comprobó que la ciudadanía premia el esfuerzo por la unidad y la diversidad, donde las candidaturas de confluencia han demostrado que 1+1 es mucho más que 2.
Ahora en Común no es un “cambio de cromos”. Lo que busca no es sustituir unos nombres por otros, sino construir esa imparable marea confluyente que nace de la gente común y desde abajo. La plataforma ha crecido en buena parte de forma viral, a través de las redes, y se ha ido incorporando mucha gente. El protagonismo, por tanto, es fundamentalmente ciudadano, lo que no quita que sea bienvenido el apoyo de personas de la cultura, el periodismo, la empresa, la universidad, etc.
Ahora en Común no es una “sopa de siglas”. No es una unión ni de izquierdas ni de organizaciones. Lo que pretende es impulsar una alianza ciudadana y democrática como ocurrió en Madrid, Barcelona y Zaragoza en las municipales. Sin embargo, para participar en la confluencia no hace falta renunciar a la personalidad de cada cual. La diversidad es entendida como una riqueza siempre que no signifique un pacto entre aparatos, sino un espacio para anteponer las similitudes a las diferencias garantizando la pluralidad y la equidad en un espacio de debate público. AeC entiende -desde la perspectiva del 15M- que la democracia es más eficaz electoralmente que las formas partidarias tradicionales -incluida la coalición de organizaciones-.
Ahora en Común no es una alternativa a Podemos. La idea es ir con Podemos y más allá de Podemos, abarcando todo lo que la formación de Pablo Iglesias ya no puede recoger. Tal y como sostenía una viñeta de Eneko: “Podemos no puede solo, solos no Podemos”. No debe olvidarse que las candidaturas municipalistas obtuvieron mejor resultado que Podemos en solitario en las autonómicas. Si se pretende ganar, hay que construir algo que aspire de verdad a derrocar el bipartidismo imperante. Desde dentro del propio Podemos ya han aparecido manifiestos internos y se ha visto a varias voces relevantes pedir un esfuerzo por la confluencia.
Lo que Ahora en Común sí que es es la búsqueda de horizontalidad, ética, transparencia, dignidad, sostenibilidad y justicia. También es la lucha contra la desigualdad, corrupción, pobreza, recortes, desahucios y paro. Pero, por encima de todo, Ahora en Común es el anhelo de cambio de la ciudadanía expresado en las urnas. Con la grave crisis económica que padecemos y un neoliberalismo más fuerte que nunca, ha llegado el momento de estar a la altura de las circunstancias y ser humilde. Sería una catástrofe de naturaleza histórica desaprovechar este efímero momento de apertura. No es momento de ombliguismos. Nos quieren en soledad, nos tendrán en común.
* José Luis Cazador es activista en Ahora en Común y en Equo