lamarea.com
  • La Marea
  • Kiosco
  • Climática
  • Contacto
DONA SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE
Iniciar sesión
  • Preguntas Humanas
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
  • Preguntas Humanas
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
ANTERIOR

Conoce a tu enemigo: antropología en zonas de guerra

SIGUIENTE
SUSCRÍBETE DESDE 17€. Además, si verificas que eres humano con el código HUMANA, te llevas un 10% de descuento en tu suscripción a la revista

Opinión | OTRAS NOTICIAS

Conoce a tu enemigo: antropología en zonas de guerra

EEUU ha clausurado el programa Human Terrain System (HTS), que "empotraba" antropólogos en el ejército que ocupó Irak y Afganistán

Laura Gaelx Montero
19 julio 2015 Una lectura de 3 minutos
Telegram Linkedin Url

En épocas premodernas, a los ejércitos les seguía un tropel de prostitutas y comerciantes de todo tipo. Hoy, los ejércitos profesionales invaden países acompañados de “empotrados”: fotógrafos, cámaras, reporteros… y antropólogos.

El Ejército de Estados Unidos puso en marcha en 2007 un polémico programa llamado Sistema de Terreno Humano (Human Terrain System o HTS, en inglés). Se trata de un cuerpo de inteligencia formado por profesionales de las ciencias sociales y destinado a facilitar la comprensión de la realidad local a los mandos militares. “Terreno humano” es el término utilizado en la jerga militar estadounidense para referirse a la población de la zona donde tiene lugar el conflicto.

Después de siete años de actividad, el Pentágono ha dado por finalizado el proyecto. Aunque no ha habido una comunicación oficial, las fuentes sitúan el cierre en septiembre de 2014. La noticia, que se ha conocido a finales de junio, apenas ha tenido repercusión en los medios pero sí ha sido muy comentada (y celebrada) en foros de antropología.

El germen del proyecto se encuentra en un artículo publicado en 2005 en Military Review, la revista “académica” del ejército americano, como solución a la brecha cultural a la que se enfrentaba el mismo en su invasión de Irak y Afganistán. En 2007 se puso en marcha de forma provisional con un presupuesto anual de 10 millones de dólares y en 2011 el HTS llegó a recibir 150 millones para su mantenimiento.

La creación del HTS generó un intenso debate público en Estados Unidos. Muchos militares criticaron la incrustación de profesionales de las ciencias sociales en sus unidades por considerarlos totalmente inoperativos y un lastre para el equipo. Pero el rechazo principal se produjo desde las instituciones académicas y profesionales.

Antropología al servicio del colonialismo

La prestigiosa Asociación Americana de Antropología (AAA) publicó un comunicado, seguido de un detallado informe igualmente duro, declarando su total rechazo a la iniciativa por considerar que implicaba “la violación del código ético de la AAA” por parte de los profesionales que formasen parte del HTS y por tratarse de “una aplicación inaceptable de la práctica antropológica”.

El principal motivo de rechazo no era moral sino la consideración de que no se daban las condiciones necesarias para llevar a cabo un trabajo de campo riguroso. La AAA destacaba las consecuencias negativas -también aplicables al trabajo de los profesionales de la comunicación- de que la población local identificase a esos investigadores supuestamente neutrales con el ejército que los está masacrando.

Desde su nacimiento, la antropología ha tenido que hacer frente a la acusación de servir a los fines colonialistas. Incluso se citan ejemplos previos a su conformación en disciplina académica, como es el caso del cronista y fraile Bartolomé de las Casas en la conquista de América.

Durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, la antropología social británica se desarrolla al mismo tiempo que el Imperio avanza en África. Independientemente de las motivaciones e intereses de investigadores como Evans-Pritchard o Radcliffe-Brown, lo cierto es que sus estudios sobre las “sociedades primitivas” proporcionaron claves decisivas para la administración colonial.

Sin duda uno de los casos más célebres de conocimiento social al servicio de los intereses bélicos es El crisantemo y la espada, de la antropóloga estadounidense Ruth Benedict. Este estudio sobre los patrones culturales japoneses, publicado en 1946, fue un encargo directo de las autoridades militares, que se enfrentaban a la ardua tarea de ocupar un país con códigos en torno a la culpa o el honor muy diferentes de los propios.

Pero la antropología también ha proporcionado muchas herramientas teóricas para entender las prácticas de resistencia a la dominación cultural, como las que se encuentran en la obra de Pierre Bourdieu o James C. Scott. Está en la mano de los profesionales de esta disciplina decidir cuál quiere ser su contribución.

bannernewsletter

Telegram Linkedin Url

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

€
  • #antropología
  • #ciencias sociales
  • #colonialismo
  • #conflicto armado
  • #Ejército de Estados Unidos

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Suscríbete dona
Comentarios
  1. ¿Cuántas subdisciplinas tiene la antropología? – TEORÍA ANTROPOLÓGICA dice:
    02/08/2017 a las 23:14

    […] esta disciplina haya nacido luego que distintos ejércitos emplearan antropólogos para labores de espionaje e investigación de grupos armados. Dato curioso: quizás sea por lo anterior que el Gobierno […]

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Lo más leído

  • UGT y CCOO, sindicalismo y guerra
  • Sarah Jaffe: “Me di cuenta de que el trabajo soñado no era lo esperado: estaba cansada, sin dinero y con un jefe horrible"
  • Israel registra 88 envíos de armas de España por 5,3 millones de euros desde octubre de 2023, según un informe del Centre Delàs
  • El legado de Jane McAlevey: cómo construir poder de clase a través de alianzas entre los sindicatos y la comunidad
  • La Flotilla de la Libertad sigue bloqueada frente a las costas de Malta: así fue el ataque con drones y 16 personas a bordo

Actualidad

  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Clima
  • Sociedad

Conócenos

  • La Marea
  • Cooperativistas
  • Transparencia
  • Política de cookies
  • Política de privacidad

Kiosco

  • Suscripciones
  • Revistas
  • Libros
  • Cursos
  • Descuentos
  • Contacto

Síguenos

Apúntate a nuestra newsletter

Apúntate
La Marea

La Marea es un medio editado por la cooperativa Más Público. Sin accionistas detrás. Sin publirreportajes. Colabora con una suscripción o una donación

MásPúblico sociedad cooperativa. Licencia CC BY-SA 3.0.

Compartir a través de

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos. Leer más

AceptarResumen de privacidad
Política de Cookies

Resumen de privacidad

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de te...
Funcionales
Siempre habilitado

Las cookies funcionales son esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro sitio web, ya que proporcionan funcionalidades necesarias. Desactivarlas podría afectar negativamente a la experiencia de navegación y a la operatividad del sitio.

Guardar y aceptar