Internacional | OTRAS NOTICIAS

La ciudadanía griega dice ‘no’ a la austeridad de la troika

El 'no' gana claramente con el 61,3% de los votos, frente al 38,7% del 'sí'. Tsipras: "Estamos preparados para seguir negociando bajo el criterio de la justicia social". Antonis Samarás presenta su dimisión

Concentración de apoyo al referéndum griego en Madrid

Grecia ha dicho no a la austeridad. El no en el referéndum sobre las exigencias de ajuste de la troika se ha impuesto claramente con el 61,3% de los votos, mientras que el se ha quedado con un 38,7%. Más de 20 puntos de diferencia que quedan lejos de las previsiones que en los últimos días habían apuntado analistas y sondeos. «Juntos hemos escrito una página brillante en nuestra historia. No hay vencedores ni vencidos, es una gran victoria en sí misma», ha valorado el primer ministro, Alexis Tsipras, tras conocer el resultado.

El líder de Syriza ha agradecido a los ciudadanos que hayan tomado una «elección muy valiente», y ha sostenido que el mandato otorgado por el pueblo griego «no es de ruptura con Europa», sino de «reforzar nuestra fuerza negociadora para lograr un acuerdo sostenible y justo». «El pueblo griego ha dicho que quiere una Europa de la solidaridad y la democracia. Estamos preparados para seguir negociando reformas y planes de financiación fiables y sostenibles, bajo el criterio de la justicia social, trasladando las cargas de los más pudientes a los menos pudientes», ha subrayado.

«El pueblo griego ha devuelto el ultimátum a quienes lo presentaron», ha enfatizado el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, que ha celebrado que los ciudadanos hayan «ignorado el miedo, con los bancos cerrados y con todos los medios de comunicación de los oligarcas en contra».

Miles de personas se han concentrado en la plaza Syntagma para celebrar la victoria del oxi, que se ha impuesto en todas las regiones del país. El gobierno heleno ha señalado que presentarán una contraoferta de carácter urgente e iniciarán los contactos con los bancos griegos y las autoridades europeas. «Vamos a llamarlos uno a uno para encontrar un lugar común», ha confirmado Varoufakis en su comparecencia.

Tras haber realizado una intensa campaña por el , el hasta hoy líder del partido Nueva Democracia, Antonis Samarás, ha presentado su dimisión. Desde que se han comenzado a conocer los primeros resultados, en el seno de su formación se habían multiplicado las voces que reclamaban su renuncia.

La primera reacción oficial de las instituciones europeas ha llegado por parte del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, que ha rechazado que el resultado del referéndum refuerce la posición de Grecia en la negociación. Schulz ha matizado sus declaraciones de los últimos días y ha admitido que es «necesario, posible e incluso eficaz renegociar», pero ha subrayado que «18 miembros de la zona euro están de acuerdo con las propuestas que han rechazado los griegos».

En este sentido, el líder de los socialdemócratas alemanes ha instado al gobierno de Tsipras a plantear «propuestas que puedan convencer a los demás miembros». El presidente del Parlamento Europeo ha reclamado que una de las primeras medidas que deberá discutir la cumbre de la Eurozona que se celebrará el martes es un programa humanitario para «ancianos, enfermos y niños», que «no deberían pagar un precio por la situación difícil a la que les ha llevado el gobierno griego». Más contundente se ha mostrado el número dos del gobierno alemán, Sigmar Gabriel, que ha sentenciado que Grecia «ha roto todos los puentes» con Europa.

A las urnas bajo presión

El ministro del Interior griego, Nikos Vutsis, ha subrayado que la jornada ha transcurrido sin incidentes. «La voluntad del Gobierno, muchos pueden ignorarla. La voluntad del pueblo, nadie», ha declarado Tsipras tras depositar su voto este domingo por la mañana en un colegio electoral del barrio ateniense de Kipseli. Casi once millones de griegos estaban llamados a las urnas para expresar su apoyo o su rechazo a las propuestas de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional para prorrogar la ayuda financiera. La participación ha superado el 60%, alcanzando cotas similares a las de las últimas elecciones legislativas.

La consulta se ha celebrado con los bancos cerrados y una restricción de retirada de efectivo en los cajeros de un máximo de 60 euros. Una situación que, a tenor de las encuestas difundidas en la última semana, desmentidas en las urnas, parecía reforzar las opciones del .

El pueblo griego ha acudido a votar entre el bombardeo de las televisiones privadas del país y los partidos de la oposición, más ruidosos que sus oponentes, que se resumen en la frase pronunciada por el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, en declaraciones al diario Bild: “El pueblo griego decidirá si continúa o no en el euro”. En el lado opuesto, las consignas del gobierno de Tsipras: “El domingo vamos a dar a Europa y al mundo un mensaje de dignidad. Nadie tiene el derecho de chantajear a los griegos”, había exclamado el primer ministro el viernes ante una plaza Syntagma a rebosar.

Los argumentos defendidos por los partidarios de una y otra opción dibujaban un escenario muy distinto para los días posteriores a la consulta. Para los defensores del , un voto negativo implicaba la ruptura definitiva del diálogo y la salida de Grecia de la Eurozona. Según el gobierno heleno, fuese cual fuese el resultado, la próxima semana se alcanzará un acuerdo. Así lo defendió en una entrevista al diario El Mundo Varoufakis, que sostuvo que “si gana el no, Tsipras viajará el lunes a Bruselas y logrará un acuerdo mejor”, mientras que “si ganara el , la recesión se haría más profunda”.

Tsipras gana el «plebiscito»

La jornada no sólo era decisiva para las negociaciones que Grecia debe mantener con los acreedores, sino para el propio gobierno de Tsipras. Un aval de los ciudadanos al planteamiento de las instituciones europeas hubiese dejado al Ejecutivo en una posición de extrema debilidad, y Varoufakis había anunciado que dimitiría si eso sucedía.

“Lo único que pedíamos a cambio era que esa austeridad no recayera en los pobres, sino en los ricos. Y claro, no les gustó. Y también pedimos que nos reestructuraran la deuda, precisamente para poder pagarla. Y nos respondieron que bueno, que tal vez más adelante… Y no, no se puede retrasar, tiene que hacerse ahora”, detallaba el ministro de Finanzas sobre el fracaso de las negociaciones.

Precisamente, si algo ha cambiado durante estos días de acusaciones cruzadas es que la reestructuración de la deuda se ha instalado en el debate. En esta línea, el mismo FMI reconocía en un análisis publicado el pasado jueves que la deuda griega es “insostenible” y abogaba por una reestructuración y la posibilidad de una quita. Un hecho que han subrayado este domingo en sus discursos tanto Tsipras como Varoufakis. Tras el aval de la ciudadanía, Syriza aspira a que se aborde la reconfiguración de la deuda como la única vía para lograr una salida sostenible al atolladero económico y social en que se encuentra el país.

La Marea, Suscripción, Revista

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.