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La eurodiputada Ana Miranda denuncia un uso de “fuerza desproporcionada” en el asalto al Marianne
La eurodiputada ha narrado a su vuelta a Madrid el abordaje del Ejército israelí al barco humanitario Marianne
MADRID // «Al llegar al puente de mando usan violencia desmesurada, desproporcionada, sacan porras eléctricas a personas incluso mayores que estaban allí. Les pegan, se oyen gritos, gritos de mucho terror. Por un momento pensamos que estaban muertos. Se produce la toma de control del mando y los arrastran a donde estamos el resto de pasajeros». Éste es parte del relato de los hechos que la eurodiputada del Bloque Nacionalista Galego (BNG) Ana Miranda ha realizado este martes, en el Congreso de los Diputados, del asalto del Ejército israelí al Marianne. El barco, que formaba parte de la Flotilla de la Libertad, fue interceptado en la madrugada del lunes, cuando se encontraba en aguas internacionales, a 90 millas de Gaza.
Ha sido precisamente la ilegalidad del abordaje otro de los puntos en los que ha incidido Miranda, que ha hablado directamente de “secuestro”. “Estábamos en aguas internacionales, con permiso de navegación, en un barco de pabellón europeo, concretamente sueco”, ha explicado. Dos días antes del abordaje, advirtieron que les seguían hasta tres embarcaciones, con todos los datos de identificación borrados. “Eran barcos fantasma”, ha asegurado. Al acercarse, los soldados israelíes se pusieron en contacto con los tripulantes del Marianne. “Queremos que salgáis bien de ésta y que la mercancía llegue a Gaza”, les decían, según el relato de Miranda, a lo que Joel, el capitán se negó: “Ustedes no tienen ningún derecho a interrumpir nuestro paso”.
Entonces llegó el asalto. “En diez minutos entran unos 40 soldados encapuchados, con multitud de armas y chalecos de guerra y entran por la popa, desde la que empiezan a acercarse al puente de mando y luego vienen para la proa, donde estábamos los activistas y periodistas”, ha relatado. “Nos tiran, nos empujan, a mí me cayeron encima compañeros”, ha añadido, al tiempo que enseñaba un moratón en el brazo. “Hay gente que está más afectada”, ha agregado. En el puente de mando es donde los soldados se mostraron más agresivos y llegaron a agredir al capitán, Joel, junto a otros miembros de la tripulación, con porras eléctricas.
Ya detenidos, fueron trasladados al puerto de Ashdod, al que tardaron en entrar porque, cuenta la eurodiputada, había una manifestación en el lugar en apoyo a la Flotilla. Cuando finalmente atracaron, les confiscaron el material informático, teléfonos, y otras posesiones personales. En todo momento se les trató como a personas peligrosas, “vigilados por gente encapuchada, armada hasta la médula”. El ejército israelí también se ha quedado con el barco y el material que transportaba. Los cargos políticos y periodistas ya han sido liberados pero los miembros de la tripulación aún siguen encarcelados. “Hay que trabajar estos días para que los liberten”, ha defendido.
A bordo también iba un periodista israelí. “Decía que estaba alucinando al ver lo que era el barco en realidad y lo que se contaba en la prensa israelí”, ha afirmado Miranda, quien ha asegurado también que le confesó que tiene “miedo a represalias”.