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El fútbol femenino hace historia pese a los obstáculos
La participación de España en el mundial despierta mucho menos interés de los medios de comunicación pero sí visibiliza el auge de este deporte
Bajo la máxima discreción mediática, está teniendo lugar en Canadá la Copa Mundial de fútbol femenino, que durará hasta el 5 de julio y en la que la selección española ha participado por primera vez, hasta su eliminación el pasado jueves tras perder el partido contra Corea del Sur. A pesar de este hecho histórico en el deporte de nuestro país, el evento no ha conseguido igualar a la repercusión que tiene su homólogo masculino tanto en difusión como en tratamiento.
Dos días antes del comienzo del mundial, el programa deportivo satírico de Cadena SER Sevilla La cámara de los balones hablaba sobre las pruebas de verificación del sexo que la FIFA hará a las jugadoras durante el Mundial y las justificaba bajo el argumento de que «el hecho de que una mujer pueda pasar por hombre no le aporta ventaja física, pero que una supuesta mujer sea un tipo [sic] puede hacer que tenga más potencia a la hora de correr». El espacio de humor, presentado por José Guerrero Roldán, bromeaba diciendo que «en determinadas selecciones se han dado casos de ciertas jugadoras con apariencia femenina pero que cuando meaban salpicaban el azulejo» y simulaba un test de verificación sexual como una prueba en la que «se ponen en una mesa para desayunar tres revistas y si la jugadora, en vez de Lecturas, coge Interviú y la abre por la parte de en medio, aquí ya canta la gallina».
Mediante un comunicado, el Observatorio español contra la LGBTfobia ha hecho pública su denuncia al programa ante la fiscalía «por incitar al odio y a la discriminación de las personas transexuales». El director del Observatorio STOPLGBTfobia, Paco Ramírez, ha calificado de «insultante e indignante el contenido del programa satírico, que incita al estereotipo y al chiste fácil a base de menospreciar y humillar a las personas transexuales».
Por su parte, desde el comienzo del campeonato, el diario El Mundo ha fijado su atención sobre la portera estadounidense Hope Solo, considerada una de las mejores guardametas del mundo, a la que se refieren como «la guapa y mediática portera» que ha ocupado portadas de revistas «gracias a su belleza». Precisamente, llama la atención la cantidad de información sobre la competición que incluye referencias a la vida personal de las deportistas. En un artículo del mismo diario sobre Abby Wambah, el periodista presentaba a la jugadora como la “máxima goleadora histórica de Estados Unidos, casada con otra internacional”.
No obstante, las futbolistas, hasta ahora prácticamente invisibles para los medios de comunicación, pueden comenzar a vislumbrar algunos avances informativos gracias a la cosecha de sus propios éxitos. Así, tanto Marca como el diario As, dedicaban su portada del 9 de junio a la selección española, coincidiendo con su debut en un Mundial. También RTVE ofrece una cobertura en directo de los partidos a pesar de que el seguimiento que hace la televisión pública del mundial de fútbol femenino se queda corto al lado del de la selección masculina, algo que Alejandro Caballero, presidente del Consejo informativo de TVE, atribuye a que “el fútbol femenino está en crecimiento en nuestro país pero sigue muy lejos del masculino en cuanto a interés informativo”. Esto explicaría que ni en la noche de su primer partido ni en los días siguientes, las deportistas abriesen la sección de deportes del Telediario de la 1 de TVE, donde la denominación “los hombres de Vicente del Bosque” hace sombra a la fórmula “las chicas de Ignacio Quereda”. Algo que también ocurrió el día de su eliminación tras perder frente a la selección surcoreana, noticia que apareció en séptimo lugar en el Telediario de TVE, bajo el titular “decepción mundial”, en la que sorprendentemente se destacaba la “visibilidad” que la selección española ha dado al fútbol femenino.
En este sentido, el informe sobre el pluralismo deportivo en las televisiones andaluzas publicado por el Consejo Audiovisual de Andalucía en septiembre de 2014, desvelaba un “predominio masculino en las noticias de los informativos puesto que los hombres intervienen un 97,8% del tiempo, por un 2,2% de las mujeres”.
Un camino lleno de trabas
El plano mediático parecer ser tan sólo el reflejo de la discriminación que sufren las jugadoras también a pie de campo. En mayo de 2011, el Comité Ejecutivo de la FIFA aprobó el Reglamento para la Verificación de la identidad sexual, una normativa que se aplica a todas las competiciones de la FIFA. Aunque sólo a aquellas en las que participan mujeres.
La prueba, que según el Reglamento pretende corroborar que una jugadora tiene “el sexo correcto”, se realiza bajo el pretexto de que “las hormonas andrógenas tienen efectos que mejoran el rendimiento, particularmente la fuerza, la energía y la velocidad, lo cual puede ofrecer una ventaja en el fútbol y afectar al resultado del partido”. Para llevar a cabo el test, la FIFA se basa en características sexuales secundarias de las mujeres como la anchura de las caderas o la cantidad de vello. Para Victoria Ley, responsable de Salud y Deporte del Consejo Superior de Deportes, “entre las características que la FIFA tiene en cuenta existe un solapamiento entre lo que se considera normal para las mujeres y lo que se considera normal para los hombres”, por lo que un análisis de testosterona, que para la FIFA es el indicador más fiable, no puede determinar si una persona es hombre o mujer, y añade que “es humillante el hecho de que una mujer tenga que demostrar que es mujer ante un tribunal”.
El fútbol femenino en España, una categoría de segunda en derechos laborales
En España, este panorama de desigualdad se materializa además en el Real Decreto 1835/1991 de 20 de diciembre sobre federaciones deportivas españolas, cuyo artículo 24 recoge que “no podrá existir más que una Liga Profesional por cada modalidad deportiva y sexo en el ámbito estatal”. De este modo, sólo se permite una selección de fútbol profesional de entre la masculina y la femenina. Algo que hace que las jugadoras de la selección femenina, al no ser consideradas profesionales, no tengan convenio colectivo ni seguridad social y, muchas de ellas, tampoco contrato laboral, según denunció en marzo del año pasado la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO a través del vídeo “Te juegas mucho”, con el que pretendía “denunciar la discriminación de las mujeres en el mundo del fútbol y la gravedad de esta situación desde el punto de vista laboral”.
Todo ello a pesar de que la Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la igualdad efectiva de hombres y mujeres dicte, en su artículo 29, que “todos los programas públicos de desarrollo del deporte incorporarán la efectiva consideración del principio de igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres en su diseño y ejecución” y que “el Gobierno promoverá el deporte femenino y favorecerá la efectiva apertura de las disciplinas deportivas a las mujeres, mediante el desarrollo de programas específicos”.