La cúpula de IU-CM se quita de en medio tras el batacazo electoral

Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid (IU-CM) se quedó fuera de las instituciones al no lograr el 5% de los votos en los pasados comicios, en un episodio que en realidad fue la continuación de una larga guerra que dio sus primeros pasos tras los ataques internos que sufrió Tania Sánchez, candidata de la federación elegida por primarias, quien finalmente se vio obligada a abandonar. Este jueves, la larga travesía de los izquierdistas en la región madrileña ha entrado en una nueva etapa, ya que la cúpula de IU-CM presentó anoche su dimisión.

Entre los culpables del batacazo electoral, la dirección de la federación apunta constantemente a una persona: Alberto Garzón. En un comunicado emitido hace justo ahora una semana, IU-CM acusaba al joven líder andaluz de «dinamitar» las candidaturas tanto a la Comunidad como a la ciudad de Madrid.

«Bajo la excusa de la unidad popular, un grupo de dirigentes de IU encabezados por Alberto Garzón, no cesaron en su voluntad de quebrar las decisiones de los órganos regionales, y dinamitar sus candidaturas. Ignoraron la autonomía de IU-CM, vulneraron la federalidad, arremetieron contra sus candidatos, apoyaron a los de otros partidos, agitaron la crisis interna, desautorizaron al mismo coordinador general y no perdieron ocasión para anunciar el entierro del proyecto de IU», denunciaban en el texto.

Luchas intestinas por el poder

El resultado electoral del pasado 24-M para la coalición Izquierda Unida (IU) ha dejado una serie de heridas abiertas que deberán esperar a la celebración de la Presidencia Federal de este viernes y del Consejo Político previsto para el 14 de junio. Hasta que llegue ese momento, diferentes facciones de dentro de IU han estado tomando posiciones a lo largo de la semana, bien para reforzar el liderazgo de Alberto Garzón o bien para cuestionar su estrategia de buscar una candidatura unitaria (presumiblemente con Podemos) para las próximas elecciones generales.

Según aseguran desde la agencia EFE, citando a fuentes de la presidencia federal, Izquierda Unida «no concurrirá a las elecciones generales con sus siglas sino que buscará conformar un nuevo espacio con Podemos». Voces autorizadas dentro de la formación como Julio Anguita han considerado que se trataría de un «error» que las fuerzas de izquierdas llegasen a pactos preelectorales.

Por otra parte, los miembros de la Presidencia Federal de IU más cercanos al candidato a las elecciones generales quieren consolidar su liderazgo para iniciar un proyecto de confluencia con otras formaciones políticas, especialmente Podemos. Dos exigencias están sobre la mesa bajo las que se medirá el poder que dentro de la coalición tiene Alberto Garzón: la desfederación de Izquierda Unida Madrid y la situación de Cayo Lara dentro del partido.

Tal y como publicó Infolibre esta misma semana, el entorno de Garzón «ha ido trabajando en un plan para actuar tras el 24-M: hacer que los órganos de dirección de IU aprueben en junio la intervención o la desfederación de Madrid». La federación madrileña cuenta con el apoyo del actual coordinador federal, Cayo Lara, una decisión que hace que los afines al candidato puedan llegar a plantear este mismo viernes los beneficios de su dimisión.

Fuego amigo contra Garzón

Este mismo martes 2 de junio, Gaspar Llamazares, de Izquierda Abierta, rechazó la desfederación de Madrid, «aquí no sobra nadie», afirmó. En este sentido, pidió que se acabase «la pelea entre chiquillos». Su compañera de formación, Montse Muñoz, criticó la actitud de Garzon durante la campaña electoral al no apoyar a IU Madrid. “Cada uno deberá analizar si ha remado en la buena dirección para que los resultados fuesen buenos. Cuando eso se da afecta a todo el mundo, no sólo a Madrid, ya que al debilitar una marca, lo haces con todo el conjunto”.

Aunque desde Izquierda Abierta aseguran que Garzón es el candidato y deberá ir como cabeza de lista por Madrid, según establecen los propios estatutos, desde la federación madrileña defienden que esta será una decisión de ellos. Si el conflicto entre Alberto Garzón e IU Madrid se alarga, podría darse la paradoja de que liderase una candidatura no reconocida por el resto de la lista que él mismo encabeza.

También el lunes, Luis García Montero, el que fuera candidato de IU a la presidencia de la Comunidad de Madrid, afirmaba en una entrevista con el diario El País que «una parte de la dirección federal ha utilizado esta campaña electoral como parte de sus conflictos internos. García Montero, apuntaba a «Alberto [Garzón] y a una parte del Partido Comunista» de haber «preferido hundir Madrid para seguir una estrategia de política interna». El poeta criticó que «un sector que representa Alberto Garzón está pidiendo la dimisión de Cayo Lara y disolver la federación de IU en Madrid».

La de este viernes será la primera batalla en la que Alberto Garzón se juegue su liderato. Una vez se haya consolidado como auténtico hombre fuerte del partido, podrá llevar adelante su proyecto de confluencia con Podemos y otras formaciones para las elecciones generales.