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El voto a Ciudadanos en las elecciones locales y autonómicas
Igual que sucede con Podemos, el nivel de implantación de este partido disminuye entre localidades de menor tamaño
BASILIO MORENO PERALTA // Las pasadas elecciones europeas de hace un año han podido marcar un punto de inflexión en la política española. Desde entonces, la aparición de Podemos y la expansión de Ciudadanos por todo el país son dos fenómenos que han fracturado el sistema de bipartidismo (imperfecto) previo, para dar lugar a un escenario ciertamente más pluralista. Las elecciones locales y autonómicas de régimen general del pasado domingo son la evidencia más clara de la transformación del sistema de partidos. En este artículo intentaré arrojar algo de luz sobre la distribución del apoyo al partido Ciudadanos (C’s), cuyos niveles de apoyo en toda España se dispararon durante el primer trimestre del año.
Tras la primera toma de contacto que supusieron las pasadas elecciones autonómicas andaluzas, las estimaciones del CIS apuntaban a que, al igual que sucede con Podemos, el nivel de implantación de estos dos partidos disminuye entre localidades de menor tamaño. El primer gráfico muestra el porcentaje de encuestados que se declaraba simpatía hacia C’s o intención de votarles en las elecciones generales. Aunque la tendencia general es que existe una relación directa entre la población de un municipio y el porcentaje de simpatizantes de este partido que viven en él, hay un umbral que separa las poblaciones con menos de diez mil habitantes de las mayores. Una vez superada esa barrera, los niveles de apoyo a C’s quedan relativamente estables.
Para ver si los votos recibidos por las candidaturas de C’s en las elecciones locales eran fieles a este patrón sacado del barómetro del CIS, he reunido los resultados[1] del partido en aquellas capitales de provincias españolas donde también se celebraban elecciones autonómicas. Dada esta característica, todos los resultados se refieren a casos en los que la población del municipio es igual a 35.000 personas (Teruel) o mayor.
¿Varía realmente el nivel de apoyo a la formación de Albert Rivera de manera proporcional al tamaño de la población una vez que hemos superado el umbral de los 10.000 habitantes? Abajo vemos que aunque parece existir una leve relación directa, con estos datos no podemos descartar que se trate simplemente de ruido estadístico—una relación totalmente plana entre población y voto a ciudadanos queda dentro del intervalo de confianza sombreado. El porcentaje de los votos válidos obtenidos por C’s en los ayuntamientos de estas ciudades no aumenta o disminuye con un patrón común en este caso. Si bien es cierto que la relación puede quedar excesivamente marcada en el extremo derecho por el caso de Madrid, esta no se refuerza cuando incluimos Barcelona, Sevilla o Bilbao en el gráfico; de hecho, obtenemos una correlación aún más débil.
Es cierto que el objetivo de votar a un partido en unas elecciones generales, como es el caso hipotético en la pregunta del CIS, y en unas municipales puede ser muy distinto. Al fin y al cabo, se trata de dos ámbitos competenciales (el de los ayuntamiento y el del Gobierno central) esencialmente diferentes. Por eso, puede ser que mirando el voto a las candidaturas que presentaba el partido para los comicios autonómicos encontremos otra situación. En España las comunidades autónomas poseen un nivel de gasto y discrecionalidad política muy cercano al de las unidades subestatales de países federados (Sala, 2014). Así que, tiene más sentido pensar que el comportamiento electoral de los ciudadanos en las elecciones generales será más parecido al que vemos en las autonómicas que en las elecciones municipales. En el siguiente gráfico se pueden consultar los resultados de comparar el porcentaje de votos alcanzado por Ciudadanos para las elecciones autonómicas y locales en un mismo municipio, para ver si este partido representa una opción más atractiva en niveles de administración con más peso legislativo y económico. Algo de cierto parece haber en tal afirmación dado que, de media, el partido rinde mejor en este contexto que en el local. Aunque he incluido los valores de las ocho capitales de provincia andaluzas dada la cercanía de estas elecciones autonómicas, sus resultados están marcados para evitar confusión. El efecto de concurrir a unas elecciones autonómicas en vez de locales sigue siendo positivo para la formación naranja cuando nos ceñimos únicamente a resultados del pasado domingo (clic en la imagen para ampliar en una pestaña).
Una vez que hemos visto un mayor potencial de Ciudadanos en el debate autonómico que en el municipal, puede resultar de interés analizar si la ampliación de la oferta partidista ha motivado una mayor participación entre el electorado. Únicamente con los resultados del domingo no podemos saber si los nuevos electores de C’s han dejado de votar por otras opciones para escoger ahora esta o si se trata de abstencionistas previos. Hasta ahora, las encuestas electorales apuntan a que el primer caso es más plausible, y que UPyD y PP los principales afectados por tal trasvase.
Este cuarto gráfico parece apoyar tal situación. Las localidades en que el partido ha cosechado mejores resultados como porcentaje de votos válidos no han experimentado niveles de participación sistemáticamente mayores o menores que el resto. Descartando la idea de que Ciudadanos haya triunfado allí donde los niveles de participación han sido más altos, en principio parece probable que el partido haya recibido sobre todo a antiguos votantes de otros partidos. Tendremos que esperar a la publicación de la encuesta postelectoral del CIS para confirmar o desmentir esta idea, así como salir de la falacia ecologista que supone analizar los datos de resultados electorales para este tipo de cuestiones. De momento, lo que sí está claro que sus buenos resultados de Ciudadanos no se apoyan en un incremento de la participación electoral.
Hasta ahora, sí que hay un par de ideas que podemos extraer sobre los resultados de Ciudadanos en las elecciones municipales y autonómicas de régimen general pasadas. La primera es que aunque el partido pueda tener problemas para ampliar su presencia y encontrar apoyos en los municipios más pequeños, el fenómeno no afecta a los que superan los diez mil habitantes. Por tanto, parece que más que una relación lineal entre tamaño poblacional y apoyo a esta plataforma, tenemos un escalón separando dos niveles. La segunda idea es que Ciudadanos compite mejor en elecciones autonómicas que en locales. Y la tercera, que su éxito no se ha debido a mayores tasas de participación entre el electorado.
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Referencias:
[1] Los datos utilizados en este artículo están disponibles en formato STATA [.dta]: https://www.dropbox.com/s/tmwtp 7ytd7bg2ve/24M_ciudadanos.dta?dl=0
Bibliografía:
G. Sala, (2014) Federalism without Adjectives in Spain. Publius: The Journal of Federalism 44:, pages 109-134. doi:10.1093/publius/pjt010
[Artículo publicado originalmente en The Social Science Post]