Al rescate de los barrios más desfavorecidos

Artículo publicado en el número de mayo de La Marea, disponible en quioscos y en nuestra tienda virtual

Las políticas de integración y de protección social se han convertido en un eje primordial de la política municipal, que se ha embarcado en programas muy ambiciosos para tratar de eliminar las bolsas de exclusión social. Aunque los ayuntamientos cuentan con mucho margen de actuación en este terreno, los convenios entre las tres administraciones son los que facilitan que la atención a colectivos o núcleos grandes pueda ser integral por la cantidad de competencias que están repartidas entre ellas. Bilbao es la ciudad que más atención social presta entre las grandes urbes, según el análisis de las partidas presupuestarias, si se comparan con las de otros cinco grandes municipios (Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Zaragoza). Cuenta con una política de equilibro de barrios que supone casi el 5% de su presupuesto y que se superpone a las ayudas sociales que se destinan a la lucha contra la exclusión (otro 6,41%). Las experiencias puestas en marcha en miles de ayuntamientos españoles en el campo de la integración social demuestran estar a la vanguardia de lo que se debate y se decide en el mundo.

Vivienda

La casa, una de las necesidades más básicas

Los servicios municipales de Barcelona acaban de sacar a concurso 50 pisos para alquiler a personas con pocos recursos dentro del programa Housing First (La casa primero), inspirado en una inciativa de los servicios sociales de Nueva York, que consiste en la entrega de un piso como primera medida de integración para personas que lleven mucho tiempo viviendo en la calle. Parte de la experiencia “demostrada” de que estas personas son las más difíciles de integrar, ya que rechazan las ofertas de ayuda. “La vivienda es la única forma de que empiecen a integrarse”, cuentan fuentes de Barcelona Activa, la sociedad municipal que gestiona este programa. La Mesa de Emergencia de la Vivienda es otro sistema de protección pensado para trasladar a pisos de alquiler a familias con niños que no pueden ser alojadas demasiado tiempo en un hotel, especialmente si han sido desahuciadas.

Barrios

Para aprender bien flamenco hay que venir al Polígono Sur
El Comisionado del Polígono Sur, constituido por el Ayuntamiento de Sevilla, la Junta de Andalucía y el Gobierno central en 2003 va a destinar este año 12,5 millones de euros a políticas multidisciplinares de integración de toda una miniciudad paralela de 30.000 habitantes incrustada en Sevilla. La Comisionada para el Polígono Sur, Mar González, nombrada por la Junta de Andalucía por consenso, cuenta que el proyecto estrella en marcha es un gran centro escénico que sea “un referente nacional e internacional del flamenco”, lo que “hará imprescindible a muchos entrar en el polígono sur para no perderse algo”. La iniciativa pretende “que la integración no se haga sólo desde los de dentro hacia afuera sino al revés, de fuera a dentro”, explica.

Pobreza energética

El programa zaragozano: Ni un hogar sin energía
Uno de los grandes debates sobre el riesgo de exclusión en España se ha centrado en la pobreza energética, es decir, la imposibilidad de muchas familias de hacer frente al pago de las facturas de la electricidad o el gas. Es uno de los argumentos que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha esgrimido públicamente para explicar el tipo de relación que esta formación política podría tener en el futuro con las grandes empresas. Iglesias ha sostenido que no se permitirá a una compañía energética dejar sin suministro a quien no pueda pagarlo.

El Ayuntamiento de Zaragoza (PSOE) está negociando con la industria a través del programa Ni un hogar sin energía. Asegura que se trata de la primera experiencia en España de este tipo de esquemas de protección, que funciona en los barrios de San Pablo y La Magdalena. “Tenemos firmados convenios con Endesa y Gas Natural”, dicen fuentes municipales. “En cuanto se detecta el impago de una factura” en un hogar incluido en el plan, “inmediatamente se manda un aviso por email a la compañía para que no corten el suministro”, explican dichas fuentes. El programa incluye la instalación de medidas para  ahorrar, como enchufes programables, bombillas de bajo consumo y aislamientos térmicos en las ventanas, entre otras. Zaragoza ha empleado 170.000 euros en el pago de facturas energéticas de ciudadanos para evitar la interrupción del suministro en los tres meses que lleva en marcha el programa.