OTRAS NOTICIAS | Sociedad
A por una ciudad más agradable tras el ‘boom’ del ladrillo
El diseño del espacio urbano es la base del desarrollo local, desde el empleo hasta el consumo, pasando por el ocio
MADRID // Las entidades locales tienen bastantes competencias en materia de urbanismo y vivienda, aunque las últimas las comparten con la Comunidad Autónoma. La Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local otorga a los ayuntamientos la capacidad de desarrollar un “planeamiento, gestión, ejecución y disciplina urbanística”, así como la “promoción y gestión de la vivienda de protección pública”.
Teresa Arenillas, presidenta del Club de Debates Urbanos (CDU), destaca que tiene que existir una política de urbanismo “que entienda la ciudad como algo global”, basada en tres ejes: la igualdad, el cambio climático y la movilidad. Los años de la burbuja inmobiliaria han propiciado un modelo que se ha extendido de forma descontrolada y ha creado ciudades menos amables. Aun así, existen ejemplos –reducidos, no obstante– que permiten comprobar que, con voluntad política, es posible otro modelo de ciudad.
Parques agrarios
Dinamizadores del empleo, la formación y el consumo responsable y de proximidad
El Ayuntamiento de Fuenlabrada, en plena región metropolitana de Madrid, ha abierto un extenso parque agrario para, en palabras del propio consistorio, “fortalecer el tejido agrícola local, así como recuperar y conservar el espacio agrario periurbano”. En total, 800 hectáreas con cultivos de regadío y secano con las que se pretende consolidar una “agricultura de proximidad” y ecológica. Además, se ha puesto en marcha una iniciativa para vender en los barrios los productos de la huerta. También sirve como centro de formación para jóvenes. Otro ejemplo de parque agrario es el del Baix Llobregat (Barcelona), alrededor del cual, como en Fuenlabrada, surgen cooperativas, grupos de consumo y se dinamiza la actividad formativa y económica de la zona.
Pero no sólo están los grandes parques. También en pequeños pueblos se puede hacer un esfuerzo por incentivar la agricultura desde lo municipal. Un caso paradigmático es el de Carcaboso (Cáceres), donde el ayuntamiento, gobernado por una coalición extremeñista, cedió terrenos municipales en desuso para la plantación de productos ecológicos, creó cooperativas elaboradoras y comercializadoras, un banco de tierras e incluso un gallinero comunitario, entre otras iniciativas.
Reconversión
De la industria naval a la ciudad amable para los ciudadanos
Las ciudades que tuvieron una tradicional presencia de las industrias más contaminantes sufrieron una fuerte degradación y su reconversión en espacios amables y habitables se ha hecho con mayor o menor acierto. Destacan Bilbao o Gerona, pero también casos menos conocidos, como el de Cartagena. Así lo destaca Luis Moya González, catedrático del Departamento de Urbanística y Ordenación del territorio de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid: “Tiene mucho mérito porque sufrió una industrialización ligada a la construcción de barcos, lo que implica un alto nivel de contaminación, pero a partir de los 80 ha experimentado una transformación ejemplar”.
Destacan la recuperación y conservación de sus ruinas romanas, de antiguas iglesias y de su castillo, además de la construcción de museos. “El puerto lo han convertido en una zona de turismo muy buena y han limpiado los tinglados industriales. La calle principal la han aseado y la han hecho peatonal”, enumera Moya.
Ciudades inteligentes
Entre el desarrollo democrático y el nicho de mercado
El concepto ciudad inteligente surge ligado al marketing para referirse a políticas de desarrollo urbanístico que den como resultado municipios eficientes y sostenibles, ligados al aprovechamiento de la tecnología. Sin embargo, como advierte Jon Aguirre Such, arquitecto-urbanista y socio de Paisaje Transversal, se está imponiendo una perspectiva que viene de las grandes corporaciones, ante un nuevo y suculento nicho de negocio. Sin embargo, Aguirre defiende otra visión: “Tan tecnológico puede ser un smartphone como un huerto urbano”, apunta. Según este urbanista, las creación de ciudades inteligentes tiene que pasar por la “convergencia” de tres grandes grupos: ciudadanía, administración pública y empresas.
Es lo que hace el Laboratorio Urbano Abierto de Zaragoza, donde ya se han generado varias iniciativas colectivas, entre ellas aplicaciones de dinamización del pequeño comercio o de gestión inteligente del tráfico. Para Aguirre, lo importante es que exista un proceso de debate social previo. “A lo mejor no se trata de que haya menos semáforos en el futuro, sino de que haya menos coches. Antes de buscar las respuestas hay que encontrar las preguntas adecuadas”, concluye.
Derecho habitacional
Ciudades libres de desahucios y vivienda pública ante la voracidad de la banca
Sant Adriá (Barcelona) fue uno de los primeros de los centenares de ayuntamientos que se han adherido ya a la campaña de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Recientemente se ha unido Olivenza (Badajoz), primer municipio en Extremadura que se ha declarado “libre de desahucios”. Los consistorios interpelan a las entidades financieras de la localidad para instar a la paralización de los desalojos y la condonación de las deudas, se solicita a la Comunidad Autónoma que los detenga también en viviendas de su propiedad y se prestan servicios jurídicos a los ciudadanos en peligro de sufrir un lanzamiento.
En Olivenza se ha creado además un Servicio de Intermediación de Vivienda en el que están presentes la Concejalía de Vivienda, los Servicios Sociales del Ayuntamiento y activistas de la PAH. La ampliación del parque público de viviendas es otras de las principales herramientas que tiene un consistorio para diseñar una política más justa en este sentido. Pero la PAH pide que no sólo se actúe en el momento del desahucio: el consistorio también puede mediar con empresas suministradoras de energía y agua para evitar que se suspenda el suministro por impago en casos de extrema necesidad.
Pulmones verdes
El contacto con la naturaleza en medio de la ciudad
Los grandes parques permiten una presencia amplia del medio natural en el urbano y son claves a la hora de generar una ciudad más habitable. Algunos son auténticos pulmones verdes, normalmente una isla en medio de un mar de contaminación, como son los casos del Retiro en Madrid, el Parque de la Ciutadella en Barcelona, o el Parque María Luisa en Sevilla. Uno de los más llamativos es el Parque Moret, en Huelva, que tiene 72 hectáreas –el Retiro, por ejemplo, situado en una ciudad 21 veces más grande, tiene 118– y se trata de un espacio vivo, en el que se realizan actividades de ocio, deportivas y de sensibilización medioambiental. Desde el mes pasado, en el espacio está permitida la acampada.
El cuidado y la ampliación de zonas verdes como ésta en las ciudades tiene una gran importancia en términos de salud, porque contribuyen a limpiar el aire urbano –en este caso en un municipio con muy
pocos espacios naturales y con la mayor montaña tóxica de Europa, consecuencia de la actividad de Fertiberia-. Además, actúa a nivel psicológico de manera positiva.
Pues yo creo que un futuro sensato estaría en el campo. Claro que eso es para personas que conceden valor a ser autosuficientes, a una vida tranquila y sana, que no tienen reparo en trabajar duro y conformarse económicamente más bien con poco.
Personas que entienden la vida para vivirla de otra manera.
Ante el aumento de la población mundial y la escasez de combustibles cada vez más tendremos que concentrarnos en megaciudades. El tranporte será crítico y las energías renovables, al menos por el momento, tienen muchas limitaciones.
La organización de la ciudad sostenible y habitable es el futuro.